La huelga del Sindicato Médico Navarra queda suspendida a la medianoche de este viernes. Si la dan por terminada o no, dependerá de lo que decidan las asambleas de médicos del lunes.

Que este paro estaba a punto de acabar era un secreto a voces en el hospital desde el jueves, cuando se volvieron a colgar las planificaciones de los quirófanos sin servicios mínimos para la semana próxima.

El retardo para comunicar la noticia parecía un asunto ya de guardar las formas y darlo a conocer primero a la Mesa General de la Función Pública. Así lo dio a entender la propia consejera de Salud, Santos Indurain.

Sin embargo, finalmente, ha sido el propio Sindicato Médico quien ha hecho público el preacuerdo ester viernes por la tarde, una vez ha terminado el encuentro de la Mesa General con los sindicatos más representativos.

La Mesa General ha resultado un completo desastre. Salud no les ha entregado el documento que habían firmado, como todos esperaban. En su lugar, el director general de Salud, Carlos Artundo, se ha puesto a desgranar a viva voz, y en el orden que ha querido, los puntos principales del acuerdo. En ese momento, no ha contado nada que no se había hecho público ya en las ofertas que se habían lanzado al SMN.

En realidad, el documento definitivo no tiene grandes novedades. La mayor cesión la han asumido los huelguistas, conscientes de que el apoyo a su lucha decaía con gran rapidez. El SMN ha aceptado una subida no inferior a 400 euros que bautizarán como «Complemento de Productividad Fijo».

Aquí la renuncia es importante, en tanto que el SMN pretendía una subida inmediata de mil euros (o, en su caso, de 500 en 2023 y otro tanto al año próximo).

Sí que se ha incluido letra pequeña en lo referente a la exclusividad. Se queda tal como está, pero hay un compromiso del Gobierno de estudiar este complemento salarial. La idea es que los médicos no sufran una penalización tan fuerte si quieren trabajar por lo privado (en la actualidad vienen a ser unos 800 euros).

El otro punto trascendente es el control de las agendas. Salud ha concedido al médico la facultad de decidir si atiende o no a más personas de las que le tocan por día o cuando le surgen huecos libres.

Hasta la fecha, otros trabajadores podían reagendar sin consultarle para que se aprovechara mejor su horario (establecido para la atención de pacientes en cinco horas, 300 minutos, al día). Habrá, asimismo, un máximo de 32 pacientes diarios, ratio que cae a 24 para Pediatría

Mesa General

Este acuerdo tenía que pasar por esta mesa de negociación sí o sí, en tanto que retoca el sueldo de un grupo de funcionarios (modifica el Capítulo 1, por tanto). Pese a ello, el visto bueno de los sindicatos no es vinculante, aunque su apoyo puede ser determinante en caso de que se requiera cambios normativos. Se espera que se las convoque de nuevo la semana que viene.

Que no se les haya entregado un papel por escrito y Artundo haya dado lectura del acuerdo de esa manera ha generado momentos de tensión y enfado. Es un foro muy técnico, donde se discute cada coma.

La de este viernes, además, ha sido una reunión concurrida. No solo se ha tratado en esa cita el asunto de la huelga sanitaria, sino que también había que dar salida a los retoques del Estatuto de la Función Pública, aumentos retributivos en Policía Foral y las 56 plazas de bombero que el Gobierno se había comprometido a sacar en el primer trimestre y que van a acabar retrasándose.

La intervención de Artundo ha tenido dos momentos señalados. Uno, cuando ha tratado de aclarar su reunión con Satse, el sindicato del personal de Enfermería, al que el director general de Salud lanzó una propuesta como si representara a toda la Enfermería. Cuestión que ha puesto en duda uno de los presentes, recordando que a los representantes de buena parte, si no la mayoría, de enfermeros y enfermeras los tenía delante. El que le ha interpelado, justamente, es enfermero.

Más significativo, con todo, ha sido el choque de Artundo con un delegado de CCOO. El director general ha asegurado que el contenido del acuerdo alcanzado con los médicos lo tenía hablado con las formaciones que apoyan al Gobierno. Este representante de CCOO le ha requerido, específicamente, con quién había tratado. Artundo ha confesado entonces que no lo habían trasladado a nadie.

Necesidad de aliados

Este detalle de no tener el acuerdo hablado con los socios tiene trascendencia. Al término de la sesión, desde Salud se ha convocado a todos los grupos parlamentarios, a excepción de Navarra Suma, a una cita el lunes.

Es probable que algún punto requiera de modificación normativa. Así se desprende de uno de sus elementos principales: el incremento salarial de 400 euros. Según la redacción del acuerdo, esta subida salarial «será efectiva a la mayor inmediatez una vez se habilite normativamente».

Es discutible que el Gobierno reciba el respaldo de sus socios en caso de necesitar aval parlamentario para dicha modificación. Máxime, después de lo sucedido en la Mesa Sectorial apenas dos días después de que todos los sindicatos presentes realizaran una huelga en la Administración denunciando, precisamente, sus formas de negociar.