Los grandes sindicatos presentes en Osasunbidea han presentado una nueva jornada de paro para el día 23 de marzo. Sostienen que el «Gobierno de Navarra sigue cerrándose a negociar de verdad las demandas sindicales». Responsabilizan de esta situación al director general de Salud, Carlos Artundo, que ha ejercido como el negociador principal tanto con ellos como con el Sindicato Médico. 

A través de un comunicado, LAB, SAE, UGT, ELA y CCOO «comunican su absoluta pérdida de confianza como interlocutor del actual director general de Salud por su nula receptividad a cualquier demanda que no tenga que ver con el colectivo médico, el evidente clasismo de sus propuestas y su trato desigual respecto a las organizaciones sindicales». Las conversaciones con el comité de huelga, por tanto, deberá acometerlas otra representación gubernamental, según la demanda sindical. 

Además del contenido del acuerdo final con el Sindicato Médico, este bloque sindical cita dos momentos clave en los que Artundo no habría dado la talla. El primero fue la única reunión mantenida entre el Departamento de Salud y el comité de huelga del día 15. Aseguran que ese encuentro «no pudo ser más frustrante». 

Dos días después llegó la gota que rebosó el vaso, cuando Artundo no hizo entrega del acuerdo alcanzado con el Sindicato Médico a la Mesa General y simplemente lo leyó. Este bloque considera que «el Departamento de Salud persistió en su imposición del acuerdo alcanzado con el Sindicato Médico y sin querer hablar de otras propuestas sindicales». 

A diferencia de la huelga del pasado día 15, a la que se sumaron funcionarios de toda la Administración Pública, la protesta del día 23 de marzo estaría circunscrita a toda Osasunbidea. 

Estos sindicatos no entienden por qué «existe presupuesto para unos colectivos y para otros, no». Según sus cálculos, el aumento retributivo que Artundo ha cerrado con el Sindicato Médico –y que difícilmente recibirá aval parlamentario– tendrá un coste de trece millones de euros anuales.

En su opinión, no tiene explicación que el Gobierno asuma este incremento salarial mientras «se niega a extender cualquier mejora salarial a la plantilla en un contexto de crisis económica en la que las y los trabajadores públicos deben hacer frente a la subida del gas, de la cesta de la compra, de la gasolina y la hipoteca, de igual manera que hace el resto de la ciudadanía». 

Esta nueva jornada de paro se suma a otras movilizaciones ya previstas, como la que ha convocado el sindicato de la Enfermería para el próximo martes 28. Además, queda pendiente un eventual reinicio de la huelga indefinida de facultativos en caso de que el Gobierno no haya cumplido con el texto que sirvió para poner fin a la huelga que llevaron a cabo entre el día 1 y el 17 de febrero.