Maite Ubiria
Aktualitateko erredaktorea, Ipar Euskal Herrian espezializatua / redactora de actualidad, especializada en Ipar Euskal Herria

«¿Cómo acabar una guerra?», podcast sobre el proceso vasco de la documentalista Myriam Prévost

La cadena francesa Arte Radio estrena este jueves una miniserie radiofónica compuesta de ocho episodios, a través de la cual la documentalista Myriam Prévost propone algunas respuestas al interrogante que da título a su documental: «¿Cómo acabar una guerra?».

Myriam Prévost, documentalista autora del documental radiofónico sobre el proceso de desarme en Euskal Herria.
Myriam Prévost, documentalista autora del documental radiofónico sobre el proceso de desarme en Euskal Herria. (Garance LI)

Arte Radio estrena este jueves un podcast a través del cual se trazan los contornos de la vía vasca al desarme dando voz a protagonistas que en algunos casos, como el de Josu Urrutikoetxea, «han tomado y dejado las armas en una misma vida», y que ayudan a su autora a buscar respuestas al interrogante principal del relato radiofónico: «¿Cómo acabar una guerra?».

Myriam Prévost firma la serie documental que la propia cadena presenta como «un auténtico thriller sobre el País Vasco que permite sumergirse en los secretos de un proceso de paz».

La realizadora, nacida en Poitiers aunque afincada en Grenoble, ha dedicado un total de ocho episodios a esa narración «a la vez política y humana» sobre el final del último conflicto armado que persistía en Europa.

Myrian Prévost tiene vínculos familiares que la unen a Euskal Herria. Baste decir que en su genealogía figura Ivonne Cassin, hermana del padre de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el también baionarra René Cassin.

El trauma de su familia, envuelto de silencios, le llevó a interesarse en un trabajo precedente por la II Guerra Mundial

Tras la desaparición de su abuela, fue tomando fuerza ese deseo íntimo de reanudar los lazos con el país al que viajó, allá por 2011, junto a compañeros de una radio asociativa de Lyon, y que le dio la oportunidad de contactar con la periodista Jenofa Berhokoirigoin ('Argia') y el padre de ésta, el sindicalista y «artesano por la paz» Mixel Berhokoirigoin, desaparecido en 2021.

A ese «primer aterrizaje» le siguió, sin embargo, un corte de casi diez años, en los que la autora se concentró en otros proyectos. Una década de cambios fundamentales.

Un proceso del que no se hablaba

Hace ahora dos años y medio, en una nueva incursión en Baiona «descubrí que entre 2011 y 2017 se había producido un proceso del que ni siquiera yo llegué a tener conocimiento cercano, ya que apenas se ha hablado sobre esa cuestión en Francia», destaca en declaraciones a NAIZ.

En su reportaje radiofónico, Myriam Prévost ha tratado de romper esa «folclorización» de Euskal Herria, con ayuda del humor, desde el arranque mismo de la serie. A su juicio, es un factor que ha llevado a minusvalorar en el Hexágono el proceso histórico vivido en Euskal Herria, a pesar de que sus episodios principales transcurrieran en un territorio bajo la administracion francesa.

En la Maison de la Poésie, en París, la documentalista pudo presentar su trabajo, en presencia del propio Josu Urrutikoetxea

«Aunque vivió gran parte de esa etapa que va de Aiete a Oslo en la clandestinidad, Josu Urrutikoetxea aporta algunas respuestas al hablar de la espiral del conflicto, de la deshumanización que le acompaña, de la necesidad de adoptar decisiones firmes para salir de un conflicto armado, de la perseverancia necesaria para hacerlo avanzar y llevarlo hasta el final pese a los obstáculos y las provocaciones», explica la autora de 'Comment finir une guerre?', que recaba también los testimonios de los otros dos miembros de delegación de ETA en Noruega, Iratxe Sorzabal y David Pla.

Los «sherpas» de un proyecto documental

Myriam Prévost ha contado con apoyos para dentrarse en esa historia vasca, entre los que cita a la periodista Jenofa Berhokoirigoin. A su padre, Mixel Berhokoirigoin, fallecido en 2021, lo pudo entrevistar en su primer acercamiento al país, «en cierta medida motivado por esa necesidad de retormar ese lazo de historia personal y familiar», explica, vinculando de inmediato ese proyecto también a cuestiones universales como los pueblos, las fronteras, la construcción de la identidad...

Ya en el proceso de materialización del proyecto, pudo contar con otros compañeros de viaje, de la presidenta de Bake Bidea, Anaiz Funosas, al director de 'Mediabask' Jean-François Leffort,  a quien agradece que le enviara la edición en francés de ‘El desarme: la vía vasca’, de Iñaki Egaña.

«He tratado de hacer una narración que permita entender a quien no sabe nada de lo que ha pasado en el País Vasco», destaca la documentalista. Ha optado por construir un relato cronológico en el que, sin embargo, hay saltos en el tiempo, ya sea para aportar contexto, ya para aportar reflexiones personales, ya para profundizar en las preguntas de fondo. «Empezando por cuestiones tan básicas como por qué se toma la decisión de tomar o de dejar las armas», destaca la realizadora.

Sin caer en «spoiler», digamos que en sus primeros capítulos la miniserie se adentra en esa contextualización de la historia, para la que Myriam Prevost ha contado, entre otros, con la ayuda del historiador Peio Etxeberri-Aintzart.

En el capítulo cinco se escucha un testimonio particularmente desgarrador, como es el aportado desde la cárcel francesa de Réau, por Iratxe Sorzabal.

Iratxe Sorzabal detalla, entre sollozos, «cinco días y cinco noches de torturas», un ejercicio «díficil, porque puedo contar, no explicar»

Es una forma de violencia de Estado que busca sembrar el terror, y sobre cuya impunidad trabaja la investigadora universitaria Pauline Guelle, otras de las voces que se escuchan en el capítulo.

Los siguientes dos episodios evolucionan desde el acto por el desbloqueo del desarme que derivó en la operación policial en Luhuso (2016) -con el testimonio de Txetx Etxeberri, que da detalles sobre el plan de neutralización de las armas- a la jornada del 8 de abril de 2017 en que ETA pasó a ser una organización desarmada con el concurso de la sociedad civil en Baiona.

«Cuando desaparecen las armas, ¿qué?». Para esa pregunta que acompaña a los procesos de salida de tantos conflictos, y que no es ajena al vasco, la autora propone, al final del podcast, algunas respuestas con la ayuda de voces del ámbito universitario y de la mediación internacional.

Voces para hacer el relato de país

En ocho capítulos, de entre 20 y 26 minutos de duración, en los que se escucha la voz de Maia Iribarne-Olhagarai y la música del grupo 'Habia', la realizadora ofrece un relato que, espera, «pueda ayudar a generar un interés sobre un proceso que merece ser tomado en cuenta».

Algunas llamadas de medios de comunicación franceses, entre los que figura 'Le Monde', le hacen albergar algunas esperanzas en cuanto a la difusión de su trabajo, a la espera de que, quizás en primavera, pueda ponerse fecha a una presentación en Euskal Herria. Lo trabaja ya con la colaboración de Eusko Ikaskuntza.

Tras rescatar la historia de una familia judía de Baiona golpeada por la guerra, Myriam Prévost se adentra con esta serie documental radiofónica, a la que aportan también sus testimonios periodistas como Ekhi Erremundegi ('Berria'), militantes de la izquierda abertzale como Aurore Martin, o la exdiputada socialista, Sylvianne Alaux, en el escenario de salida del conflicto armado que ha marcado el pulso de Euskal Herria durante el último medio siglo.

En la narración, profundamente política, se evocan el dolor causado y el sufrido, se habla del sentimiento de orgullo de una comunidad y de las heridas causadas por el menosprecio, de la pertenencia natural y de la adopción consciente de la cultura de un pueblo. También de las esperanzas de vivir en un país en paz, y de la lucha contra el desaliento o simplemente contra el hartazgo.

La escucha en preestreno del material permite comprobar el esfuerzo de la autora por evitar un exceso de densidad

En esas tres horas de escucha sobre «un conflicto que dos estados se resisten a reconocer», insiste la narradora, se propone un relato que se nutre de reflexiones y vivencias en primera persona, pero que «hasta hay lugar para la broma», destaca en su particular resumen Prévost.

«Creo que una de las respuestas que he extraido de este trabajo es que hay que hablar de lo que ha ocurrido, hay que contar, hay que transmitir, hay que dialogar, también con los enemigos/adversarios, y construir un relato individual y colectivo», concluye la documentalista.