El oso y la abeja reina
Con ‘20.000 especies de abejas’ (2023) todo son sorpresas. Particularmente, esperaba que el debate que la película pudiera generar fuera por el lado de su temática argumental acerca de la transexualidad en la niñez. Y, por lo que ha declarado su directora Estibaliz Urresola Solaguren, ella creía que podía tener problemas con el colectivo trans, al utilizar una niña para hacer de un niño que se identifica con el sexo femenino. Pero no, la polémica, contra todo pronóstico, ha surgido a cuenta de la edad de su premiada protagonista.
He de decir que ninguna de las razones esgrimidas por quienes están en contra de premiar a menores me han convencido, mientras que la postura del Jurado de la Berlinale me parece la más natural hoy en día. La Berlinale, al igual que ha hecho el SSIFF, acabó con la discriminación por razón de sexo en el premio de Interpretación, buscando la paridad. Dentro de esa tesitura aperturista no tendría sentido seguir con la discriminación por edades. Sería absurdo, por ejemplo, crear una categoría infantil.
La mayoría de opiniones al respecto que he leído y escuchado han sido lanzadas sin haber visto la película, lo que lo cambia todo. Sofía Otero actúa, y vaya cómo actúa. Cuando comparte plano con Patricia López Arnaiz parece su hija en la vida real, y cuando lo hace con Ane Gabarain es como su sobrina de toda la vida. Y Kristen Stewart, ex niña prodigió, se identificó.