Los restos de tres ferroviarios fusilados en Nafarroa tras el golpe de Estado de 1936 han sido entregados este viernes a sus familiares. Se trata de Antolín Eguiluz Moraza, nacido en Miranda de Ebro (Burgos), de 51 años; Julio Peña Díez, natural de Valdeprado del Río (Cantabria); y Juan Bautista Sansano Labernia, natural de Ulldecona (Catalunya), de 26 años, que fueron exhumados en la fosa de la localidad de Paternain en julio de 2022.

Tras recibir los restos de su familiar en un acto celebrado en el Palacio de Nafarroa, Miguel Ángel Eguiluz, nieto de Antolín Eguiluz, ha afirmado que los familiares están «sentimentalmente impactados desde el día en que se nos comunicó el hallazgo en las fosas de Paternain de lo que con toda probabilidad eran los restos de nuestro abuelo y bisabuelo», una posibilidad confirmada después en la prueba de ADN.

«A buen seguro que desde ahí arriba su mujer, la abuelita Eugenia, y sus dos hijos, mi padre Antolín y mi tío Víctor, estarán muy felices por ello, al igual que lo estamos nosotros, nietos y biznietos, de que por fin, después de 87 años, los restos de Antolín vayan a tener justo y merecido descanso», ha destacado.

Eguiluz ha comentado que, una vez acabado este acto, la familia se iba a dirigir al cementerio y «uniremos sus restos junto a los de sus hijos Antolín y Víctor».

Ana Sansano, sobrina de Juan Bautista Sansano, ha mostrado su agradecimiento «a todo el colectivo que ha participado para que encontremos los restos de nuestro familiar». Se ha mostrado convencida de que «los familiares que lo lloraron en aquella época están muy contentos de ver que por fin lo hemos encontrado».

Tras entregar a sus familiares los restos de los ferroviarios, la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha subrayado que estos tres trabajadores de la Estación del Norte de Iruñea fueron víctimas de «unos asesinatos similares a los miles que se produjeron en aquellos terribles meses que siguieron al golpe militar de julio de 1936».

Sus nombres, ha indicado, se unen ahora a los de Gregorio Albo, Manuel Serón, Julio Butrón y Francisco Velaza, quienes ya han sido devueltos a sus familias en estos últimos meses.

En el acto, Ollo ha expresado que fosas como las de Paternain «nos hablan de unas muertes crueles por parte de quienes se creyeron dueños de vidas ajenas en aras de un proyecto totalitario que había arrancado con la sublevación de julio de 1936».

De las diez personas exhumadas en Paternain el pasado mes de julio en el marco del programa de exhumaciones del Instituto Navarro de la Memoria, son ya siete las identificadas por el laboratorio genético de Nasertic, precisamente las siete de las que se conocían nombre y apellidos. Quedan todavía tres de las que se desconoce su identidad. Con estas, son ya 39 las personas identificadas por el Banco de ADN desde su creación y 349 los expedientes abiertos.

Han participado asimismo en este acto representantes parlamentarios, autoridades locales del Ayuntamiento de Zizur y del Concejo de Paternain, del Ayuntamiento de Miranda de Ebro, miembros de las asociaciones memorialistas y de los equipos técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el laboratorio Nasertic, además de familiares y allegados de las víctimas.