Imanol Intziarte

Un fondo ‘buitre’ alarga solo 6 meses el alquiler de un octogenario de Irun al que quiere echar

Miguel Ángel Medrano recibió el pasado enero una notificación en la que le reclamaban que abandonase el piso en el que ha vivido más de cuatro décadas. Ha logrado seis meses de prórroga, pero la amenaza de desahucio continúa pendiendo sobre su cabeza.

Miguel Ángel Medrano, sentado en el centro, durante su comparecencia del pasado enero.
Miguel Ángel Medrano, sentado en el centro, durante su comparecencia del pasado enero. (Maialen ANDRÉS | FOKU)

El fondo de inversión inmobiliaria Promontoria Coliseum Real Estate ha prorrogado hasta finales del próximo julio el contrato de alquiler de Miguel Ángel Medrano, vecino de Irun de 80 años que corre el riesgo de ser desalojado de la vivienda en la que lleva más de media vida.

A finales de enero, Medrano expuso su situación en una comparecencia ante la sede del Banco Sabadell en Donostia. Contó que avaló con su vivienda a su hijo, para que este pudiera llevar adelante un negocio, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria le alcanzó de lleno y no pudo hacer frente a la deuda.

El préstamo era con el Banco Sabadell, con el que firmó una dación en pago y un contrato de alquiler social por tres años, pero en este periodo la deuda pasó a manos de un fondo de inversión, que en enero le exigió que abandonara el piso.

Según ha informado Stop Desahucios, la empresa ha tenido que posponer sus intenciones debido al Decreto Ley que obliga a prorrogar medio año los contratos que vencen durante el primer semestre, fijando como fecha el 24 de julio.

Como alternativa, en el burofax remitido le plantean la opción de comprar la vivienda –que ya pagó en su momento, hace más de cuatro décadas– a precio de mercado, algo imposible dados sus recursos y la imposibilidad de acceder a su edad a cualquier tipo de préstamos hipotecario.

Stop Desahucios denuncia que el todas luces el objetivo del fondo ‘buitre’ es «echarlo de su vivienda», pero ha adelantado que Miguel Ángel Medrano no se va a marchar voluntariamente y reclama un nuevo contrato que permita a este octogenario seguir residiendo en su casa.