«Si capitulamos a la injusticia nunca cambiarán las cosas en Guatemala»
Jordán Rodas, exprocurador de Derechos Humanos, acompaña a la lideresa indígena Thelma Cabrera en el binomio que el Movimiento para la Liberación de los Pueblos trata de inscribir a las presidenciales del 25 de junio. Pero no lo tendrán fácil tras la decisión judicial que invalida su candidatura.
La Justicia de Guatemala ha puesto en marcha todos los recursos a su alcance para evitar que el binomio revolucionario compuesto por Thelma Cabrera y Jordán Rodas concurra a los comicios presidenciales de junio. «Si capitulamos a la injusticia nunca cambiarán las cosas en Guatemala», asegura.
Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Pública San Carlos, Rodas fue procurador de Derechos Humanos entre 2018 y 2022 lo que valió el reconocimiento de los sectores más vulnerables a costa de mantener un pulso con las autoridades de su país que le ha llevado a un exilio forzado. Tras realizar una gira por Estados Unidos y Europa, donde se ha reunido con delegaciones al más alto nivel, visita ahora Euskal Herria para explicar la realidad que vive Guatemala. «Lo que está en juego no es un Gobierno, sino un régimen», sentencia.
La Corte de Constitucionalidad acaba de ratificar que el binomio que conforma con Thelma Cabrera no podrá presentarse a las elecciones presidenciales del 25 de junio. ¿Ha perdido la esperanza?
Ni mucho menos. La Corte de Constitucionalidad acaba de comunicar esta decisión, pero es claramente ilegal, carente de ética e imparcialidad. Tengo muy claro que el motivo real que les mueve a impedir nuestro binomio no es la verificación de mi finiquito como procurador de Derechos Humanos, sino la decisión que tomé en 2018 de paralizar la expulsión del país del Jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Iván Velásquez, hoy ministro de Defensa de Colombia, que decretó el expresidente Jimmy Morales.
¿Cree que la cuestión de fondo es evitar que un proyecto transformador como el que presenta el MLP pueda llegar a la Presidencia?
No es que lo crea, es que esa es la realidad. Tienen pánico porque hemos configurado un binomio muy fuerte. Thelma Cabrera es una mujer muy apreciada entre los sectores indígenas y desfavorecidos porque habla de recuperar sus derechos. Y aunque no me resulte agradable hablar de mí mismo, debo de decir que durante los cinco años que ejercí como procurador de Derechos Humanos soporté el acoso permanente del ‘Pacto de corruptos’ por denunciar las tropelías que utilizan para garantizarse la impunidad.
«El racismo prevalece en un poder que trata a un sector importante de la población, a los campesinos indígenas, como si fueran insectos»
Por lo tanto, no hay una motivación ideológica en este intento de impedirnos participar, sino que es la manera de asegurarse que esa confabulación perversa forjada entre políticos y una élite económica siga gobernando. Están cómodos con el statu quo y temen que nuestras propuestas sobre la lacerante desigualdad, el racismo, la discriminación de la mujer o la corrupción terminen triunfando.
Desde que el MLP anunció su candidatura han matado a 24 militantes de la organización campesina Codeca.
Durante mi etapa como procurador de Derechos Humanos exhorté en varias ocasiones al Ministerio Público y a los tribunales para que investigaran estos casos, pero jamás reaccionaron. Ni un pronunciamiento ni una triste condena. Nada. El racismo prevalece en un poder que trata a un sector importante de la población, a los campesinos indígenas, como si fueran insectos.
También han detenido a Chepe Zamora, un periodista con gran reconocimiento internacional que fundó varias publicaciones incómodas para el poder. ¿Está la libertad de prensa en peligro?
La detención de Chepe Zamora ha sido un duro mensaje destinado a aquellos que se atreven a desafiar el envilecimiento del Estado guatemalteco. Pero no es el único perseguido. Un juez acaba de abrir una investigación contra dos columnistas y cinco periodistas por dar cobertura a las razones ocultas que utilizaron para incriminar a Chepe Zamora en una red corrupta. Todo esto demuestra la descomposición que sufre la débil democracia en Guatemala.
¿Qué papel juega la clase empresarial en este deterioro?
La clase empresarial ha dado oxígeno político a Gobiernos reaccionarios como el de Otto Pérez, como el de Jimmy Morales o como el de Alejandro Giammatey. Alguno ha reconocido públicamente haber financiado ilegalmente campañas presidenciales como la del comediante Jimmy Morales. Y quien paga, manda. No hay almuerzo gratis.
A tres meses de las elecciones presidenciales, pocos dudan de que ganará Zury Ríos, la hija del dictador Efraín Ríos Montt, porque es el deseo de las élites.
Así lo dicen los sondeos, pero habrá que esperar la decisión final de la Corte sobre Thelma Cabrera y el MLP, porque aún no hay nada definitivo.
¿Qué opciones les quedan para presentarse a estos comicios?
El día clave será el 25 de marzo, que es cuando la Corte Suprema dicte sentencia a nuestra petición de amparo, pero si no es favorable apelaremos a la Corte de Constitucionalidad. Si capitulamos ante la injusticia que intentan imponer, nunca cambiarán las cosas en Guatemala.
¿Cree que serán unas elecciones fraudulentas?
Es fundamental que la comunidad internacional actúe y se pronuncie sobre la limpieza de las próximas elecciones. Así se lo he transmitido al Departamento de Estado en Washington, al grupo de congresistas estadounidenses con los que he podido reunirme recientemente y a diputados del Parlamento Europeo. No pueden comenzar sus labores de observación dos semanas antes de la celebración de los comicios y limitarse a vigilar cómo se cuentan los votos, porque hay muchos vicios de fondo. Lo que está en juego no es un Gobierno, sino un régimen.