Las acciones de Credit Suisse han caído este miércoles un 24% en la Bolsa de Zúrich, un desplome que ha arrastrado a la baja a otros valores de la banca europea, después de haber llegado a perder un 30%, en un aciago día para el segundo mayor banco de Suiza, marcado por la negativa del Banco Nacional Saudí, su principal accionista, a darle más asistencia financiera.
Las acciones del banco de Zúrich, uno de los 20 mayores de Europa y uno de los 50 principales del mundo, han acabado la jornada en torno a los 1,7 francos suizos (1,74 euros), después de haberse situado en un mínimo histórico de 1,5 francos durante la sesión (1,54 euros), cuando jamás habían estado por debajo de los 2 francos por papeleta.
El desplome, que se produce tras varias jornadas muy negativas para el banco, arrastrado por la crisis bursátil causada por el colapso del estadounidense SVB –seguido de la caída de otras dos entidades más pequeñas, Signature Bank y Silvergate–, coincide con declaraciones del presidente del banco estatal saudí, Ammar al-Khudairy, anunciando que no habrá mayores inyecciones de capital por parte de la entidad.
«No podemos porque superaríamos el 10% (del accionariado), es una cuestión regulatoria», ha indicado, en declaraciones a la agencia Bloomberg.
Ampliación de capital y pérdidas
Credit Suisse está en el ojo del huracán desde hace meses y, a finales de 2022, tuvo que conseguir 4.000 millones de francos suizos (4.400 millones de dólares), a través de un aumento de capital que permitió la entrada del banco saudí, que adquirió ese 10% de acciones con una inversión de 1.500 millones de francos suizos (1.530 millones de euros).
En 2022, el banco zuriqués arrojó pérdidas por valor de 7.293 millones de francos suizos (unos 7.400 millones de euros) en 2022, 4,5 veces más que en 2021.
Afectado por su exposición a firmas de riesgo con problemas financieros tales como Archegos o Greensill, Credit Suisse sufrió, además, el pasado año la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos (126.000 millones de euros).
En marzo de 2021, el valor del banco superaba los 30.000 millones de euros. Desde entonces, sus acciones se han devaluado más de un 83%.
Arrastra a las bolsas
Lo ocurrido con esta entidad ha lastrado durante toda la jornada a las bolsas europeas y también ha tenido efecto en EEUU.
Al cierre, Madrid se ha desplomado un 4,37%, su mayor caída desde noviembre de 2021. La Bolsa de Milán, ha cerrado a la baja y su índice selectivo se ha desplomado un 4,61%, mientras que Fráncfort ha cerrado con una bajada del 3,27%. La Bolsa de Londres ha caído un 3,83%, su mayor retroceso desde el inicio de la guerra en Ucrania, y París también ha superado el 3%, concretamente el 3,58%.
La bolsa de Nueva York ha abierto a la baja, y en las primeras operaciones el índice industrial Dow Jones perdía 1,40%, y el Nasdaq, de componente tecnológico, un 1%.
El índice ampliado S&P 500 de las mayores 500 empresas cotizadas se ha contraído un 1,39% al inicio de la sesión en la plaza neoyorquina.
«Ya ven la situación: los inversores están en pánico. Es un baño de sangre, por decirlo así», ha dicho Fawad Razaqzada, analista de mercados en City Index y FOREX.com, citado por AFP.
«La preocupación por otra crisis financiera del estilo de la de 2008-2009 se ha intensificado», ha apuntado.
Apoyo del banco central y la autoridad financiera
Como un gesto para tratar de aportar calma, al final de la jornada, el Banco Nacional Suizo (BNS) y la Autoridad Supervisora Suiza de los Mercados Financieros (conocida por las siglas FINMA), banco central y regulador financiero del país helvético, respectivamente, han asegurado que proveerán de liquidez a Credit Suisse «en caso de ser necesario», según han informado en un comunicado conjunto.
«En caso de ser necesario, el BNS dará liquidez a Credit Suisse», han asegurado ambos organismos. «Los estrictos requisitos de capital y liquidez exigibles a las entidades financieras suizas aseguran su estabilidad. Credit Suisse cumple los requerimientos de capital y liquidez impuestos en los bancos de importancia sistémica», han añadido, no obstante.
En la nota emitida, se afirma que la inestabilidad financiera fruto del colapso del Silicon Valley Bank (SVB), el Signature Bank o Silvergate no supone «un riesgo de contagio directo para las entidades suizas».
Ambos organismos alegan que los requisitos mínimos de liquidez y capitales suizos igualan o exceden los estándares de Basilea, por las entidades pueden «absorber los efectos negativos de ‘shocks’ y crisis importantes».
La FINMA certifica que está en «contacto estrecho» con Credit Suisse y reitera que esta cumple con la regulación aplicable a la gran banca.
Impacto «limitado»
En este contexto, la comisaria europea de Servicios Financieros, Miread McGuinness, ha dicho este miércoles que lo ocurrido en EEUU tiene un impacto directo «limitado» en la banca de la Unión Europea y ha asegurado que los supervisores europeos vigilan el posible efecto del nuevo entorno de altos tipos de interés en el sector.
«El impacto directo en la UE parece limitado y estamos en contacto con las autoridades supervisoras relevantes», ha explicado, en un debate con el pleno del Parlamento Europeo convocado a raíz de la caída de SVB la semana pasada.
La comisaria irlandesa ha incidido en que SVB tiene una presencia «muy limitada en la UE».
No obstante, la comisaria insistió en que están «monitorizando los acontecimientos con los supervisores de la UE» y en contacto con las autoridades nacionales, aunque recordó que compete a estas «hacerse una idea de la posible exposición de las empresas y particularmente del sector tecnológico».