Credit Suisse ha anunciado este jueves que ha pedido prestado 50.000 millones de francos suizos (unos 54.000 millones de dólares) al banco central suizo para «fortalecer de forma preventiva su liquidez».
El banco vivió el miércoles su jornada bursátil más negra al perder un cuarto de su valor en bolsa y descender sus acciones hasta un nivel históricamente bajo, por debajo de los 2 francos suizos, algo jamás visto en sus 167 años de historia, un desplome que arrastró a la baja a otros valores de la banca europea.
«Credit Suisse está tomando medidas decisivas para fortalecer de forma preventiva su liquidez con la intención de ejercer su opción de pedir prestado al Banco Nacional Suizo (SNB) hasta 50.000 millones de francos suizos en el marco de un Servicio de Préstamo Cubierto, así como un servicio de liquidez a corto plazo, que están totalmente garantizados por activos de alta calidad», ha explicado la entidad en un comunicado divulgado la madrugada de este jueves.
Además, ha anunciado «ofertas de Credit Suisse International para recomprar ciertos títulos de deuda senior de OpCo por efectivo de hasta aproximadamente 3.000 millones de francos suizos (3.200 millones de dólares)».
El Banco Nacional de Suiza (BNS) había informado el miércoles que de ser necesario proveería de liquidez a Credit Suisse, pero aseguró que este banco cumple con los estrictos requisitos de liquidez y capital que se les exige a todas las entidades financieras para garantizar su estabilidad.
Credit Suisse también ha advertido de que ha realizado una oferta pública de adquisición en efectivo en relación con diez títulos de deuda senior denominados en dólares estadounidenses por una contraprestación total de hasta 2.500 millones de dólares.
Al mismo tiempo, ha informado de una oferta pública de adquisición en efectivo por separado en relación con cuatro títulos de deuda senior denominados en euros por una contraprestación total de hasta 500 millones de euros. Ambas ofertas están sujetas a varias condiciones establecidas en los respectivos memorandos de oferta pública. Las ofertas vencerán el 22 de marzo de 2023.
«Las transacciones son consistentes con nuestro enfoque proactivo para administrar nuestra composición general de pasivos y optimizar los gastos por intereses y nos permiten aprovechar los niveles de negociación actuales para recomprar deuda a precios atractivos», ha añadido la entidad suiza.
El Credit Suisse, duramente golpeado por la desconfianza en su gestión y en el sistema bancario en general tras la quiebra de tres bancos en Estados Unidos en una semana, solicitó la víspera al BNS y a la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) que hicieran una declaración firme de apoyo para calmar los mercados.
Ambas instituciones emitieron un comunicado conjunto señalando que a pesar de los problemas del sector financiero en Estados Unidos «no hay indicios que apunten a un riesgo de contagio para las entidades suizas».
Subida en bolsa
El anuncio de Credit Suisse ha tenido un efecto inmediato en los mercados, y ha abierto esta mañana en la Bolsa de Valores de Zúrich con una espectacular subida, del 30,82 %. Al final de la jornada, Credit Suisse ha cerrado con una fuerte subida del 20%, una parcial recuperación propiciada por el apoyo mostrado por el Banco Nacional de Suiza.
Una situación muy diferente a la vivida este miércoles, cuando las grandes bolsas europeas vivieron un episodio de pánico con el sector financiero como protagonista. Milán cayó el 4,61%, Madrid, el 4,37%; Londres, el 3,83%; París, el 3,58%; Fráncfort, el 3,27%; y el índice Euro Stoxx 50, que agrupa a las mayores cotizadas, el 3,46%. Son los mayores descensos en lo que va de año en todos los casos.
Wall Street, por su parte, cerró en territorio mixto y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, perdió un 0,87% en una nueva jornada volátil en la que el parqué neoyorquino se vio afectado por la caída de las acciones del Credit Suisse.
El principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, cayó un 2% en la apertura de la sesión de este jueves, contagiado también por la caída de los mercados europeos ante el temor de una crisis financiera tras el colapso de dos bancos estadounidenses.
China reducirá las entidades de alto riesgo
Por su parte, el Banco Popular de China (BPC, central) ha indicado que seguirá reduciendo «de manera activa y sostenida» el número de instituciones financieras de alto riesgo en el país.
«Es necesario reforzar los mecanismos de eliminación de riesgos y de desarrollo de capacidades, así como reforzar el seguimiento, las alertas tempranas y la evaluación», ha indicado la institución en un comunicado publicado tras celebrar su cumbre anual sobre estabilidad financiera.
El BPC ha afirmado que promoverá «la detección, corrección y eliminación rápida de riesgos financieros» y reclamado acelerar la construcción del sistema de garantía de la estabilidad financiera, mejorar la legislación a este respecto y garantizar la seguridad de los depósitos.
Para ello, el banco central seguirá las directrices de «estabilizar la situación, coordinar y planificar de manera general, diferenciar políticas y desactivar ‘bombas’ de forma precisa». Ha destacado que el sistema financiero chino es «generalmente estable» y que sus riesgos son «controlables».
Si bien el BPC ha destacado las «siempre buenas» calificaciones de sus grandes bancos, entre los que hay cuatro de importancia sistémica a nivel global, reconoció que existen riesgos en un «pequeño número de instituciones financieras problemáticas de tamaño mediano y pequeño», aunque ha aseverado que se han conseguido «progresos significativos» a la hora de reducirlos o eliminarlos.
El pasado día 3, el recientemente reelegido gobernador del banco central, Yi Gang, especificó que el número de estas entidades pequeñas y medianas que revisten «alto riesgo» se ha reducido a la mitad, situándose actualmente en algo más de 300.
Durante la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), finalizada este lunes, se aprobó una reforma de la estructura gubernamental que contempla la creación de un nuevo regulador construido sobre el ente que hasta ahora supervisaba bancos y aseguradoras, con el objetivo de vigilar toda la industria financiera exceptuando los mercados de valores.