Prosigue la movilización del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, que mantienen un encierro y ayuno en un local de Bilbo. Después de que se llevara a cabo el relevo de las 30 personas que protagonizan a diario la protesta, un centenar de personas se ha vuelto a reunir este jueves en la plaza Elíptica para emprender desde allí una gira por las sedes de los grupos políticos para hacerles entrega de una carta con sus reivindicaciones.
Así, representantes de los pensionistas han cursado visita a PNV, EH Bildu, PSE, Elkarrekin Podemos y PP para hacerles entrega de la misiva. En ella, defienden su demanda de que se fije una pensión mínima de 1.080 euros siguiendo los criterios que establece la Carta Social Europea. «Es un ingreso básico para que una persona pensionista pueda acceder a una vida digna en su vejez, y es, además, una medida efectiva para reducir la brecha de género en las pensiones», sostienen.
Recuerdan que esta reivindicación «ha tenido reflejo en la Disposición Final Quinta. Suficiencia de pensiones mínimas de la Ley 21/2021, que obliga al Gobierno estatal a revisar este año las cuantías de las pensiones mínimas para garantizar la suficiencia económica durante la tercera edad pero que no se ha hecho efectiva».
Como el SMI
Consideran que la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez de fijar el Salario Mínimo Interprofesional en 1.080 euros les da más argumentos. Estiman que los gobiernos de Iñigo Urkullu y de María Chivite tienen que jugar un papel fundamental a la hora de complementar las pensiones más bajas hasta esa cantidad.
En este sentido, inciden en que en Hego Euskal Herria, tras incluir la última subida del 8,5%, 199.800 personas no llegan a percibir una pensión mensual de 800 euros, de las que 154.000 son mujeres. Las que no llegan a 1.000 euros, según los datos del 11º Informe Indicador Arope, son 279.480 pensionistas, de las que 199.800 son mujeres.
Por todo ello, les instan a que «adopten las decisiones que sean necesarias» para que sus reivindicaciones sean atendidas.