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Nueva marcha en Baiona en vísperas del fallo del Constitucional sobre las pensiones

Varios miles de personas se han manifestado este jueves en las calles del centro de Baiona en una decimosegunda jornada de movilización contra la reforma de pensiones, con todas las miradas puestas en la resolución que hará pública el viernes el Consejo Constitucional francés.

Trabajadores del puerto de Baiona capean el temporal de lluvia y viento en la marcha de este 13 de abril.
Trabajadores del puerto de Baiona capean el temporal de lluvia y viento en la marcha de este 13 de abril. (Naiz)

Varios miles de personas -7.000 según la intersindical- han recorrido esta mañana de jueves las calles del centro de Baiona en la decimosegunda jornada de movilización en contra de la reforma que eleva de 62 a 64 años la edad de jubilación.

Se trata de la movilización que ha atraído a menos gente desde que arrancara el movimiento, el 19 de enero. El periodo vacacional en centros escolares y, sobre todo, la intensa lluvia que cae en Baiona han jugado en contra de la movilización que –según promete la nueva secretaria general de la CGT, Sophie Binet– «no será la única».

Hoy están previstas unas 270 movilizaciones en el conjunto hexagonal, una movilización con la que los sindicatos aspiran a mantener la presión a la espera de que el Consejo Constitucional se pronuncie, este viernes 14 de abril, sobre los cinco recursos presentados sobre el texto de ley al que expresan su rechazo más del 70% de los ciudadanos, según las encuestas.

Los sindicatos interpretarían como un revulsivo una amonestación, al menos parcial, de los «sabios constitucionales» al texto. La reforma obligará, desde 2027, a cotizar 43 años para acceder al 100% de la pensión de jubilación.

En horas bajas, un Macron cuya gestión desaprueba más del 60% de los encuestados ha planteado hoy una encuentro con los sindicatos, tras ese pronunciamiento, para hablar de las salidas a la crisis.

Hasta la fecha el presidente francés ha dado portazo a las fuerzas sindicales.

La primera reunión entre representantes de los sindicatos y la primera ministra, Elisabeth Borne, se saldó, la pasada semana, con un fracaso anunciado, ya que el Gobierno no quiere ni renunciar a los puntos más cuestionados de la ley ni matizar el calendario de la nueva norma.

El propio Macron, al que le ha perseguido su desgaste incluso en su gira a Holanda, donde fue increpado y debió ver cómo se desplegaban pancartas en su contra, preconiza hablar de cuestiones relativas al trabajo, pero sin dar marcha atrás en materia de pensiones.