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Londres

Una investigación revela dónde las olas de calor sin precedentes pueden causar más daños

Una investigación internacional dirigida por la Universidad de Bristol (Gran Bretaña), apunta las regiones poco preparadas de todo el mundo con mayor riesgo de sufrir los efectos devastadores de temperaturas abrasadoras.

Vista aérea de la ciudad afgana de Herat.
Vista aérea de la ciudad afgana de Herat. (Mustafa NOORI | GETTY IMAGES)

Según el estudio publicado en la revista ‘Nature Communications’, los extremos de calor sin precedentes combinados con la vulnerabilidad socioeconómica ponen en mayor peligro a ciertas regiones, como Afganistán, Papúa Nueva Guinea y América Central.

Los países que aún no han sufrido las olas de calor más intensas suelen ser especialmente susceptibles, ya que las medidas de adaptación no suelen introducirse hasta después del suceso. Las altas probabilidades de que se registren temperaturas récord, el crecimiento de la población y las limitaciones de los servicios sanitarios y energéticos aumentan los riesgos.

Pekín y Europa Central también figuran en la lista de puntos calientes, puesto que si se produjeran olas de calor récord en estas regiones densamente pobladas, millones de personas se verían perjudicadas.

Dos mujeres se refrescan en una fuente de Londres durante una ola de calor, en una imagen tomada en julio de 2022. (Aaron CHOWN | PA WIRE | DPA)

A la luz de los resultados, los investigadores piden a los responsables políticos de las regiones con puntos críticos que estudien planes de acción pertinentes para reducir el riesgo de muertes y daños asociados a los fenómenos climáticos extremos.

La autora principal, la doctora Vikki Thompson, climatóloga del Instituto Cabot de Medio Ambiente de la Universidad de Bristol, explica que, «como las olas de calor son cada vez más frecuentes, tenemos que estar mejor preparados. Algunas de estas regiones tienen poblaciones en rápido crecimiento, otras son países en vías de desarrollo y otras ya son muy calurosas --recuerda--. Tenemos que preguntarnos si los planes de acción contra el calor para estas zonas son suficientes».

Los investigadores utilizaron estadísticas de valores extremos –un método para estimar los periodos de retorno de fenómenos poco frecuentes– y grandes conjuntos de datos procedentes de modelos climáticos y observaciones para señalar las regiones del mundo donde es más probable que se batan pronto los récords de temperatura y las comunidades que, en consecuencia, corren mayor peligro de sufrir calor extremo.

También advierten de que los extremos estadísticamente inverosímiles, cuando los récords actuales se rompen por márgenes que parecían imposibles hasta que ocurrieron, podrían ocurrir en cualquier lugar. Se descubrió que estos fenómenos inverosímiles se habían producido en casi un tercio (31%) de las regiones evaluadas en las que las observaciones se consideraron suficientemente fiables entre 1959 y 2021, como la ola de calor de 2021 en el oeste de Norteamérica.

Dann Mitchell, coautor del estudio y catedrático de Ciencias Atmosféricas del Instituto Cabot de Medio Ambiente de la Universidad de Bristol, asegura que «estar preparado salva vidas. Hemos visto cómo algunas de las olas de calor más inesperadas del mundo provocaban decenas de miles de muertes relacionadas con el calor –destaca–. En este estudio demostramos que estos fenómenos que baten récords pueden ocurrir en cualquier parte. Los gobiernos de todo el mundo deben estar preparados», alerta.

El cambio climático inducido por el hombre está provocando un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, que pueden causar miles de muertes más en todo el mundo.

Mejorar nuestra comprensión de dónde puede que la sociedad no esté preparada para los extremos climáticos puede ayudar a priorizar la mitigación en las regiones más vulnerables. En reconocimiento de las peligrosas consecuencias del cambio climático, evidenciadas por el trabajo de sus expertos en clima, en 2019 la Universidad de Bristol se convirtió en la primera universidad británica en declarar una emergencia climática.