El instituto Gogora ha hallado un enterramiento con restos de varias personas en el municipio vizcaino de Zornotza y va a poner en marcha un proyecto de exhumación ante la posibilidad de que se trate de una fosa común de la guerra de 1936 con varios combatientes en su interior.

Según han confirmado fuentes del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos dependiente del Gobierno de Lakua, «no hay muchos detalles todavía», pero se ha realizado «un primer sondeo» junto al cementerio de esa localidad sobre una documentación relativa a un enterramiento de la época de la Guerra de 1936 y, efectivamente se ha constatado la existencia de restos humanos.

A partir de esa prospección preliminar que ha resultado positiva, «lo que se hace es programar ya un trabajo de excavación y análisis de toda la zona y de exhumación de los restos localizados».

«Había documentación que decía que ahí podía haber enterramientos y tras hacer una cata en una zona pequeña, se ha confirmado» y ahora los técnicos de Gogora deberán determinar si la fosa alberga los cuerpos de varios gudaris y cómo murieron, entre otras circunstancias, ha explicado el instituto dependiente del Gobierno de Lakua.

En las 46 exhumaciones realizadas dentro del trabajo de Gogora para localizar fosas e identificar a personas desaparecidas durante la guerra de 1936 durante los últimos años, se han recuperado los restos de 110 personas. De ellas, 27 están identificadas y han sido entregadas a sus familias, el resto reposan en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar y en los cementerios de los municipios en los que se han localizado las fosas.

«Hemos encontrado entre tres y cuatro combatientes y una moneda de dos pesetas emitida desde Euskadi. Se va a seguir buscando porque probablemente estemos ante una nueva fosa común. Podrían ser combatientes fallecidos en el frente y posteriormente trasladados pero también hay información de que puede haber personas inhumadas allí de la prisión de Amorebieta de mujeres e incluso del hospital», ha anunciado Aintzane Ezenarro, directora de Gogora, a la espera de que se les practique las pruebas genéticas para identificarlos.