Joseba Salbador Goikoetxea

En marcha una nueva edición de los Premios Toribio Echevarria

Startups y proyectos empresariales de carácter innovador científico-tecnológico tienen una nueva cita con estos premios, creados para reconocer las iniciativas emprendedoras y apoyar a sus promotores en el inicio de su actividad. La presentación de candidaturas, hasta el 24 de mayo.

Imagen de las personas emprendedoras premiadas en la edición del año pasado, la primera que se celebró en formato presencial tras las pandemia.
Imagen de las personas emprendedoras premiadas en la edición del año pasado, la primera que se celebró en formato presencial tras las pandemia. (NAIZ)

Los Premios Toribio Echevarria, que llegan este año a su 33ª edición, son una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Eibar y BIC Gipuzkoa, en la que participan también el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Disponen de dos categorías principales: “Ideas/Proyectos empresariales” y “Nueva Empresa”. Las propuestas ganadoras en cada una de ellas recibirán una dotación económica de 10.500 euros y acceso a diversos programas de ayuda, financiación, asesoramiento, mentoring y formación, fundamentales para el desarrollo y crecimiento de estos proyectos.

Asimismo, existe un premio dirigido a iniciativas empresariales que precisen de apoyo en su proceso de internacionalización y otros dos premios extraordinarios concedidos por el Ayuntamiento de Eibar.

Los requisitos y las bases completas para acceder a cada una de las categorías pueden consultarse en la web de los premios www.toribioechevarria. com, y el plazo para la presentación de candidaturas finaliza el próximo 24 de mayo.

Premios extraordinarios

El Ayuntamiento de Eibar mantiene, además, la concesión de otros dos premios extraordinarios a la “Empresa Eibarresa” y a la “Especialización estratégica” con el fin de contribuir al desarrollo de un tejido empresarial innovador y competitivo en la ciudad.

Estos dos galardones cuentan con una dotación económica de 10.500 euros cada uno y el acceso a formación especializada a través de BIC Gipuzkoa. En ambos casos, las bases establecen que las empresas ganadoras tengan su sede en Eibar o se comprometan a establecerse en la localidad en el plazo máximo de un año desde la concesión del Premio y por un periodo mínimo de dos años.

El Ayuntamiento de Eibar subraya que «ser finalista o ganadora de un Premio Toribio Echevarria supone para las empresas y las personas emprendedoras un espaldarazo tanto anímico como profesional, ya que poder presentarse ante potenciales clientes e inversores con esa carta de presentación les abre puertas y les da facilidades para acceder a recursos».

Así, señala ejemplos de empresas premiadas como Scrapad, Atten2 o Wellk, que están madurando y creciendo en la incubadora tecnológica ubicada en Tekniker, financiada por el Ayuntamiento de Eibar y gestionada por BIC Gipuzkoa.

En la última edición celebrada en 2022, se recibieron un total de 32 candidaturas, de las cuales se seleccionaron 15 proyectos finalistas cuya actividad se enmarcaba en el ámbito de las foodtech, salud, biociencias, deporte, nuevos materiales y movilidad.

Finalmente, las startups Ventipet, en la categoría de “Ideas/Proyectos Empresariales”, y Robtrusion –Industrias Químicas Irurena–, en la de “Nueva Empresa”, fueron galardonadas con los principales reconocimientos.

Por otra parte, Cycling Dynamic Trainers, Wellk Software Solutions y Trak Health Solutions, recibieron los dos premios extraordinarios convocados por el Ayuntamiento de Eibar y el “Premio a la Internacionalización”, respectivamente.

Impulsor de las primeras cooperativas

Toribio Echevarria Ibarbia, Txindurri, (1887-1968) fue un escritor y político eibarrés que destacó por sus trabajos lingüísticos sobre el euskera de Eibar y por sus obras humanísticas y políticas.

Su afición a la lectura le llevó pronto al interés por la política y en ella por la problemática social y la lucha de clases. Ingresó en el PSOE y en el sindicato UGT, participando de manera muy activa en la construcción de la Casa del Pueblo de Eibar y en la constitución de las primeras cooperativas de consumo e industriales, donde su implicación y asesoramiento fueron fundamentales en la creación de la cooperativa Alfa en 1920, que dirigió durante quince años.

Mantuvo una actividad muy intensa durante la Segunda República y la Guerra Civil, teniendo que partir al exilio antes de finalizar la contienda. Falleció en Caracas en 1968 a la edad de 81 años.