El servicio de prensa de Lakua remitió el lunes por la tarde a los medios la agenda de actividades públicas de los miembros del Ejecutivo, en la que se anunciaba que de 10.00 a 11.30 horas se celebraría el Consejo de Gobierno, en el que se aseguraba que participaría la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, quien después en rueda de prensa presentaría la Ley de Cambio Climático que se iba a aprobar en la cita.
Por su parte, el PNV enviaba la agenda de actos de campaña que recogía para las 10.30 horas y en Donostia, un acto del alcalde y candidato a la reelección, Eneko Goia, junto a la consejera Arantxa Tapia sobre el desarrollo del polígono industrial que tendría lugar en Eskuzaitzeta.
Es decir, a la misma hora la consejera Arantxa Tapia iba a estar en dos sitios a la vez, una nueva muestra de su ubiquidad o capacidad de estar en todas partes que, según algunas malas lenguas, ya se intuía siguiendo los teleberris.
Parecía imposible pero lo logró. Arantxa Tapia se reunió con Olatz Yarza y Jon Insausti, además de con Eneko Goia para colocar como prioridad de la próxima legislatura la culminación del polígono industrial de Eskuzaitzeta y convertirlo en «el más importante de Gipuzkoa». La foto pretende atestiguarlo.
Al mismo tiempo, según la agenda de Ejecutivo, Arantxa Tapia estaba, además de en Donostia, a 103 kilómetros de distancia y a 1 hora y 15 minutos de allí en coche, en Lehendakaritza, participando del Consejo de Gobierno que a propuesta suya aprobó el proyecto de ley de Transición Energética y Cambio Climático. De hecho, poco después de las 12.00 del mediodía compareció junto al portavoz, Bingen Zupiria, y la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en una rueda de prensa. Se había cambiado de ropa.
Consejo de Gobierno con anuncios electoralistas
Si a Pedro Sánchez se le acusa de utilizar el Consejo de Ministros con fines electoralistas, el PNV parece haber decidido imitarle. Tres consejeros jeltzales comparecieron ayer para anunciar una Ley de Cambio Climático prometida para 2021, que va a solucionar todo lo no hecho hasta la fecha y llegar a 2050 siendo neutros en emisiones de carbono; y también un plus de 30 millones para inversiones en el presupuesto de 4.650 millones de Salud –lo que muestra falta de previsión en el proyecto aprobado en diciembre de 2022– y el incremento de 19 puestos de trabajo en una plantilla consolidada de 31.011 de Osakidetza que todavía no está cubierta en todas sus plazas fijas.
En estos días de campaña, con la ciudadanía descontenta con Osakidetza y prácticamente a horas de las jornadas de huelga convocadas por todos los sindicatos, la consejera Gotzone Sagardui dejó claras las intenciones de sus fuegos artificiales: «Todo lo anunciado hoy es un ejemplo más de la apuesta clara y prioritaria de este Gobierno por una sanidad pública vasca de calidad, centrada en lo que nos importa, en una asistencia sanitaria cada vez mejor, más inversión en salud, más financiación y más inversión en tecnologías sanitarias e infraestructuras». «Inversiones, plantilla y presupuesto» repitió.
Lo que no comentó Gotzone Sagardui es si Osakidetza tiene alguna explicación médica al don de la ubiquidad de la consejera Arantxa Tapia.