La situación «anacrónica, antidemocrática y antinatural» de Trebiñu
Trebiñu y Argantzon celebrarán elecciones locales el 28 de mayo, pero no forales. Pese a estar en el corazón de Araba, sus vecinos y vecinas están supeditados a las ordenes de la Juntas de Castilla y León, víctimas de una situación «anacrónica, antidemocrática y antinatural».
Trebiñu y Argantzon aspiran a convertirse en la octava cuadrilla de Araba. Sus vecinos y vecinas quieren lograr la integración política para acabar con una situación «anacrónica, antidemocrática y antinatural», que les obliga a depender de la Junta de Castilla y León.
«No tenemos nada contra Burgos ni contra Castilla y León ni contra su población, pero vivimos en el corazón de Araba y nuestras vinculaciones tienen como referente principal ese territorio histórico», indican en declaraciones a NAIZ desde la plataforma Trebiñu Araba da, relanzada el pasado curso para impulsar la integración.
Según indican, «está última legislatura se ha recuperado el puso de la reivindicación por la integración», con iniciativas en los dos municipios que forman el enclave. Acordaron la creación de una mesa de trabajo conjunto, «aunque de momento no se ha puesto en marcha».
Su objetivo es trabajar en la puesta en marcha de la citada mesa, en la que deben estar representados «ciudadanía, ayuntamientos y partidos políticos». «Es importante alcanzar amplios acuerdos entre las partes implicadas y una hoja de ruta compartida», añaden antes de instar a las instituciones vascas a remar en el mismo sentido, «acometiendo las pautas necesarias para promover la integración administrativa en Araba». Le piden que «pase de las palabras a la acción».
También se dirigen a las administraciones de Castilla y León, reclamándoles que «apuesten por la racionalidad para facilitar el proceso». «Las administraciones han de abogar por la racionalidad en el empleo de los recursos, y la mayor irracionalidad es la existencia del enclave», aseveran.
Y censuran los convenios suscritos entre las diputaciones, que «no cumplen con todas nuestras necesidades y, por tanto, no pueden permanecer indefinidamente». «Queremos dejar claro, una vez más, que la vía de los convenios tiene que ser una solución transitoria a los problemas que arrastramos históricamente», apuntan.
A este respecto, advierten de que «las deficiencias en la prestación de servicios se producen todos los días y en todas los órdenes: salud, educación, servicios sociales, carreteras, emergencias… Resulta imposible haber una relación exhaustiva de las disfunciones».
«Las deficiencias en la prestación de servicios se producen todos los días y en todas los órdenes: salud, educación, servicios sociales, carreteras, emergencias…
La distancia que les separa de Burgos se refleja en las urnas. En las elecciones a las Cortes de Castilla y León, la participación superó el 63% en la comunidad autónoma y el 62% en la provincia. Sin embargo, en Argantzon solo votaron el 40,41% de la población con derecho a voto, y el 35,89 en Trebiñu. «Queda claro lo que nos representan», señalan desde la plataforma.
Diferencias políticas entre los dos consistorios
La diferencia política es más acusada en los comicios locales, que hace cuatro años depararon la victoria de EH Bildu en Argantzon y del PNV en Trebiñu, si bien los jeltzales perdieron la Alcaldía el pasado verano tras la ruptura del acuerdo con un grupo independiente.
Pablo Ortiz de Latierro, alcalde de Argantzon y candidato a la reelección por EH Bildu, reconoce que han sido cuatro años marcados por una pandemia que ha puesto de manifiesto el «sinsentido en el que vivimos diariamente las personas del enclave».
En cuanto a la labor realizada por los ayuntamientos para acabar con esta situación, lamenta que el trabajo conjunto en pro de la integración «se paró un poco» tras la dimisión del jeltzale Enrique Barbadillo. «El nuevo equipo de Gobierno de Trebiñu –en manos de una agrupación llamada Ciudadanos del Condado (CDC)– no ha querido saber de este tema. Estuve reunido con el alcalde –Adolfo Estavillo–, analizó el tema y dijo que en este momento no lo veía», asevera.