Miguel Fernández Ibáñez
Interview
Dimitris Psarras
Periodista griego

«A Mitsotakis y a los ultraderechistas les une el neoliberalismo extremo»

Dimitris Psarras es periodista del diario ‘Efsyn’ y voz de referencia cuando se habla de la derecha y ultraderecha en Grecia. Sus obras nos acercan también a la dictadura de los coroneles y a personalidades de la derecha como Konstantinos Karamanlis y el actual primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.

Dimitris Psarras.
Dimitris Psarras. (Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ)

Autor de ‘La Biblia Negra’, el primer libro sobre el grupo neonazi Amanecer Dorado (AD), y ‘El Jefe’, la biografía de su líder Nikos Michaloliakos, las obras del periodista griego Dimitris Psarras, además de ser una aproximación a la ultraderecha en Grecia, también aportan una visión sobre, entre otros, el actual primer ministro, el derechista Kyriakos Mitsotakis, que se presenta a la reelección en los comicios que se celebran este domingo, 21 de mayo, en el país.

«Mitsotakis suele destacar sus estudios en universidades de prestigio, pero su investigación de 1990 en Harvard sobre la situación de las bases militares estadounidenses tras la dictadura está llena de imprecisiones y manipulaciones. Uno se pregunta por qué Harvard dio el visto bueno, y la respuesta es que, dos meses antes, su padre había sido elegido primer ministro de Grecia», explica Psarras sobre este país marcado por importantes sagas familiares: los Mitsotakis, Papandreu, Karamanlis, Bakoyannis, Venizelos...

En una conversación con GARA-NAIZ en la sede del diario progresista ‘Efsyn’, Psarras desgrana el juego de tronos en la derecha helena y cómo Mitsotakis hizo para liderarla. Además, este periodista, cuyas décadas de investigación le llevaron a ser testigo en el juicio contra la cúpula de AD, explica el presente de la ultraderecha: la ultraliberal, que es democrática, y la de los neonazis de AD –considerado grupo criminal en 2020– y el partido de su exportavoz Ilias Kasidiaris Griegos por la Patria, al que el Tribunal Supremo excluyó de las elecciones por considerarlo la continuación de AD.

Este año ha publicado la biografía política de Kyriakos Mitsotakis. ¿Cómo fue su camino hasta llegar al poder?

ras graduarse en Harvard, durante 10 años trabajó en el sector privado, en compañías relacionadas con el Banco Nacional. Estas compañías eran privadas, pero recibían ingresos del Estado y, años más tarde, se descubrió que la empresa que dirigió había cometido irregularidades con el dinero de la UE, y el Banco Nacional tuvo que devolverlo. Mitsotakis dice que ha tenido una carrera exitosa en el sector privado, pero evidentemente es una falacia. En 2003, cuando dio el salto a la política, dirigió la campaña desde la fundación pública de su padre, Konstantinos Mitsotakis. Kyriakos promueve el sector privado, pero ha explotado en su beneficio cada céntimo público. En 2004, cuando se convirtió en diputado, su hermana Dora era alcaldesa de Atenas; fue el año de las Olimpiadas, que fueron un desastre económico para el pueblo griego.

Dicen que Dora Bakoyannis, hermana mayor de Kyriakos y madre del actual alcalde de Atenas, está mejor preparada.

Tiene talento político, experiencia, es derechista, pero es sensata. Su hermano no es serio. Al principio, Kyriakos estuvo a la sombra de su padre y su hermana, prácticamente no hizo nada en su primera legislatura como diputado; apenas atendía a las sesiones del Parlamento. Fue inteligente como para esperar su momento, que llegó en 2010, durante la crisis económica. El entonces líder de ND, Antonis Samaras, se posicionó en contra del primer memorando [de la Troika], dijo que ND votaría ‘no’. Kyriakos lo acató, pero no Dora. Fue la primera vez que en la familia tomaban un camino diferente y, además, por Samaras, que era enemigo de la familia: en 1993 hizo caer el Gobierno de Konstantinos Mitsotakis. Por eso, el apoyo de Kyriakos a Samaras sorprendió, pero fue el movimiento correcto para deshacerse de su hermana. Un día después de la votación, Samaras expulsó a Dora Bakoyannis, que creó un partido que no tuvo éxito y terminó volviendo a ND, aunque ya a la sombra de su hermano.

La izquierda es mucho más fuerte y la decisión judicial ha parado los pies a muchos nazis que pensaban que podrían controlar el Estado. Lo van a intentar, pero sin éxito

 

¿Supo acercarse a otras corrientes de ND?

Demostró carecer de principios políticos, porque apoyaba el memorando. Es un neoliberal extremo, más que la ND. Lo primero que hizo al convertirse en presidente de ND en 2016 fue nombrar vicepresidente a Adonis Giorgiadis, que venía del ultraderechista Laos. Otros miembros de ese partido se unieron a ND en 2012, porque el líder de Laos no quería apoyar el segundo memorando. Lo que une a Mitsotakis y a estos ultraderechistas es el neoliberalismo extremo, el que se implementó en un solo país, en Chile, durante la dictadura de Pinochet.

¿Cómo ha sido la relación entre la derecha y la ultraderecha en Grecia?

Tras la caída de la dictadura, la ultraderecha estaba formada por seguidores de los militares y la monarquía; pese a que la dictadura terminó con la monarquía, les unía el odio en común hacia Karamanlis [primer ministro entre 1974 y 1980 por la recién fundada ND]. Luego, durante años, hubo personas en ND que eran promonarquía y prodictadura, pero no radicales, solo trataban de traer de vuelta al rey o rebajar condenas a militares.

La primera alternativa política radical fue Laos, en 2000, creado por Georgios Karatzaferis, exmiembro de ND. Trató de imitar al Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen y tuvo su primer líder ideológico en el neonazi Kostas Plevris. Karatzaferis tenía lazos con el Estado profundo y durante la crisis económica formó una coalición con ND y Pasok; sus seguidores no estaban contentos con esta alianza y Amanecer Dorado se posicionó como fuerza radical antisistema. En 2012 logró el 7% de los votos, mientras que Laos no superó el corte electoral del 3%. 

Se dice que la izquierda derrotó en la calle a AD, pero ¿hasta qué punto fue partícipe la derecha?

La calle no detuvo a AD, fue la Justicia, que reconoció que era una organización criminal. Antes del inicio del juicio, antes del asesinato del rapero Pavlos Fyssas, AD era aceptado en el Parlamento. Todos les consideraban extremistas, pero no pensaban que fueran un peligro para la democracia. Tras el asesinato de Fyssas [en 2013] hubo una reacción muy fuerte, todo el mundo entendió que eran unos asesinos. El objetivo de AD no era formar un Gobierno nazi, sino desencadenar un conflicto civil con anarquistas e inmigrantes, que lógicamente trataban de defenderse de los ataques, para provocar la intervención del Estado profundo. Ahora, personas del Estado profundo están creando partidos de ultraderecha, por ejemplo Kanello- poulos, que estuvo en el Tribunal Supremo. Grecia, España y Portugal han vivido bajo dictaduras y nosotros no hemos podido deshacernos de estas figuras favorables a la dictadura, que han sabido reproducirse en las instituciones.

Kyriakos Mitsotakis promueve el sector privado, pero ha explotado en su beneficio cada céntimo público

 

En el Estado español se dice que la llamada transición no supuso un cambio en las estructuras de poder.

Como en Grecia, no se vivió una revolución: los coroneles entregaron el poder a Karamanlis; no fue una liberación, fue un compromiso político. Fue bueno para nosotros, porque terminó con la dictadura, pero también tuvo consecuencias contraproducentes: no hemos superado ese sistema dictatorial, porque AD no era una organización de personas en los márgenes de la sociedad. Michaloliakos [su fundador y líder] tiene dos hermanos: uno es abogado de alto rango y otro fue general del Ejército.

En mayo, la Justicia prohibió participar en las elecciones a Griegos por la Patria, el partido que el neonazi y exmiembro de AD Ilias Kasidiaris dirige desde la cárcel. ¿Para quién pedirá el apoyo, para el partido del exfiscal del Supremo Anastasios Kanellopoulos?

Para participar en las elecciones, Kasidiaris creó Griegos por la Patria. Cuando vio que no podría presentarse entregó el liderazgo primero a Kanellopoulos, que en febrero de 2022 había creado el partido personalista EAN, y luego al militar Chatziliadis. Al final, la situación beneficia a Kasidiaris. Si Kanellopoulos, que se presenta con EAN, entra en el Parlamento, tiene abierta una línea de contacto; si no dirá que ocurrió porque no contó con su apoyo explícito. Además, es probable que las elecciones se repitan y Kasidiaris podría tener un nuevo partido, ya que la Justicia ha permitido que Kanellopoulos se presente pese a haber liderado unos días Griegos por la Patria y, por tanto, no tendría que prohibir un partido dirigido, por ejemplo, por Chatziliadis [bajo su liderazgo, Griegos por la Patria fue excluido, aunque podría enmascarar a los neonazis y concurrir con otras siglas y, en caso de afrontar problemas legales, alegar como referente el caso de Kanellopoulos].

Esta primavera, miembros de AD atacaron la exhibición de un artista de Macedonia del Norte. Los analistas subrayan que hay más organizaciones de ultraderecha que, sin embargo, son menos violentas y se limitan a distribuir panfletos. ¿Está de acuerdo?

Sí. Por ahora no son tan violentas. Los mismos ataques simbólicos ocurrían en 2009 y 2010, dos años antes de los actos violentos. Los neonazis intentan crear el mismo camino que conduce a la violencia.

La situación económica y social no es buena, ¿podríamos presenciar un nuevo auge de la ultraderecha?

No, la izquierda es mucho más fuerte y la decisión judicial ha parado los pies a muchos nazis que pensaban que podrían controlar el Estado. Lo van a intentar, pero sin éxito.