Gorka Urtaran es alcalde de las tres capitales de la CAV que peor nota ha ido obteniendo en las encuestas públicas que atienden en Sabin Etxea, es decir, las de Lehendakaritza y las de Gizaker para Focus EiTB. De hecho, en los mentideros políticos gasteiztarras se comenta que precisamente un augur demoscópico fue el que convenció al presidente del Araba Buru Batzarra, José Antonio Suso, de la necesidad de buscarle algún otro puesto en diferido al hijo de María Jesús Agirre y poner en el trampolín a la alcaldía a Beatriz Artolazabal.

Habrá que ver si el afamado sociólogo acertó, porque el último sondeo hecho público nada menos que por Lehendakaritza evidencia que desde que la exconsejera dejó el Gobierno y se puso en modo candidata en febrero, hace apenas tres meses, la intención directa del voto al PNV ha bajado desde el 18,07% al 12,6%. Pese a ello, y a que la cabeza de lista de EH Bildu, tiene una intención directa superior a la jeltzale, del 13%, la encuesta la sigue poniendo como ganadora, al igual que el Focus conocido este viernes. 

Estos trabajos no son muy distintos a otros anteriores que salen emplatados desde la cocina para que Artolazabal parezca ya la próxima alcaldesa. Y se le pone como primera contrincante a Rocío Vitero, quizá —malician algunos— con el objetivo de que el PNV consiga así activar el voto anti EH Bildu en aquellos sectores fronterizos con el PP y que algunos de los más tibios seguidores de Feijóo se sumen a la marea jeltzale bien saliendo de la abstención o bien cambiando de caballo y dejando a Ainhoa Domaica fuera de toda opción.

A Artolazabal se le pone como primera contrincante a Vitero, quizá –malician algunos– con el objetivo de que el PNV consiga así activar el voto anti EH Bildu en sectores fronterizos con el PP

Y, entre tanto, la teniente de alcalde Maider Etxeberria, del PSE, que hace cuatro años ocupó el segundo lugar, probablemente impulsada por el recuerdo del voto a Pedro Sánchez de las elecciones de apenas un mes antes, sobrevuela esta campaña jactándose unas veces de los logros de sus departamentos municipales, vendiendo en otras ocasiones tranvías a Zabalgana que en realidad dependen del Departamento de Transportes de Lakua, mientras que además, últimamente y cada vez más, pretende parecer la jefa de la oposición a su propia Junta de Gobierno.

Con la letra pequeña, hay cuatro posibles alcaldesas

Pero al leer la letra pequeña de algunas de estas encuestas, lo que se comprueba –y pocas veces se dice– es que el margen de error que la mayor de ellas confiesa para el Ayuntamiento de Gasteiz es del 4,9%. Eso quiere decir que cualquiera de los porcentajes ofrecidos puede ser un 4,9% menos o un 4,9% mayor. O del 4,3% si elegimos la de Lehendakaritza.

Por lo tanto, si en lugar de seguir los titulares sacados de un horno que no sabemos quién maneja, miramos los porcentajes que se atribuyen a cada candidata y le aplicamos el margen de error reconocido por la empresa encuestadora, la primera alcaldesa de Gasteiz puede ser Beatriz Artolazabal, sí, pero también puede serlo Rocío Vitero o Maiden Etxeberria y hasta Ainhoa Domaica. Las cuatro están en la horquilla posible. Las cuatro están en la pelea.

Pero hay más. Si repasamos la historia, tanto el PNV, como el PSE y durante mucho tiempo el PP, han tenido alcaldes en Gasteiz. Hay también otro dato importante –que en las últimas entrevistas y declaraciones parece habérsele olvidado a Gorka Urtaran–: que en 2915 el PNV volviera a la alcaldía fue un acto de generosidad política de EH Bildu, muy pocas veces vista en estos ámbitos, que había ganado claramente a los jeltzales en aquellas elecciones y que, por el bien de la convivencia en la ciudad, dio un paso atrás, que luego desde Sabin Etxea ni desde Landaburu Etxea jamás le han reconocido ni mucho menos agradecido.

Mujer y ¿feminista? Deciden las y los 38,76 % indecisos

Lo único claro es que la próxima alcaldesa de Gasteiz será por primera vez una mujer. Pero poco antes de comenzar la campaña electoral oficial, EH Bildu reunió a más de 150 mujeres en un acto en el que quisieron dejar claro que «no basta que la próxima alcaldesa sea mujer, ¡tiene que ser feminista!». Y ese puede ser otro campo de batalla electoral.

Sobre todo porque, atendiendo a las mismas encuestas de las que hablamos, hay otro dato coincidente que se destaca poco. Que un 11,7% de los encuestados no contesta y el 27,06% asegura que no sabe lo que va a votar (lo que convierte a esta en la respuesta más abundante en la intención directa de voto). Es decir, hay nada menos que un 38,76% que ha respondido ese socorrido «no sabe-no contesta» que acabamos llamando indecisos.

Y en manos de ellos y de ellas, puede estar la decisión del nombre y del partido de la primera alcaldesa de Gasteiz, sacándola del atasco que hay entre las cuatro de las principales candidaturas. Tienen que solucionar el problema del tráfico que acecha a la ciudad y otros muchos.

Gasteiz ha ido «a peor» para el 44,3% de los encuestados

Según el último sociómetro pagado por el Ayuntamiento de Gasteiz y realizado también por Gizaker, para el 44,3% de los encuestados en los últimos años la situación de la capital ha ido «a peor», mientras que el 28,7% consideran que sigue igual y el 24,7% entienden que ha mejorado. Con esos datos, no es de extrañar que alguien sugiriera la necesidad de cambiar el candidato a la alcaldía, aparcando a Gorka Urtaran a quien desde el ABB han dejado claro que ya buscarán otro puesto. Lo llamativo es que por el mero cambio de la cabeza de lista, se dé también como ganador de las elecciones al mismo partido que tan mal lo ha hecho empeorando la calidad de vida en la ciudad. O que, por ejemplo, la nueva candidata, Beatriz Artolazabal, asegure en un foro público que llega para «liderar el cambio». ¿El cambio sobre lo hecho por su propio partido?

Además de los problemas de tráfico, también hay quejas por la falta de limpieza y mantenimiento y crece la sensación de un aumento de la delincuencia.

Y qué harían los encuestados si fueran la próxima alcaldesa o alcalde de la ciudad. Un 13,5% daría prioridad al transporte público y a la movilidad ciudadana, mientras que un 8,3% mejoraría la seguridad ciudadana. Esas son las dos prioridades más mencionadas por los encuestados como respuestas espontáneas.

Quizá en esa percepción de Gasteiz se pueda entender la campaña que está haciendo el PP con Ainhoa Domaica al frente de su lista.

Reclamación de participar en las decisiones

Pero cuando se les ofrece un catálogo de respuestas sugeridas, resulta alentador ver que el 87,6% creen que la prioridad debe ser el «empleo y la situación económica», y un 85,3% apuestan por la «atención a personas vulnerables, como mayores, menores e inmigrantes».

Ahí podría encajar bien la candidata de EH Bildu, Rocío Vitero, que estuvo trabajando para las personas más necesitadas y esa fue la razón por la que entró «en política» desde su militancia continua en el ámbito social. Se formó en grado de Trabajo Social. Tiene un máster en Políticas Sociales y Exclusión Social y Ciudadanía. Ha trabajado con personas mayores, con personas que estaban en prisión, en exclusión… Y durante una temporada estuvo gestionando el Aterpe.

Vitero llega desde la militancia social, Artolazabal ha hecho todo el recorrido institucional y Etxebarria fue directora en el Gobierno autonómico

Beatriz Artolazabal que ha hecho todo el circuito institucional, pasando por el Ayuntamiento, la cúpula de Osakidetza, la Diputación y el Gobierno de Lakua, antes de volver al ámbito municipal, y Maider Etxeberria, que también ha pasado con el cargo de directora por el Ejecutivo autonómico y lleva cuatro años como teniente de alcalde, podrían tener en cuenta que lo que pretende mayoritariamente la ciudadanía es que el Consistorio consulte frecuentemente a la ciudadanía sobre sus opiniones, porque hay que facilitar la participación de la gente en las «grandes decisiones políticas» antes de llevarlas a cabo. Aunque también son muchos quienes piensan que «hay que dejar que sean personas expertas las que tomen las decisiones». Las tres respuestas están por encima del 8, siendo 0 totalmente en desacuerdo y 10 totalmente de acuerdo. Son las contradicciones, no se sabe si de las encuestas o de la ciudadanía.

Habrá que observar cómo acaba todo esto, porque los sondeos no son más que eso. Pero a ver si al final el alcalde al que echaron las encuestas va a cerrar la noche del 28 de mayo esbozando una sonrisa maliciosa.