Y cuando menos te lo esperas, alguien te dice que no te da una entrevista
En campaña, siempre hay algún candidato que se suma a la derecha española y decide no dar entrevista a GARA. Es una triste constante. También es cierto que algunas representantes han reflexionado y han decidido hacer su trabajo y dejar que el resto hagamos el nuestro. La última vez, los que no se atrevieron a darnos entrevistas fueron Iñigo Urkullu e Idoia Mendia. Es incomprensible que políticos y cargos públicos decidan no responder las preguntas incisivas pero educadas de los y las periodistas. En esta ocasión, a los tradicionales Javier Esparza (UPN) o Ainhoa Domaica (PP) se han sumado dos nombres sorpresivos: Beatriz Artolazabal y Elixabete Etxanobe. Ambas son dirigentes del PNV, la primera candidata al Ayuntamiento de Gasteiz y la segunda a diputada general de Bizkaia.
Según todas las encuestas, Artolazabal puede llegar a ser alcaldesa, aunque deberá pelear esa plaza con Rocío Vitero (EH Bildu), la mencionada Domaica y Maider Etxeberria (PSE). Lo cierto es que esos mismos sondeos muestran que a más que la conoce la ciudadanía, menos eligen a Artolazabal para suceder a Gorka Urtaran. Esa puede ser una razón para no dar entrevistas, claro, pero también muestra una gran debilidad si se quiere liderar una ciudad como Gasteiz, necesitada de un revulsivo.
El caso de Elixabete Etxanobe es igual de llamativo, más incluso. Muy poca gente conoce a la hasta ahora diputada foral de Administración Pública y Relaciones Institucionales de Bizkaia. En marzo, según EiTB Focus, solo un 31,3% de las personas encuestadas sabía quién era Etxanobe. Casi tres puntos menos que Iker Casanova, el candidato de EH Bildu. Es cierto que, aún así, la candidata jeltzale sacaba la mejor nota en valoración, un 6,2. Cabe deducir que los grandes resultados que pronostican para el PNV en ese territorio tienen más que ver con el partido que con la candidata. Aún así, o precisamente por eso, era de esperar que Etxanobe quisiera darse a conocer antes de acudir a la cita con las urnas. No ante los y las lectoras de GARA.
Por nuestra parte, nos reafirmamos en nuestros compromisos y demandas (lo escribimos respecto a los vetos precedentes): «Liderar es rendir cuentas y no esconderse. En democracia, gobernar obliga a dialogar con quienes no estás de acuerdo. Creer en la libertad de prensa implica creer en la pluralidad de la prensa. Dar entrevistas solo a medios cercanos es un signo de debilidad y sectarismo. De todos modos, aunque no quieran dar respuestas, el compromiso de nuestros medios es seguir haciendo preguntas que sirvan para pensar y enriquecer el debate público».