Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Un nuevo ‘dark crooner’ llamado Éric Cantona

Telúrico, genial y antifascista en sus facetas como futbolista, activista y actor, Éric Cantona ha vuelto a sorprender con la que es su primera experiencia como cantante y compositor. ‘The Friends We Lost’ es el título de su primera canción y nos descubre la voz de un crooner oscuro y sensible.

Éric Cantona fue internacional en 45 ocasiones con la selección francesa y defendió los colores del Manchester United durante cinco años.

A pesar de ello, siempre será asociado a aquella secuencia del año 95 en la que propinó una espectacular patada a un aficionado fascista del Crystal Palace, un militante de un partido de extrema derecha que se pasó todo el partido gritando a Cantona «bastardo de mierda» y que regresara a su país.

Veintiseis años después de aquella escena que dio la vuelta al mundo y señaló para siempre al futbolista, dijo «de lo único que me arrepiento es de no haberle pegado más fuerte».

Nieto del catalán Pere Raurich, que luchó contra el fascismo durante la Guerra del 36, Cantona es una extraña fusión entre lo telúrico y lo emocional. Un ejemplo de ello lo encontramos en una sus frases más conocidas: «Nunca podré diferenciar entre un pase de Pelé en el Mundial de México 70 y la poesía de Rimbaud».

Poliédrico Cantona

Además de su faceta como futbolista, Cantona ha participado en muy diferentes propuestas cinematográficas. Una aventura que comenzó en 1995 cuando participó junto con su hermano Joël Cantona en la película ‘La alegría está en el campo’.

Tres años más tarde encarnó a un embajador francés en la producción británica Elizabeth, de Shekhar Kapur) y su primer papel protagonista llegó ese mismo año con ‘Mookie’, una comedia infantil que compartió con el actor Jacques Villeret. Ambos volverían a coincidir en ‘La fortuna de vivir’ (1999), de Jean Becker.

Una de sus experiencias más aplaudidas en el medio cinematográfico se produjo cuando colaboró con el cineasta británico Ken Loach en ‘Buscando a Eric’ (2009), en la que además de ejercer como coproductor, se encarnó a sí mismo para ayudar a un cartero de Mánchester –interpretado por Steve Evets, bajista de The Fall– a rehacer su vida.

Además, Cantona ha sido responsable de documentales para televisión a través de su productora Canto Bros Production. Entre ellos la serie ‘Looking for’, ‘Foot et Immigration’ y ‘Rebeldes del fútbol’.

En 2020 protagonizó la serie e Netflix ‘Recursos inhumanos’, que está basada en una novela homónima de Pierre Lemaitre y que se reveló como un implacable relato sobre la miseria humana y los monstruos que crea el sistema capitalista.

Una temática que va acorde con el ideario político de un Cantona que siempre se ha mostrado especialmente sensible con las desigualdades sociales.

En 2010 organizó una protesta a través de las redes sociales contra el sistema bancario de reserva fraccionaria. En su opinión, provocar un pánico bancario era la mejor forma de denunciar los recortes en gasto social y la reforma de las pensiones del gobierno del Estado francés.

Dos años después, publicó una carta abierta en el diario ‘Libération’ en la que pidió a 500 alcaldes que se comprometieran con la Fundación Abbé Pierre para la construcción de viviendas sociales y la limitación del precio de los alquileres.

En aquella ocasión dijo que «es inaceptable que hoy en día haya gente que se vea en la obligación de hacer enormes sacrificios con la educación de sus hijos, a veces incluso poniendo en riesgo su salud, para poder tener un alojamiento».

También se ofreció voluntario para acoger a refugiados sirios en su casa de Marsella durante dos años, y ha reclamado en muy diversas ocasiones una solución a todas las partes implicadas.

La voz de una fiera sensible

Siempre inquieto, ahora ha sorprendido con la publicación de un tema que servirá de prólogo a su debut como cantante y compositor. Titulado ‘The Friends We Lost’, nos descubre un registro de voz profundo y dramático que, salvando las distancias, podríamos asociar a Nick Cave y a la última etapa de Leonard Cohen.

Cantona recordó que aprendió de manera autodidacta a tocar la guitarra durante la pandemia y lo hizo «para poder componer canciones. Sigo siendo un mal guitarrista pero ya he compuesto como 30 temas».

En esta su primera experiencia, se ha servido de la guitarra, el piano y las cuerdas para tejer una narrativa de nostalgia, evocando los recuerdos de los amigos que ya no están.

En un comunicado de prensa explicó que «siempre he dicho que, si me reencarnara, sería como un águila. Las letras están destinadas a ese águila, le pregunto cómo se siente al volar libre, rodeada de silencio y plenitud. Quería transmitir esa sensación abrumadora que a veces me embarga, de no haber aprovechado al máximo los preciosos momentos compartidos con amigos y familiares».

Sobre su relación con la música, añadió que «siempre ha sido parte de mi vida. Siempre he tenido melodías resonando en mi ser. Sin embargo, el tiempo siempre fue un lujo que me faltaba. Durante el confinamiento, por fin logré dedicarle atención a la guitarra. Aunque aún me considero un guitarrista modesto, me sentí lo suficientemente confiado como para dar forma a algunas composiciones».

El próximo 16 de junio difundirá su segundo tema y realizará tres presentaciones en Manchester, Londres y Dublín, programadas para octubre. Sobre su elección de Manchester para el inicio de esta travesía musical, dijo: «Es una ciudad que me ha dejado una huella imborrable. No solo por el fútbol, sino también por la atmósfera en general».