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Pablo González denuncia la falta de acusación concreta y que el Gobierno parezca saber más

El periodista vasco Pablo González ha denunciado la falta de acusación concreta tras casi 16 meses encarcelado en Polonia, lo que le impide defenderse con garantías, y ha criticado que el Gobierno polaco parezca conocer mejor las imputaciones, según ha transmitido su familia tras una visita.

Pablo Gonzalez
Pablo Gonzalez (Hamaika Telebista)

Oihana Goiriena, compañera de Pablo González, periodista vasco encarcelado en Polonia desde hace casi 16 meses, ha podido visitarlo por segunda vez después de casi 7 meses. En esta ocasión, le han acompañado su hijo mayor y la madre del periodista.

Goiriena ha explicado que «Pablo se encuentra físicamente bien, aunque el año y cuatro meses en aislamiento comienza a pasarle factura en lo anímico».

Por ello, confía en que esta visita haya servido «para reforzar su determinación de aguantar esta injusta situación». González está en situación de alslamiento, con lo que solo puede salir al patio durante una hora al día, y tiene casi totalmente restringidas las visitas, además de los libros y material de lectura y estudio.

En ese estado anímico está influyendo sobre todo la falta de una acusación concreta con la que pueda organizar una defensa. Según Goiriena, «lo que más le desanima es que después de más de 16 meses siguen sin poner sobre la mesa una acusación concreta y que en el fondo, por lo que realmente le tienen en prisión es porque le consideran un divulgador de noticias favorables a Rusia; cualquiera que conozca su trabajo puede dar fe de que eso no es así».

«Es imposible defenderse con un mínimo de garantías si no se conoce, como le ocurre a Pablo, ninguna acusación concreta», insiste.

Pero además, el periodista se encuentra muy molesto con la postura del Gobierno polaco, y más concretamente co las manifestaciones del ministro de Exteriores, Bogdan Aurescu, en la que afirmó que los hechos son «graves y muy serios».

«Parece ser que el ministro tiene más datos que Pablo y sus abogados y, como dice Pablo, lo más grave y serio es la indefensión en la que se encuentra», señala Goiriena.

Según filtraciones anteriores, se le acusa de una acusación genérica de espionaje, que en el Código Penal polaco puede castigarse hasta con diez años de cárcel, aunque se trata de imputaciones difusas mientras no se concreten.

Agradecido con la solidaridad

Por otra parte, en la visita González expresó a su familia su alegría «por las constantes muestras de solidaridad que mucha gente nos ha trasladado en todos estos meses y por el incansable apoyo de la gente de “FreePablo” con quienes tenemos una deuda de gratitud inmensa».

Goiriena añade que también para su hijo mayor, «que ya tiene edad para entender y hacer frente la situación que nos afecta, también creo que ha sido positivo ver nuevamente a Pablo, aunque sea con uniforme de preso y en las condiciones en que se encuentra después de tanto tiempo sin una acusación concreta».

Por otra parte, al margen de la visita familiar, el periodista vasco se pudo entrevistar con su abogado Gonzalo Boye, quien el pasado mes de marzo ya constató que el acceso a las actuaciones judiciales es muy limitado, con lo que el derecho de defensa se ve casi totalmente suprimido en su vertiente efectiva.

«Confiamos en que no tengamos que esperar otros siete meses para poder verle nuevamente y seguiremos insistiendo en que le reconozcan su derecho a llamar a su familia, poder hablar regularmente con sus hijos y a tener un juicio justo», insistió Goiriena.