«Para algunos [el arte] es un modo de vida. «La pintura no ha sido parte de mi vida para mí, sino la vida misma», confesó a a su vez a Joxean Agirre en esta entrevista publicada en 2016. Residente en Ziburu, el domingo falleció a los 91 años, tras una intensa vida, esta figura clave en la transformación del arte vasco del siglo XX, pionero del cine pintado y último superviviente del Grupo Gaur.
«¿Cómo te puedes aburrir? Un tío que se aburre es un tonto», se escucha decir a José Antonio Sistiaga (Donostia, 1932-Donibane Lohizune, 2023) en ‘Sistiaga, une historie basque’, el largometraje documental de Manuel Sorto, un cinesta de Baiona de origen salvadoreño, donde se recoge una serie de conversaciones entre ambos amigos.
La excusa, la retrospectiva que en 2011 le dedicó el Koldo Mitxelena de Donostia, una de las varias que, a lo largo de los años, ha revisitado la obra de este creador vanguardista. El momento elegido es el año 2018, en el festival Zinebi de cine de Bilbo, donde se estrenó el documental cuando se cumplía precisamente medio siglo de que el jurado de Zinebi le concediera el Premio del Cine Experimental por su ‘Ere erera baleibu izik subua aruaren’ (1968), una cinta rompedora para la época, en la que Sistiaga inventó el cine pintado, con un título inventado también que sonaba a euskara.
Pero parece que la copia no volvió nunca a sus manos. «Se perdió», dijo Sistiaga en la rueda de prensa de presentación del documental en Bilbo. Que se la había quedado alguien del festival. Momento de tensión. Que no, la directora de Zinebi, Vanesa Fernandez; que sí, Sistiaga. Que sí, que no, y Sistiaga no parecía convencido. La anécdota podría servir para describir su carácter indomable, que también, pero es que aquella película era una obra de arte en sí misma. Y tan experimental, que cuando se estrenó en Zinemaldia, parte del público salió de la sala.
Ejemplo de cine ‘sin cámara’, a Sistiaga le llevó completar esta película 17 meses, de 10 a 12 horas al día. Cada uno de los 108.000 fotogramas era completamente único. Posteriormente pintó otros dos largometrajes.
Compromiso y naturaleza
José Antonio Sistiaga también fue uno de los últimos grandes artistas de la renovación del arte vasco e integrante del movimiento de vanguardia Grupo Gaur, al que también pertenecieron Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Nestor Basterretxea y José Luis Zumeta.
Nacido en Donostia en 1932, era «un autor indomable», como escribía el especialista en arte Fito Rodríguez Bornaetxea en las páginas de GARA con motivo de aquella exposición de 2011. «Su figura –añadía– tiene un papel destacado en el proyecto colectivo Gaur durante los años sesenta. En este frente cultural de vanguardia, que quería dar respuesta al deteriorado panorama tardofranquista, la educación y la experimentación jugaron un papel fundamental promoviendo distintas tentativas de enseñanza alternativa basada en la creatividad y desarrollando una reflexión crítica sobre los límites del arte. Es precisamente esa condición experimental la que Sistiaga no ha abandonado nunca», añadía.
Luego Sistiaga ha sido objeto de más retrospectivas, evidentemente, la última en enero de 2022 en la donostiarra sala Kubo Kutxa, bajo el título ‘De rerum natura’, donde se daba muestra de una fructífera trayectoria que tuvo en la naturaleza su principal fuente de inspiración.
Artista precoz y autodidacta, era hijo único de una familia cuyo padre, republicano, fue denunciado por un cura del vecindario. «Mi padre estuvo en la cárcel casi tres años y cuando salió le dieron un tiro en la nuca en el bar Aurrera. Se salvó de milagro. Murió de cáncer unos años más tarde. Yo era un chaval todavía, pero recuerdo que mi madre dijo esta frase: ‘Tu padre ha tenido problemas con Melitón Manzanas’», contó en una entrevista que le concedió a Joxean Agirre. Sistiaga probó oficios bastante variopintos, como el de ayudante y chófer de un contrabandista a los 17 años. Sus peripecias y su obra daban para una novela.
Siempre comprometido, también fue uno de los artistas vascos que participó en la iniciativa para hacer frente al expolio de GARA aportando una de sus obras.
Las reacciones ante la desaparición de este gran artista vasco no se han hecho esperar.
Profundamente consternados por el fallecimiento de José Antonio Sistiaga, gran artista y compañero de Oteiza en muchas de las iniciativas culturales que construyeron País. En 2015 tuvimos la oportunidad de acoger su obra en en nuestro Museo. Goian Begohttps://t.co/CUzeOTfmgJ
— Museo Oteiza Museoa (@MuseoOteiza) June 25, 2023
Artista handia, pertsona handiagoa
— martin garitano (@martin_garitano) June 25, 2023