Con un presupuesto de 21,4 millones de euros, la conexión Castejón-Iruñea del TAV ha iniciado el proceso de información pública del estudio de este tramo, a pesar de que varios ayuntamientos, entre ellos, el de Castejón, han pedido «sentido común» con esta infraestructura y han instado a parar las obras.

El objeto del estudio, según señala el citado ministerio español, es «analizar y determinar la solución óptima» para una conexión ferroviaria temporal, en el entorno de Castejón, de la línea de alta velocidad Castejón-Iruñea (actualmente en obras avanzadas de su plataforma), con la línea convencional ferroviaria en servicio Casetas-Bilbo.

Según el Ministerio español de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), con esta conexión temporal se trata de conseguir «llevar a cabo la puesta en servicio y poner en valor las obras» en el tramo de alta velocidad Castejón-Iruñea «lo antes posible» y, «en todo caso, antes de la puesta en servicio de la nueva línea de alta velocidad Zaragoza-Castejón, actualmente en fase de estudio informativo».

La conexión contempla un trazado de vía única en ancho ibérico cuyo inicio se localiza en la línea convencional Casetas-Bilbo, en el término municipal de Tutera, en la alineación previa a la llegada a la estación de Castejón, y con el final en el estribo sur del viaducto de cruce sobre el río Ebro, perteneciente al tramo de alta velocidad Castejón-Iruñea.

Dos alternativas

En el estudio informativo se analizan en detalle «dos alternativas de trazado similares en cuanto a su alcance y funcionalidad».

La alternativa 0, de 5 km de longitud, debe cruzar en viaducto el barranco de Valdelafuente, que forma parte de la Zona de Especial Conservación (ZEC) del río Ebro y afluentes y cruzarse con la línea ferroviaria existente Casetas-Bilbo para enlazar a continuación con el tramo de alta velocidad Castejón-Iruñea.

La alternativa 1, de 3 km, tiene su origen en un punto más cercano a la estación de Castejón, una vez pasado el entorno de la ZEC del río Ebro y afluentes, de manera que «evita la afección a estos espacios de la Red Natura 2000», y rectifica parte de la vía actual en servicio Casetas-Bilbo, «evitando el cruce de la nueva conexión sobre la línea actual y reduciendo el movimiento de tierras global de la actuación», señala el Ejecutivo de Madrid.

Del análisis realizado «se determina que la alternativa 1 define una infraestructura más eficiente, ya que limita su envergadura a lo estrictamente necesario sin afectar a espacios naturales protegidos, por lo que cumple mejor con los objetivos perseguidos y, por ello, es la alternativa que se propone en el estudio informativo».

Este estudio propone también la implantación temporal del ancho de vía ibérico en el tramo Castejón-Iruñerria (Arrizabalaga-Campanas), «con el fin de proporcionar un itinerario continuo entre el cambiador de ancho de Plasencia de Jalón y Pamplona, para así obtener el mejor de los tiempos de viaje posibles en esta situación».

El ancho de vía ibérico en el tramo Castejón-Iruñerria se mantendrá hasta que esté finalizada la nueva línea de alta velocidad Zaragoza-Castejón, momento en que deberá migrar al ancho de vía estándar de acuerdo con la solución aprobada en el estudio informativo original.

El Mitma añade que el proceso de información pública iniciado es solo a efectos de la Ley del Sector Ferroviario, ya que el estudio informativo ya ha sido objeto de evaluación de impacto ambiental simplificada de acuerdo con la Ley de Evaluación Ambiental y la resolución del Ministerio formulando el informe de impacto ambiental fue publicada en el BOE el pasado 15 de mayo.

Ahora se abre un proceso de información pública por un período de 30 días hábiles para que personas, instituciones y administraciones interesadas puedan formular observaciones sobre la concepción global del trazado.