Multitudinario y con los sentimientos a flor de piel son los términos que definen el homenaje especialmente musical que se ha tributado en la calurosa mañana sanferminera de este sábado a Germán Rodríguez y Joseba Barandiarán.

Los aledaños de la estela dedicada a la víctima de los sucesos de 1978 se han quedado literalmente pequeños en el 45 aniversario de esos terribles acontecimientos.

Gente de todas las edades aguantaba estoicamente el calor o buscaba como podía una sombra para no perderse una cita que ha tenido un sabor histórico por el carácter de la misma y por la cantidad de personas que ha congregado.

El homenaje ha comenzado con unos bertsos de Sustrai Colina, a los que ha seguido la presentación del acto a cargo de Amaia Kowach, de Sanfermines 78: gogoan!, quien, tras denunciar los obstáculos que el Ayuntamiento de UPN está poniendo a las «fiestas populares», ha recordado que ya son «45 años de impunidad» de unos hechos que «no se olvidan. La memoria de aquel crimen de Estado seguirá viva».

Un coro atronador y emocionante

Seguidamente, se ha bailado un aurresku de honor ante la estela, al que ha tomado el relevo la interpretación de la canción ‘Txoría txori’, de Mikel Laboa, que ha corrido a cargo de aproximadamente cien voces correspondientes a los coros que apoyaban el acto, aunque prácticamente todas las personas presentes se han sumado, formando un atronador y emocionante orfeón.

La lectura del manifiesto ‘Voces y música contra la impunidad’ ha corrido a cargo de Fermín Balentzia, un habitual del recuerdo del 8 de julio y al que se veía especialmente emocionado, y Miriam Zaragueta, de Ziripot Txaranga. En el mismo, han recordado que, entre las personas que vienen reclamando «verdad, justicia y reparación para aquella agresión», figuran «personas y grupos relacionados con el mundo de la música».

Son bertsolaris, joteras, txarangas, grupos y conjuntos, cantautores, txistularis, corales... que han recogido en sus canciones y bertsos «el recuerdo de lo ocurrido y acompañado con nuestra música las actividades y movilizaciones que han denunciado el crimen».

Ante 45 años de impunidad, han considerado «preciso redoblar nuestros esfuerzos en todos los ámbitos sociales para conseguir recuperar la verdad sobre lo ocurrido y así abrir el camino al logro de justicia y reparación negada». Una tarea de «transmisión de la verdad» que se aborda desde diferentes espacios sociales, «cada cual aportando su grano de arena».

Desde el mundo de la música, «seguiremos extendiendo a los cuatro vientos nuestras canciones y bertsos, los ritmos y acordes de nuestros txistus, guitarras, gaitas, saxofones... Seguiremos haciendo de la música una herramienta de exigencia de verdad, justicia y reparación». Y lo harán «rompiendo la sordera de quienes no quieren escuchar, entreabriendo las heridas mal suturadas, interpelando a las instituciones, actualizando el discurso para llegar a las nuevas generaciones y ensanchando las grietas del silencio y la impunidad impuesta. Entre todas y todos podremos conseguirlo».

El homenaje ha continuado con la interpretación del tema ‘Hilarria’, una canción dedicada a Germán Rodríguez por parte del grupo Skalarian, y ya en la recta final, se ha cantado ‘Eusko Gudariak’ e ‘Internazionala’ con el acompañamiento de txistularis, para terminar el acto con la interpretación de ‘Topa dagigun’, de Oskorri, de nuevo prácticamente por todas las personas congregadas.

Un paso más para lograr «una memoria integral»

Entre el gentío asistente al homenaje figuraban las cabezas de lista de EH Bildu al Congreso español por Nafarroa y Gipuzkoa, Bel Pozueta y Mertxe Aizpurua, respectivamente, quienes, antes de comenzar el acto, han comparecido ante los medios para hacer una referencia a la memoria de los sanfermines del 78.

Pozueta ha recordado que, 45 años después, «la muerte de Germán sigue hoy sin esclarecerse, sus responsables siguen impunes, y su familia no ha encontrado, 45 años después, ni reconocimiento ni justicia. Germán sigue olvidado por un Estado que no asegura verdad, justicia y reparación para todas las víctimas. Porque aun hoy, la Ley de Secretos Oficiales en vigor permite mantener un manto de secretismo e impunidad sobre casos como el de Germán. Es hora de acabar con esta situación».

En este sentido, ha añadido que «conseguimos recuperar el fuerte de San Cristóbal como lugar de Memoria. También lo hicimos con la cumbre de Donostia e impulsamos el Memorial del 3 de Marzo. Ahora es el momento de dar un paso más para lograr que nuestra memoria, la memoria de navarra, sea integral. Para que, por fin, Germán, Mikel Zabalza y todas las victimas sin excepción, tengan el reconocimiento, la justicia y la reparación que merecen. Trabajaremos para hacerlo posible».

Por su parte, Aizpurua ha anunciado que «tomamos el compromiso de trabajar para terminar con la Ley de Secretos Oficiales que aún sigue en vigor en el Estado español. Una ley que impide a las víctimas, a la justicia y a la ciudadanía, conocer la verdad sobre algunos de los más duros sucesos de nuestra historia reciente».

Por eso, «frente al recorte de derechos, libertades y la amnesia histórica a la que las derechas españolas y navarras pretenden llevarnos, queremos no solo defender, sino reivindicar una memoria integral para todas las víctimas. La memoria de German, de Mikel Zabalza, de las víctimas del franquismo y de la guerra sucia. Todas ellas merecen verdad, justicia y reparación».

Ha concluido que «solo así será posible construir un futuro con todas las memorias basado en la defensa de todos los derechos para todas las personas».