La diversidad cultural de Iruñea que UPN quiere invisibilizar se ha mostrado en toda su intensidad en la Kalejira de las Culturas, un pasacalles en el que han participado medio centenar de grupos y asociaciones de América, Europa, Asia y África.
Durante el mismo, personas de diferentes orígenes y tradiciones, que forman parte de la ciudadanía iruindarra, han exhibido elementos propios de sus culturas de origen, como trajes, música o danzas.
Eran miembros de asociaciones de Brasil, Sahara, Mali, Bolivia, Bulgaria o Estados Unidos, entre otras, que trabajan durante todo el año por la integración de las personas migrantes en la sociedad iruindarra, contra la discriminación, el racismo y la xenofobia. Y que apuestan también por evidenciar la obligación de instituciones y ciudadanía de trabajar conjuntamente por el derecho a la igualdad en cuestiones de género o en el ámbito de la diversidad funcional.
El desfile ha salido desde el cruce de la calle San Lorenzo, con la calle Mayor, para avanzar en dirección de la Plaza Consistorial. Desde ese punto, se ha dirigido a Txapitela, para alcanzar la Plaza del Castillo, donde ha finalizado con un acto.
Como manda la tradición, en el mismo se ha repartido a los participantes y acompañantes un postre muy simbólico, macedonia de frutas, de la que se habían preparado mil raciones.
«Agradecer la acogida con nuestra cultura»
Eglée Torres, portavoz de los colectivos participantes en el evento, ha destacado que este año tenían «una masiva participación de 51 asociaciones o colectivos migrantes», que cuentan con «un espíritu que mantenemos, porque es una forma de visibilizar la diversidad de esta ciudad. Para nosotros es un honor participar en la kalejira y mostrar nuestra cultura».
En el colorista desfile se ha disparado la participación, que en años anteriores ha llegado a contar con «más de 1.470 personas. El año pasado estuvo un poco mermada por la pandemia, pero este se han inscrito bastantes colectivos y hay mucho ánimo de bailar, de agradecer, porque esta kalejira es una manera de agradecer con nuestra cultura a esta ciudad que nos haya acogido».
Torres ha destacado que los adornos que se lucían en el desfile «se han hecho en los talleres ornamentales, utilizando materiales reciclados. Es un proyecto bonito».
Pero también tienen una reivindicación que hacer y tiene que ver con el comportamiento de UPN a la hora de cederles un espacio en las fiestas. En este sentido, Torres, ha recordado que «nos pretendían poner en una zanja en el parque de la Runa, con una serie de restricciones terribles y no hubo manera. Pero entendemos que no solo es cosa de nosotros, sino con los grupos populares, sociales».
En este sentido, ha añadido que «ha habido un comportamiento poco elegante y poco sensible». Una situación que espera que cambie «con las nuevas autoridades. Retomaremos las negociaciones, pero no vamos a aceptar menos de lo que merecemos, porque no estamos pidiendo un favor, sino que exigimos, como ciudadanos de esta ciudad, que nuestra cultura sea respetada».
Y ha concluido insistiendo en que «no es una cuestión política, sino de justicia social. Hemos estado dos años sin espacio y eso nos pesa. Queremos participar, pero dignamente y donde seamos visibilizados».