‘Sound of Freedom’ se presenta como un thriller religioso protagonizado por Jim Caviezel, un reconocido actor ultracatólico y ultraconservador que legó para la posteridad su entregada interpretación de Jesucristo en la magistral ‘La Pasión de Cristo’ de Mel Gibson.

La trama está basada en un bulo sobre el tráfico sexual de niños y ha recaudado 40 millones de dólares en seis días, después de su estreno el Día de la Independencia.

A pesar de proyectarse en un menor número de salas en comparación con otras películas populares, como la secuela de Indiana Jones, ‘Sound of Freedom’ logró recaudar 18,2 millones de dólares en su segundo fin de semana, lo que le permitió ocupar el tercer lugar en la taquilla estadounidense y afectar negativamente el rendimiento de ‘Indiana Jones y el dial del destino’.

Buena parte de su gran impacto comercial se debe al respaldo que ha tenido por parte de organizaciones de ultraderecha. Sin ir más lejos, Angel Studios, el estudio independiente que respalda la producción, está dirigido por Brandon Purdie, un mormón que ha financiado películas que buscan legitimar el movimiento religioso.

El enfoque de marketing de ‘Sound of Freedom’ también ha sido inusual. Angel Studios utilizó una aplicación llamada ‘Pay It Forward’, que permitía a las personas comprar entradas y donarlas a aquellos que no podían pagarla.

Esta estrategia ayudó a generar alrededor de 2,6 millones de dólares en ventas el día de su estreno. Sobre su delirante argumento, este se basa en la ‘historia real’ de Tim Ballard, interpretado por Jim Caviezel, quien es presentado como un excolaborador del gobierno de Trump que se embarca en una misión para rescatar a niños de traficantes sexuales en Colombia.

Caviezel y la droga de la vida eterna

Caviezel no goza de excesivo favor en Hollywood, donde ha sido vetado en multitud de ocasiones debido a que es una de las cabezas visibles de la extrema derecha conspiracionista.

En diferentes ocasiones, el actor ha declarado en sus incendiarios discursos y entrevistas que está en marcha una guerra santa clandestina entre patriotas y una siniestra legión de malhechores que, desde la sombra, están apropiándose de la sangre de los niños.

Este delirio forma parte de las teorías difundidas por los QAnon, los cuales afirman que la sangre infantil se recolecta para obtener una droga llamada adrenocromo. Entre las ‘virtudes’ de esta droga figura, según QAnon, la posibilidad de lograr la inmortalidad.