Pregonera en su tierra. La artista gasteiztarra Txaro Arrazola protagonizó este miércoles el pregón de las fiestas de La Blanca, lanzado un grito por la diversidad.
«Vitoria-Gasteiz es cruce de caminos, como bien decía la gran Micaela Portilla, que hoy cumpliría 101 años. Esta ciudad siempre ha acogido con los brazos abiertos a sus visitantes y los ha hecho sentir en casa. Ser gasteiztarra, ser vitoriana, es amar la diversidad, incluir a todos, todas, todes y para eso hace falta educación con mayúsculas, aprender del pasado y respetar mirando al futuro», manifestó antes de incidir en que la capital alavesa es «una ciudad maravillosa, de rica diversidad, y es importante seguir impulsando esa diversidad cultural».
Tal como recordó ante los presentes en la Plaza Nueva, «Celedón tiene 66 años. Fue un inmigrante con hatillo. Si lo ponemos en carne y hueso pertenece a esa masa de personas empobrecidas, las más mayores y también las más indefensas, las más pequeñas como Edurne y Zeleon txiki, personas solas, migradas».
«Y hablando de personas desfavorecidas, hablemos de las mujeres, personas mayoritariamente obligadas a mantener las condiciones básicas de la existencia de otras. Hoy, con una enorme proporción de población envejecida, todo lo que deja de cubrirse socialmente pasa a ser atendido solo en los hogares, donde son mayoritariamente mujeres quienes sostienen la vida. ¿Cuántas mujeres latinoamericanas, magrebís, subsaharianas cuidan de personas mayores y sin embargo son atacadas? La vida humana no se sostiene sola, no hay un cable como el de Celedón, hay que sostenerla y ellas saben mucho de eso», apuntó.
«Disfrutemos de las fiestas gratis del pueblo, de abajo a arriba, como Celedón, un aldeano que viene con su bota, su blusa y su paraguas a dar alegría. Estas fiestas siempre se han caracterizado por la cercanía, la proximidad, la implicación ciudadana. Tenemos 27 cuadrillas de blusas y neskas, los y las txikis, y los y las verteranas. Altos, bajos, guapos, feos, gordos, flacos, blancos, negros, madrugadores, trasnochadores y sus muchos gradientes y escalas intermedias. ¡Amemos esa diversidad todo el año!», proclamó, e incidió en que «las fiestas han de ser un lugar seguro para todas las mujeres».