Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / redactor de opinión, especializado en economía

Evergrande solicita la bancarrota en un tribunal de Nueva York

La inmobiliaria china Evergrande Group ha solicitado protección por bancarrota ante un tribunal de Nueva York con el objeto de finalizar la reestructuración de una parte de su deuda. La compañía lleva negociando con los acreedores desde marzo y parece que ya ha logrado un acuerdo.

Niños jugando frente a una promoción inmobiliaria de Evergrande en Beijing.
Niños jugando frente a una promoción inmobiliaria de Evergrande en Beijing. (Noel CELIS | AFP)

La promotora inmobiliaria china Evergrande Group ha solicitado la protección por bancarrota ante un tribunal de Nueva York. La empresa ha pedido acogerse al capítulo 15 de la Ley de Quiebras de EEUU que protege los bienes que la compañía tenga en el país y posibilita la suspensión de pagos de deudas internacionales mientras negocia la reestructuración de sus obligaciones en otras jurisdicciones. En este caso, sería en Hong Kong y en las Islas Caimán (Islas Vírgenes Británicas, según otras fuentes), donde la inmobiliaria tiene sus principales sedes.

Aunque suena a catástrofe, en realidad no es para tanto. Los acuerdos internacionales de reestructuración de deuda a veces requieren que la compañía deudora se acoja al capítulo 15 de la Ley de Quiebras con el fin de finalizar el proceso de reestructuración de sus obligaciones. Por esa razón, el endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande hizo público un comunicado el viernes en el que aseguraba que su solicitud ante un tribunal estadounidense es «un proceso normal en el marco de la reestructuración de su deuda externa» y que no implica «una declaración de bancarrota».

La constructora china llevaba desde el mes de marzo negociando para acordar un plan de reestructuración de parte de la deuda que tiene fuera de China. En julio recibió la aprobación del tribunal para organizar varias votaciones sobre el acuerdo que están programadas para finales de este mes.

El gigante inmobiliario chino tiene que hacer frente a un pasivo estimado en unos 300.000 millones de dólares (275.665 millones de euros) e incumplió el plazo que se autoimpuso para dar a conocer a finales de 2022 su plan de reestructuración. De esa cantidad, la reestructuración afectaría únicamente a una parte de su deuda offshore, que ascendería aproximadamente a 140.284 millones de yuanes (17.702 millones de euros) y que comprenderían bonos, garantías y obligaciones de recompra.

Los principales afectados por la deuda son los fondos de inversión y de capital riesgo Fidelity, USB y BlackRock, y el fondo de inversión de pensiones de Gobierno de Japón, por lo que parece que el impacto en la economía mundial será bastante limitado.

Evergrande publicó el pasado mes de julio sus cuentas de los ejercicios 2021 y 2022, en los que la compañía registró pérdidas por un importe agregado de 581.211 millones de yuanes (73.369 millones de euros al cambio actual). En concreto, el gigante inmobiliario chino sufrió pérdidas de 476.095 millones de yuanes (60.161 millones de euros) en el ejercicio 2021, unos «números rojos» que logró reducir en 2022 hasta los 105.116 millones de yuanes (13.283 millones de euros).

Beijing pinchó la burbuja

Los problemas para Evergrande comenzaron hace dos años, cuando el grupo chino reconoció dificultades de liquidez y riesgos de incurrir en impago. La causa fue la decisión del Gobierno chino de frenar la expansión de una burbuja inmobiliaria que estaba alcanzando un tamaño peligroso. En agosto de 2020, Beijing estableció una serie de restricciones que redujo la financiación bancaria a las promotoras inmobiliarias que, como Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda, puesto que durante años basaron su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.

Estas restricciones frenaron la burbuja y ahora no solo Evergrande, sino todo el sector inmobiliario chino, atraviesa ciertas dificultades. Country Garden, por ejemplo, la que fuera la mayor promotora inmobiliaria de China y que está controlada por la mujer más rica del gigante asiático, Yang Huiyan, advirtió hace unos días que espera registrar pérdidas de entre 45.000 y 55.000 millones de yuanes (5.675 y 6.937 millones de euros) en el primer semestre de 2023, lo que hizo que su cotización se desplomara en la Bolsa de Hong Kong.

Country Garden atribuyó su previsión de pérdidas a la disminución en el margen de beneficio bruto del negocio inmobiliario y al aumento en el deterioro de proyectos inmobiliarios como resultado de la caída en las ventas de bienes raíces, así como a la pérdida relacionada con las fluctuaciones del tipo de cambio.

La solicitud de protección por bancarrota de Evergrande unida a unos datos de la coyuntura económica china no especialmente optimistas han provocado una avalancha de análisis catastrofistas que, según algunos especialistas en la economía del gigante asiático, como Nicholas R. Lardy del Peterson Institute for International Economics, son prematuras e incluso incorrectas. Lardy cree que la recuperación económica puede haber comenzado, pero es frágil y considera que el tiempo dirá si la recuperación se afianza o China está cayendo en una espiral descendente.