El ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, que se encontraba en el exilio tras abandonar el país hace 16 años después de ser condenado por corrupción, ha regresado a Tailandia, donde las autoridades le han detenido para que comience a cumplir con sus condenas.
Thaksin, un magnate de la comunicación de 74 años que abandonó el país por última vez en 2008, ha sido encarcelado en una cárcel en el norte de Bangkok tras una orden de ingreso en prisión del Tribunal Supremo.
El multimillonario Thaksin, que ocupó el cargo de primer ministro entre 2001 y 2006, fue derrocado ese año por la junta militar tailandesa y se marchó al exilio en Gran Bretaña, tras ser acusado de corrupción, abuso de poder, e incluso a ofensas a la monarquía, en un país en el que esta institución es venerada hasta el extremo y protegida con celo por las leyes.
Apoyo del país rural y pobre
Thaksin, un popular político que se ganó el favor de gran parte de las zonas rurales por sus políticas sociales, fue condenado en rebeldía por diversos casos de corrupción, entre ellos la compra de unos terrenos por debajo de su valor real, irregularidades relacionadas con la lotería, un acuerdo de exportación y exportación con Myanmar y el uso fraudulento de testaferros en su antigua compañía, Shin Corp.
En marzo, dos meses antes de las elecciones generales del 14 de mayo, concedió una entrevista a la agencia de noticias japonesa Kiodo, en la que reafirmó su intención de volver a Tailandia, independientemente del resultado de los comicios y aunque ello supusiera tener que entrar en prisión. «He pasado 16 años en una gran cárcel porque se me ha impedido ver a mi familia», dijo en referencia a su exilio en Londres.
Bloqueo político
El país se encuentra bajo un boqueo político, después de que el vencedor de las elecciones, Pita Limjaroenrat, del partido progresista Avanzar, no haya podido encontrar los apoyos suficientes para ser designado primer ministro por sus intenciones de reformar la Constitución. Los senadores afines a la antigua junta militar querían evitar una potencial revisión del blindaje a la monarquía.
El ex primer ministro regresó el mismo día en el que el Parlamento bicameral vota por la tarde la candidatura a primer ministro de Srettha Thaivisin, propuesto por el partido Pheu Thai, controlado por la familia Shinawatra y que quedó segundo en los comicios,
El partido anunció la víspera la alianza con dos formaciones vinculadas a los militares que dieron en 2014 otro golpe de Estado en 2014 contra el Gobierno de Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin. Yingluck, ganadora de los comicios de 2011, se encuentra también en el exilio y acompañó a su hermano hasta Singapur, donde se despidió de él.
Inestabilidad y asonadas
A su llegada hoy en un avión privado al aeropuerto de Don Mueang, el exmandatario fue recibido por cientos de personas que se concentraron frente a la terminal de vuelos privados entre fuertes medidas de seguridad entorno al recinto.
Thaksin, acompañado por sus tres hijos, salió brevemente a saludar a sus seguidores y depositar una ofrenda floral frente al retrato del rey Vajiralongkorn, mientras permanecía en todo momento escoltado por varios policías y funcionarios.
Desde la sublevación que derribó a Thaksin en 2006, Tailandia atraviesa una profunda inestabilidad política que la mantiene en un bucle donde se suceden protestas antigubernamentales, periodos dictatoriales encabezados por el Ejército y lapsos democráticos.