Alberto Núñez Feijóo tiene un mes para lograr los cuatro votos de diputados –o siete abstenciones– que le separan de La Moncloa. Un reto imposible a día de hoy pero que afronta «por necesidad» tras ser designado por Felipe de Borbón. Este domingo ha escenificado el inicio próximo de la ronda de contactos con un acto en la localidad gallega de Soutomaior, en el que ha empleado figuras retóricas como estas: «Yo estoy a cuatro votos, pero [Pedro] Sánchez, a cuatro cesiones».

A su rival del PSOE le faltan para la investidura, según su discurso, «una amnistía, incompatible con la Constitución»; «un referéndum de independencia, impropio de un país de la UE» (ha salvado así el precedente de Londres con Escocia); «un Gobierno más débil», conformado por 24 partidos (incluye a todas las marcas de Sumar); y «volver a quebrar el principio de igualdad de todos los españoles».

Ha dicho que la diferencia entre él y el líder del PSOE estriba en que «yo no me someteré a lo que quieran las mayorías. No somos Sánchez». «Pero si la investidura consiste en humillar más a las instituciones, la ganará Sánchez y la perderá España», ha añadido.

Paradójicamente, el líder del PP había abierto el domingo con una entrevista a ‘El Mundo’ en la que tendía la mano al PSOE para un «acuerdo constitucional». «La gran solución sería un pacto con los 258 escaños de PP y PSOE», ha defendido, consciente al parecer de que no logrará por otras vías la mayoría que pretende.

Por otro lado, las apelaciones a diputados del PSOE para que le respalden, bastante explícitas en los últimos días, ya han sido descalificadas por dirigentes de este partido como Félix Bolaños o Patxi López. Bolaños acusó al PP de instigar a «una traición» a los votantes, mientras el diputado vasco pidió a Borja Sémper que «no haga el tonto» por sugerirlo.

Junts sí, EH Bildu no

EH Bildu es la única fuerza a la que el PP no llamará para esta ronda. Algo irrelevante puesto que el independentismo de izquierdas ya ha reiterado, antes y después de su campaña, su apuesta sostenida por cerrar a la derecha española el acceso a gobiernos de cualquier institución.

Feijóo sí se reunirá con PNV y Junts, con quien desde el PP ya ha habido algún contacto, como reveló esta información de Daniel Galvalizi en NAIZ. Y pese a la incomodidad que le supone el liderazgo de Carles Puigdemont, Feijóo cada vez defiende de modo más explícito esas conversaciones. En ‘El Mundo’ ha dicho que «Junts, desde el punto de vista económico, es un partido de centroderecha, o al menos lo era».

«Tanto Junts como el PNV eran partidos de centroderecha», ha reiterado el líder del PP, para matizar a continuación que «si lo que pide un partido independentista es la ruptura de la Constitución y la independencia, esas dos cuestiones no las voy a ceder».