Iñaki  Iriondo
Cronista político

Feijóo no tendrá ni «gran acuerdo nacional» ni será «mediopresidente»

La condición determinante adquirida por el independentismo en el Estado está marcando los movimientos poselectorales. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, trató ayer de tentar al PSOE con un «gran acuerdo nacional» que le permita estar en Moncloa media legislatura, pero esa pantalla está pasada.

El lenguaje corporal de Sánchez y Feijóo fue muy distinto durante las fotos.
El lenguaje corporal de Sánchez y Feijóo fue muy distinto durante las fotos. (Jesús HELLÍN | EUROPA PRESS)

El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer al presidente del Gobierno español en funciones un documento de apenas 5 páginas, planteado como «gran acuerdo nacional» y titulado ‘Acuerdo por la igualdad y bienestar de todos los españoles’. Que la portada sea una foto en blanco y negro de los Pactos de la Moncloa de 1977, llena solo de hombres encorbatados, algunos de ellos fumando, da una imagen de que el PP sigue sin entender siquiera el tiempo en el que vive.

La «oferta» de Feijóo a Sánchez fue que le dejara ser «mediopresidente», es decir, ocupar la Moncloa por «un plazo máximo de dos años», para formar un Gobierno que defienda «la integridad territorial de la Nación española consagrada en la Constitución de 1978» y rechazar «las solicitudes de referéndum de independencia y de amnistia expresadas por los partidos independentistas». Pero el PSOE le contestó inmediatamente que no, reprochándole que ha pasado de «querer derogar el sanchismo» a «rogar al sanchismo».

El siguiente paso del PP, que en realidad era el objeto de la reunión, fue sacar toda su artillería para criticar que Sánchez y el PSOE responden con un «no es no» a Feijóo, mientras mantiene un «sí es sí» a los partidos independentistas.

Feijóo declaró que «el PSOE ha podido escoger, pero su pretensión es buscar encaje a las exigencias parciales de los partidos minoritarios que no respetan la Constitución. Prefiere pactar con los independentistas, negociar amnistías, referendos y grupos parlamentarios que no cumplen los requisitos del reglamento, y desigualdades financieras entre territorios».

Pantalla pasada

Lo que llama la atención es que el PP ya basó su campaña electoral en tratar de explotar el rechazo a que el PSOE se apoyara en independentistas e incluso «terroristas», y el resultado fue que Alberto Núñez Feijóo no tiene mayoría para gobernar, mientras que Pedro Sánchez subió en votos, al igual que EH Bildu, el demonio para la derecha extrema española. Es decir, parece que hay una parte mayoritaria del electorado en el Estado español al que estos acuerdo ya no le asustan.

De hecho, haya o no un acuerdo final para investir a Pedro Sánchez, lo que ya se sabe es que se están estudiando fórmulas que permitirían aprobar una ley de amnistía para los encausados por el procés catalán, apoyándose además en antecedentes europeos como los habidos en el Estado francés y Portugal.

Además, tanto desde Euskal Herria como desde Catalunya y Galiza, fuerzas determinantes para conformar una mayoría de gobierno están demandando que se abran cauces para hablar sobre el modelo de Estado que quedó sin resolver en 1978.

Así que los llamamientos del PP para firmar pacto de Estado que dejan fuera del juego a buena parte del electorado, a quienes consideran «malos españoles», se ven como anacrónicos y condenados al fracaso.

Llamada a Urkullu

Por la tarde trascendió que la conversación telefónica que Alberto Núñez Feijóo y el lehendakari, Iñigo Urkullu, tenían pendiente, se produjo finalmente, duró algo más de media hora y, según Lakua, fue «franca y provechosa», aunque el inquilino de Ajuria Enea le dejó claro que sobre la investidura tiene que hablar con el PNV.

Alberto Núñez Feijóo ha querido rellenar las semanas que quedan hasta la investidura con una ronda con los presidentes autonómicos, pero solo le recibirán los del propio PP.