Decenas de miles de participantes en el Burning Man, donde además ha muerto una persona, quedaron atrapadas el domingo este encuentro anual en pleno desierto de Nevada, transformado en un lodazal por las fuertes lluvias.

La policía del estado de Nevada, en el oeste de Estados Unidos, anunció el sábado que investigaba una muerte «ocurrida durante este episodio de fuertes lluvias», sin dar más detalles sobre las circunstancias del fallecimiento.

Burning Man es una popular reunión anual, en parte celebración de la contracultura, en parte retiro espiritual, fundada en 1986 en San Francisco. Desde la década de 1990 se celebra en el desierto de Black Rock, una zona protegida del noroeste de Nevada que los organizadores se han comprometido a preservar.

En vídeos colgados en las redes sociales, la conocida como «Playa», un enorme campo al aire libre, se ha vuelto claramente intransitable.

El acceso a Black Rock City, nombre del lugar de la concentración a unas decenas de kilómetros de los primeros asentamientos, estaba cerrado desde el viernes a causa del mal tiempo.

Algunas personas, asustadas por la situación, intentaron abandonar el lugar a pie, a veces con bolsas de plástico a modo de botas, para llegar a la única carretera transitable a unos 8 km de distancia.

Según informa BBC, muchas de estas personas acudieron al lugar sin víveres suficientes. Tan solo llevaron lo necesario para pasar un fin de semana. 

También se ha señalado que el suelo, muy alcalino, puede generar quemaduras químicas en la piel. De ahí que tanta gente haya improvisado con esas bolsas de basura.