Los expertos advierten de un falta de «crecimiento verde» en países de renta alta

Las reducciones de emisiones en los once países de renta alta que han «desvinculado» las emisiones de CO2 del Producto Interior Bruto (PIB) distan mucho de las reducciones necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5°C o incluso solo a «bastante menos de 2°C».

El análisis cuestiona las afirmaciones de políticos de que algunos países de altos ingresos han logrado un crecimiento «verde».
El análisis cuestiona las afirmaciones de políticos de que algunos países de altos ingresos han logrado un crecimiento «verde». (Getty images)

Los expertos advierten de que el «crecimiento verde» en los países más ricos no se está produciendo y piden políticas destinadas a afrontar la crisis climática a fin de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, señala este lunes un estudio que publica la revista ‘The Lancet Planetary Health’.

El análisis cuestiona las afirmaciones de políticos de que algunos países de altos ingresos han logrado un crecimiento «verde» y revela que las reducciones de emisiones contaminantes en estas naciones están muy por debajo de los objetivos climáticos del pacto de París.

Ese acuerdo internacional, en vigor desde finales de 2016, busca limitar el aumento medio de la temperatura global a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, redoblar los esfuerzos para no superar la cota de 1,5 grados a final de este siglo, así como alcanzar la neutralidad climática en 2050.

El estudio publicado por ‘Lancet’ señala que, si las tendencias actuales continúan, se tardará, como promedio, más de 200 años en lograr que las emisiones se acerquen a cero.

Los autores sostienen que la búsqueda del crecimiento económico en los países de altos ingresos no está acorde con los objetivos climáticos acordados internacionalmente y piden una política climática transformadora.

«No hay nada ecológico en el crecimiento económico de los países de altos ingresos», afirma el autor principal del estudio, Jefim Vogel, del Instituto de Investigación sobre Sostenibilidad de la Universidad de Leeds, en Gran Bretaña.

«Es una receta para el colapso climático y una mayor injusticia climática. Llamar crecimiento verde a unas reducciones de emisiones tan insuficientes es engañoso», añade.

«Para que el crecimiento se considere legítimamente verde –sostiene–, debe ser coherente con los objetivos climáticos y los principios de equidad del Acuerdo de París, pero los países de altos ingresos no han logrado nada parecido a esto y es muy poco probable que lo logren en el futuro».

El crecimiento no tiene nada de ecológico

El estudio identificó 11 países de altos ingresos que lograron un «desacoplamiento» (definido como la disminución de las emisiones de carbono junto con el aumento del PIB) entre 2013 y 2019, que fueron Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estado francés, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia y Gran Bretaña.

Para cada país, se comparan las tasas de reducción de emisiones futuras «sin cambios» con las tasas «conformes con París» necesarias para cumplir con la «parte justa» del país (o parte proporcional a la población) del respectivo presupuesto mundial de carbono que no debe superarse si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C (el objetivo aspiracional de París) o incluso solo a 1,7°C (reflejando el objetivo de París de ambición menor de «muy por debajo de 2°C)».

Ninguno de estos países de renta alta ha logrado reducirlas lo suficientemente rápido como para cumplir los objetivos de París. De hecho, al ritmo actual, estos países tardarían de media más de 200 años en acercar sus emisiones a cero, y emitirían más de 27 veces la parte que les corresponde del presupuesto mundial de carbono para 1,5ºC, advierte el estudio.

Los países varían en cuanto a la distancia que les separa de las reducciones necesarias para mantenerse dentro de sus cuotas justas de 1,5 ºC. Sin embargo, incluso el país con mejores resultados, el Reino Unido, tendría que reducir sus emisiones cinco veces más rápido de aquí a 2025 (de su media de 2013-2019 del 3,1% anual al 16% anual en 2025).

Otros países necesitarían una aceleración aún mayor de sus reducciones de emisiones (Bélgica, Australia, Austria, Canadá y Alemania) tendrían que reducir sus emisiones más de 30 veces más rápido de lo que lo hicieron entre 2013 y 2019 en el marco de la desvinculación absoluta.

Incluso un objetivo menos ambicioso y más peligroso de limitar el calentamiento global a 1,7°C, con los mismos requisitos de equidad, requeriría que las reducciones medias anuales de emisiones para 2025 fueran ocho veces más rápidas que las logradas entre 2013 y 2019. Por lo tanto, los autores sostienen que para la mayoría de los países de renta alta, incluso este objetivo menos ambicioso parece fuera de su alcance dentro de un enfoque orientado al crecimiento.