Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Von der Leyen insiste en un pacto verde en su último discurso sobre el Estado de la Unión

En su último discurso como presidenta de la Comisión Europea de esta legislatura, Von der Leyen ha reafirmado su compromiso con Pacto Verde Europeo, que sigue generando tensiones con los productores agrícolas y hasta dentro de su propio grupo político, el Partido Popular Europeo (PPE).

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras su discurso sobre el Estado de la Unión.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras su discurso sobre el Estado de la Unión. (Frederick FLORIN | AFP)

Diciembre de 2019. En menos de dos semanas de haber tomado posesión, la nueva Comisión Europea presentó su hoja de ruta para el denominado Pacto Verde o Green Deal. La Presidenta Ursula Von der Leyen calificó entonces dicho pacto como el «momento del hombre en la luna». Este miércoles, en el que podría ser su último discurso como presidenta de la CE, Von der Leyen ha vuelto a defender enérgicamente una hoja de ruta verde, fuente de tensiones entre los 27 y cuestionada por una parte de su partido (PPE).

Von der Leyen ha subrayado su intención de «mantener el rumbo» del Pacto Verde, una especie de hoja de ruta trazada por Bruselas para descarbonizar las economías del continente, garantizando al mismo tiempo «una transición justa y equitativa». Con su «solemne promesa de no dejar a nadie atrás», ha hecho hincapié en establecer un diálogo con la industria y ha abogado por una «menor polarización» con los agricultores. «Estoy convencida de que la agricultura y la protección del mundo natural pueden ir de la mano», ha insistido.

La conservadora alemana ha alabado en su intervención las virtudes de la protección de la biodiversidad como herramienta para combatir el cambio climático, uno de los emblemas de su mandato, que entra en su quinto y último año con las elecciones al Parlamento Europeo de mayo y junio de 2024 a la vista. Dividido en capítulos como los que se refiere a la restauración de la naturaleza o la reglamentación de los pesticidas, el proceso no ha avanzado al ritmo que Von der Leyen esperaba.

Y la batalla contra la agenda verde viene de diferentes flancos. El Estado francés y Bélgica solicitaron en marzo una «revisión» en las regulaciones ambientales para impulsar la industrialización. Von der Leyen, bajo presión de su partido, consideró ajustar los compromisos ecológicos mientras el Partido Popular Europeo (PPE) comenzaba a oponerse a las propuestas de Bruselas.

Los comicios del próximo año decidirán, por tanto, el futuro del Pacto Verde, teniendo en cuenta que las políticas climáticas pueden descartarse si el bloque más conservador, formado por una parte del PPEy la ultraderecha (ECR) gana terreno parlamentario.

Así, su discurso no ha sido bien recibido ni por el ala dura de su partido ni por la ultraderecha. «El Pacto Verde Europeo, el buque insignia de la Comisión, en lugar de ser un vehículo para el crecimiento, es una costosa extravagancia», ha apuntado el líder de la ultraderecha ECR, Ryszard Antoni Legutko.

La izquierda y los socialdemócratas, en cambio, han aplaudido los avances en materia de transición ecológica, pero la percepción de «incoherencia» entre su retórica y la realidad es manifiesta. El nombramiento del holandés Wopke Hoekstr, ex empleado de Shell y empresario ligado al mercado fósil, como nuevo comisario de Cambio Climático es solo un ejemplo de las contradicciones internas de la UE de cara a un plan «verde». 

Y es que el documento marco de la Unión Europea para afrontar la crisis climática promete una Europa más verde y justa, aunque su fondo sigue siendo el crecimiento económico. «El Pacto Verde Europeo nació de esta necesidad de proteger nuestro planeta. Pero también se concibió como una oportunidad para preservar nuestra prosperidad futura», ha señalado en esa línea Von der Leyen.

Abierta a la competencia, pero...

Tampoco ha pasado desapercibida para prensa internacional la investigación anunciada por Von der Leyen contra China por las «ayudas ilegales» que concede a producción de vehículos eléctricos, una nueva maniobra calificada de «proteccionista» frente a la falta de liderazgo renovable y las políticas puestas en marcha tanto por EEUU y el gigante asiático.

China lidera los mercados de baterías de iones de litio y almacenamiento de energía, mientras que Europa está fuertemente vinculada al suministro asiático de componentes esenciales para su transición hacia una economía más verde.

«Es una industria crucial para la economía limpia, con un enorme potencial para Europa, pero los mercados mundiales están inundados de coches eléctricos chinos más baratos» mientras que su precio «se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subvenciones estatales», ha explicado Von der Leyen.

La líder alemana ha advertido de que esto «está distorsionando el mercado» y ha recordado que «Europa está abierta a la competencia» pero «no para una carrera a la baja». No obstante, al tiempo que ha animado a proteger a Europa de «prácticas desleales», ha apuntado que es «vital» mantener abiertas las líneas de comunicación y diálogo con China porque también hay temas en los que ambos actores «pueden y deben cooperar».

«A medida que nos adentramos en la siguiente fase del Pacto Verde Europeo, hay algo que nunca cambiará: seguiremos apoyando a la industria europea a lo largo de esta transición», ha remarcado.

Nuevas adhesiones

Respecto a la guerra en Ucrania, la presidenta de la Comisión Europea ha instado a responder «a la llamada de la historia» y respaldar la membresía de Ucrania y otros candidatos en una futura ampliación de la UE hasta con más de treinta socios.

«La historia nos llama ahora a trabajar para completar nuestra Unión», ha afirmado Von der Leyen en su último discurso sobre el Estado de la Unión de esta legislatura. «El futuro de Ucrania está en nuestra Unión», pero también el de los Balcanes Occidentales y Moldavia, ha dichoo la política alemana, consciente igualmente de «hasta qué punto la perspectiva europea es importante para tanta gente en Georgia», pero ha evitado establecer una fecha concreta para la ampliación, desmarcándose así del año 2030 que ha plantado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Una ley del ‘No es no’

Von der Leyen ha defendido la necesidad de que la Unión Europea cuente con una norma común que proteja el «principio básico de que ‘No es no’ para poder combatir la violencia contra las mujeres».

«Me gustaría que se convirtiera en ley un principio básico: ‘No es no’. No puede haber una verdadera igualdad sin acabar con la violencia», ha expresado Von der Leyen. Las palabras de la política conservadora alemana han sido recibidas con aplausos en un hemiciclo que, antes del verano, ya fijó su posición negociadora para nuevas normas que refuercen la protección de las mujeres frente a la violencia e inició las negociaciones en julio con los Veintisiete sobre este asunto.