Lakua resuelve a favor del proyecto de parque eólico entre los montes Kolitza y La Garbea

Lakua ha resuelto a favor de uno de los parques eólicos que la compañía danesa Blue Viking Barbara pretende construir en Balmaseda, entre los montes Kolitza y La Garbea. Ayuntamiento y ecologistas se oponen por las graves afecciones al medio natural.

Concentración en la cima del Kolitza en contra de los proyectos de parques eólicos.
Concentración en la cima del Kolitza en contra de los proyectos de parques eólicos. (Enkarterri Bizirik Elkartea)

El anteproyecto de parque eólico Balmaseda II, que pretende construir la compañía danesa Blue Viking Barbara SL, a lo largo de la sierra de Ordunte, entre los montes Kolitza y La Garbea, ha superado un primer trámite al haber sido seleccionado como el único presentado, según publica este jueves el Boletín Oficial del País Vasco.

La resolución del delegado territorial de Administración Industrial de Bizkaia se produce después de que el 2 de junio la promotora del parque de cinco aerogeneradores, con una potencia de 36 megavatios (MW), solicitase la autorización administrativa previa, a la que ha seguido en verano el periodo de información pública a efectos de conocer si había otro interesado en construcción una infraestructura similar en esa ubicación.

Al no haber otro candidato, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ha resuelto seleccionar el anteproyecto de la empresa danesa, que afecta a los municipios de Balmaseda y Artzentzales. Es uno de los parques que impulsa Blue Viking Barbara, junto al denominado Balmaseda I, que se pretende emplazar al oeste de la villa encartada, en Peña Levante, donde se quieren instalar seis aerogeneradores con una potencia bruta de 49.8 MW.

Tras la publicación en el boletín, los promotores tienen un plazo de seis meses para presentar la documentación necesaria para obtener la autorización administrativa previa.

El Consistorio de Balmaseda en contra

Llama la atención que el departamento que dirige Arantxa Tapia se haya pronunciado sobre el de menor potencia de los diseñados y aún no sobre el otro. Tanto el Ayuntamiento de Balmaseda como la plataforma Enkarterrin Parke Eolikorik Ez! han mostrado su oposición a ambas infraestructuras por el «tremendo impacto» que supondrá la colocación de aerogeneradores de «200 metros de altura o más».

El Consistorio, gobernado por PNV y PSE, ha incidido en el carácter emblemático del Kolitza, uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia. Precisamente, el 7 de octubre, con motivo de la celebración del Día de los Montes Bocineros, está prevista una nueva concentración en la cima.

Tras hacerse pública el 27 de julio la solicitud de autorización administrativa previa, el Ayuntamiento presentó alegaciones, que se sustentan en la «incompatibilidad» del Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables respecto al planeamiento municipal y territorial parcial. Además, se incide en que podría afectar negativamente a «paisajes singulares y sobresalientes», a la protección de la avifauna, a acuíferos y captaciones de abastecimiento de agua, a los montes de utilidad pública, rutas de montaña, caminos públicos y áreas de esparcimiento, entre otros aspectos.

Tampoco pasan por alto desde el Consistorio de Balmaseda que la Diputación de Bizkaia haya advertido de que «la implantación de centrales de producción de energía eólica puede afectar de forma directa a las distintas especies necrófagas, con especial relevancia en el caso del alimoche».

El 16 de agosto, coincidiendo con la romería en la ermita de San Roque, un centenar de personas se concentró en la cima del Kolitza para mostrar su rechazo a los planes para instalar los once aerogeneradores. En esa movilización, los ecologistas advirtieron de que «estos proyectos no guardan relación con las necesidades locales de energía, sino que se plantean solo en base a la presencia del recurso principal, el viento, y a la cercanía de instalaciones para la evacuación de la electricidad».

Enkarterrin Parke Eolikorik Ez! sostiene que estos proyectos, como otros que se promueven en la comarca suponen la «mercantilización salvaje del entorno natural y rural por parte de grandes corporaciones».