En el Pleno de Política General del jueves pasado, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, no solo cuestionó la visión del lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, sobre la erosión del autogobierno y la convención constitucional, sino que también criticó la gestión de la parte jeltzale del Gobierno y comparó su actuación en la Ley de Vivienda con la de Isabel Díaz Ayuso y el andaluz Juanma Moreno.

En el mismo pleno, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, le pidió a Andueza que esperara a que empezara la próxima campaña para comenzar a meterse entre ellos, puesto que escuchando al líder del PSE había dudado de «si somos del mismo Gobierno».

Andueza le respondió que «ya le confirmo yo que estamos en el mismo Gobierno. Yo se lo garantizo. Seguimos estando en el mismo Gobierno, lo cual no quiere decir que dentro de un espíritu autocrítico yo haya puesto encima de la mesa cuestiones que considero importantes, y que tenemos que corregir o mejorar».

Choque incruento

El lunes, entrevistado en Radio Euskadi, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, aseguró que le molestó la intervención de Andueza en el Parlamento, a lo que añadió que cree que el propio líder del PSE «se dio cuenta que se había pasado de frenada y la segunda intervención fue mucho más ajustada».

En la misma emisora estuvo ayer Andueza, que acusó a Ortuzar de haber «traspasado una línea roja» al «vacilar» sobre «la seriedad» de Pedro Sánchez. Y después defendió que su partido tiene «voz propia» en la CAV y señaló que los jeltzales están acostumbrados a que, si otro partido comparte Gobierno con ellos, «le toque las palmas y le haga el rendez-vous». Son riñas dentro de la pareja. Andueza ya le confirmó a Egibar que siguen en el mismo barco y Ortuzar aseguró, por su parte, que no contempla «ni remotamente» que el PSE dé ningún portazo.

Hay que recordar que Eneko Andueza llegó a la Secretaría General del PSE en octubre de 2021 con declaraciones críticas con el PNV que no solían escucharse a su antecesora en el cargo, Idoia Mendia. Hubo incluso medios que le veían apostando por un eje de izquierdas en la política vasca.

Pronto se pudo comprobar que no era así y que Andueza seguía apostando por mantener el matrimonio con el PNV.

De hecho, si se hace un repaso a los Gobiernos institucionales, se puede comprobar que ambos se necesitan mutuamente, puesto que aunque el PSE sea el socio menor en casi todos ellos, el PNV tampoco podría gobernar sin los de Eneko Andueza.