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TÚNEZ

Túnez, gendarme migratorio de la UE, maltrata a los refugiados subsaharianos

Refugiados que han pasado por Túnez para dar el salto por mar a Europa han sido víctimas de torturas, detenciones arbitrarias, expulsiones y violencia, según Médicos Sin Fronteras (MSF).

Las llegadas de migrantes a Lampedusa no cesan.
Las llegadas de migrantes a Lampedusa no cesan. (Zakaria ABDELKAF | AFP)

 Médicos Sin Fronteras (MSF) denuncia las «aterradoras» experiencias de violencia, tortura, detenciones arbitrarias y expulsiones forzosas sufridas por las personas subsaharianas que han huido de Túnez, donde la situación migratoria se ha agravado «dramáticamente» en el último año después de que presidente autócrata Kais Said les acusara de cambiar la identidad «arabo-musulmana» del país.

Los testimonios corresponden a migrantes rescatados a mediados de julio por el 'Geo Barents', el barco que opera la ONG en la zona central del Mediterráneo. Por esas mismas fechas, la Unión Europea y Túnez ultimaban un acuerdo de asociación estratégica con un paquete de financiación de hasta 1.000 millones de euros.

«Túnez no es un lugar seguro para las personas negras», sentencia Achille, uno de estos migrantes, que advierte de un «racismo extremo» y cuenta que, en un inicio, ni siquiera se planteaba atravesar el mar.

El punto de inflexión se sitúa en febrero, cuando Saied pronunció un discurso en el que vinculaba a los extranjeros con la violencia. Poco después, cuando Achille se dirigía como todos los días en autobús al trabajo, no vio a ningún otro negro por la calle. «Alguien me quita el móvil y lo tira al suelo y empieza a pegarme mientras la Policía, que estaba cerca, no hacía nada. Me sacaron a rastras y siguieron golpeándome por la calle y algunos me apuñalaron con un destornillador», recuerda.

Fatima traslada una impresión similar. «Una mañana me levanté y vino el dueño de la casa y me dijo: ‘El presidente ha dicho que los africanos tenéis que iros a casa. Ya no podemos acoger africanos’». Mamadu, de 17 años, da cuenta también de ataques y robos. «En Túnez nos decían: ‘Aquí no necesitamos negros’».

La UE, cómplice

MSF denuncia que, con el acuerdo bilateral entre Bruselas y Túnez, la UE amparará con impunidad y sistematizará la violencia contra los migrantes. Así, la UE se convierte en cómplice de lo que ocurre en Túnez, fruto de unas políticas migratorias «irresponsables» que, en su opinión, «ponen en último lugar el bienestar y los derechos de las personas en movimiento y las atrapan en ciclos de violencia, abuso y desesperación». Como en Libia.