La socialista Frédérique Espagnac, la centrista Denise Saint-Pé y el conservador Max Brisson seguirán ocupando su escaño en el parisino Palacio de Luxemburgo durante los próximos seis años.

Los 1.879 grandes electores del Departamento de Pirineos Atlánticos han optado, de esta forma, por la continuidad.

Espagnac ha sido, como en 2017, la más votada al haber cosechado 608 sufragios de los grandes electores. Logra un tercer mandato, con un voto menos que esos 609 que cosechara en 2017.

Sin embargo, en esta ocasión no tenía contrincante del PS, como en 2017, cuando tivo en frente al líder del partido a escala departamental, el ya fallecido Georges Labazee.

El biarrota Max Brisson (Les Républicains), que en 2017 llegó tercero, logra el segundo escaño con 553 votos.

Es el candidato que logra una progresión de voto más destacada en esta elección. En 2017 tuvo 311 votos.

Finalmente la centrista Denise Saint-Pé (MoDem, partido aliados de Emmanuel Macron en París) cae al tercer puesto aunque se garantiza el  escaño al conseguir 363 votos (409 en 2017).

Estabilidad en el Estado

Los primeros resultados en la liza estatal apuntan, igualmente, a una estabilidad.

Al ser comicios parciales era difícil que se diera el vuelco, máxime cuando las formaciones tradicionales, particularmente las conservadoras, cuentan con una mayor implantación territorial que les sirve de cortafuego en este tipo de elección.

Prueba de ello, salvo el intervalo de 2011-2014, la Cámara Baja gala ha tenido una mayoría conservadora, aunque no cabe restar importancia al papel de los centristas.

En estas elecciones el 80% de los escaños se han elegido por el sistema proporcional -los departamentos más poblados aportan tres escaños- mientras que en el 20% -designan uno o dos escaños- se ha aplicado el sistema mayoritario.

12 de los 16 escaños que se han determinado por ese segundo sistema han quedado en manos de senadores salientes. Y han sido los centristas los más votados.

El macronismo pasa de puntillas por estos comicios, a la espera de que el próximo escrutinio, las elecciones europeas de 2024, le sean más propicias.

Un independentista kanako

Los de Macron sufren una derrota política dolorosa en Nueva Caledonia, donde la secretaria de Estado para la Ciudadanía, Sonya Backès (Rénaissance), ha caído frente al aspirante del FLNKS, Robert Xowie, que se ha convertido así en el primer independentista kanaky en ocupar un escaño en el Senado francés.

La isla de La Réunion da buenas noticias a la alianza de izquierda, con dos senadoras electas.

A espera de que se complete el recuento, la izquierda tiene buenos pronósticos en París, donde aspira a sumar un electo a sus siete senadores.

Llama la atención el rendimiento obtenido por una marca en crisis como el PS, que hoy ha sacado pecho y reiuvindicado su anclaje local ganando escaños en departamentos como Altos Pirineos, Landas, Lot o Lozère.

También en el Departamento de Pirineos Atlántico es una socialista, la ya citada Frédérique Espagnac, la aspirante más votada.

El Senado es diferente

Comunistas y ecologistas aportarán, por su parte, un número nada desdeñable de electos de terreno a una alianza, la Nupes, que pivota en la Asamblea Nacional sobre la France Insoumise (LFI), pero que en el Senado adquiere otros matices.

En la derecha, también la pequeña formación UDI se reivindica en departamentos como Orne o Meuse, algo a tener en cuenta por la marca mayoritaria, Les Républicains.

La derecha republicana ha ejercido de barrera frente a Rassemblement National en Pirineos Orientales.

La marca ultraderechista se ha asegurado, con todo, el retorno a la Cánara Baja, con al menos tres electos.