Los sindicatos Steilas, ELA y CCOO han convocado huelga el 24 de octubre entre el profesorado, trabajadoras de educación especial, cocina y limpieza de la educación pública no universitaria de la CAV en favor de la mejora de sus condiciones laborales. Esta jornada se suma a las dos ya previstas para el 25 de octubre y 19 de diciembre en todo el sector público.

Precisamente, por ello, LAB ha anunciado que no la secunda y que centrará sus esfuerzos en esas dos huelgas y la feminista del 30 de noviembre.

En una comparecencia pública ofrecida este martes en Bilbo, las centrales han denunciado que las condiciones laborales han ido empeorando en la última década, «mientras se imponían las decisiones unilaterales del Departamento de Educación». Steilas, ELA y CCOO sostienen que los acuerdos alcanzados en materia de personal en el contexto del proyecto de Ley de Educación son «insuficientes, carecen de concreción y no responden a los contenidos» que reivindican.

Sus reclamaciones, han expuesto, se concretan en medidas para aliviar la carga de trabajo, «y se deben reflejar más horas de gestión en los horarios ya que la burocratización ha aumentado drásticamente en los últimos años». Además, estiman que es necesaria una dotación de recursos adicionales para dar respuesta a la realidad del alumnado actual.

Se quejan de que los servicios de atención de los que dispone la Administración para atender al personal y a los centros escolares no funcionan. «El Departamento de Educación se ha bunkerizado, abandonando por completo al personal y a los centros escolares», han denunciado.

Poder adquisitivo

Los sindicatos convocantes de la huelga consideran que ha llegado el momento de recuperar el poder adquisitivo perdido, rejuvenecer las plantillas y estabilizar las plantillas. Por ello, exigen la reducción de la «temporalidad real» al 8%, incidiendo en que la estabilización repercute positivamente en la calidad educativa.

Han demandado que se actualice el modelo de OPE, acordando las convocatorias y los procesos específicos de consolidación con los sindicatos.

Apuestan por poner en marcha políticas educativas que euskaldunicen todo el sistema educativo, «porque el futuro de euskara no debe dejarse únicamente en manos de los proyectos lingüísticos de centro». Asimismo, quieren que se avance en la planificación para la euskaldunización de todo el personal educativo.

Su objetivo, han dicho los representantes sindicales, es que todas las mejoras que proponen sean negociadas y recogidas en nuevos convenios sectoriales que surjan como resultado de procesos de una «negociación real».

Steilas, ELA y CCOO han pedido al departamento que dirige Jokin Bildarratz que abandone su actual política, que consideran «privatiza y precariza». Sostienen que sus decisiones empeoran el día a día y las condiciones de vida de las y los trabajadores.

«Para conseguir que todos los partidos vascos puedan decidir aquí las condiciones laborales de las y los trabajadores es necesario no aceptar las limitaciones presupuestarias de Madrid. Solo así se podrán acordar unos presupuestos en la CAV que permitan recuperar el poder adquisitivo de las y los trabajadores, crear y estabilizar el empleo y mejorar sus condiciones laborales», han manifestado.

LAB no la respalda

Para el sindicato LAB, esta nueva convocatoria previa a la huelga en toda la función pública puede «debilitar» el consenso alcanzado para los servicios públicos, así como la unidad y la fuerza del paro. «La falta de voluntad de colaboración no hace más que debilitar a las y los trabajadores», han subrayado.

Sostienen que en las otras tres centrales ha primado la división, no la colaboración, incidiendo en que la mayoría de las reivindicaciones que plantean Steilas, ELA y CCOO en la educación pública no universitaria ya se recogen en las convocatorias del sector público. Además, apuntan a que, en la intersindical, en que se fraguaron estas huelgas, estas tres centrales no manifestaron su intención de impulsar otro paro adicional en la enseñanza pública no universitaria.