Osasuna ha salido goleado del Bernabéu, donde en esta ocasión no ha podido obtener fruto alguno, algo que había conseguido en sus dos últimas visitas, entre otras cosas porque el efecto Bellingham le ha penalizado al inicio de ambos periodos.
El futbolista inglés ha sido quien ha desatascado a un Real Madrid al que la escuadra rojilla ha tuteado durante la primera mitad, en cuyo descuento Budimir ha dispuesto de una magnífica oportunidad para irse con tablas al descanso.
Un momento clave en el devenir del duelo, que no se ha podido materializar, lo que ha deparado una segunda parte en la que los locales ya han jugado a placer a partir del segundo tanto blanco.
La escuadra navarra ha optado de inicio por un perfil más conservador, sin apretar arriba y procurando no perder balones comprometidos ante un rival al que le va como anillo al dedo que su adversario le juegue adelantado.
Además, el once dirigido por Bittor Alkiza desde el banquillo ha alineado a dos carrileros a pierna cambiada –Rubén Peña y Rubén García–, que han ayudado también en la faceta defensiva.
Pese a ello, esa disposición táctica no ha podido impedir que los anfitriones se adelantasen en la primera ocasión clara que han dispuesto. Un balón interior de Modric a Carvajal y la dejada de este a Bellingham en el minuto 10 ha prolongado el efecto que el inglés está teniendo en el ámbito goleador del cuadro blanco.
El 1-0, sin embargo, no ha descompuesto a un Osasuna que ha seguido a lo suyo, no volviéndose loco y manteniendo el plan inicial, lo que no permitía huecos para las correrías de un Vinicius que apenas se le ha visto en un par de lances.
Poco a poco, el equipo rojillo se ha ido acercando más a los dominios de Kepa. Sin cumplirse el primer cuarto de hora, un pisotón de Modric –también ha tocado balón– a Budimir dentro del área no ha sido considerado como penalti por Cuadra Fernández.
Poco después, un muy buen centro de Rubén García no ha encontrado rematador y, pasada la media hora, Areso se ha atrevido con un empalme que se ha marchado muy por encima del travesaño.
Una nueva colada de Rubén García, esta vez por la derecha, ha acabado en corner, cuando tenía un pase franco a un Aimar libre de marca dentro del área merengue en el minuto 34.
Budimir dispone del lance clave
Osasuna no solo no ha mantenido las buenas sensaciones, sino que incluso ha podido igualar el luminoso antes del descanso. Primero lo ha intentado Moncayola con un disparo un tanto extraño –el esférico ha golpeado en ambas piernas– desde más allá de la media luna, pero que no se ha marchado muy alejado del palo derecho (m.42).
Y la más clara la ha tenido Budimir. Un robo en tres cuartos ha acabado en combinación entre Aimar y Rubén Peña, centro de este último a Torró, que la ha dejado pasar engañando a la zaga blanca y remate final del croata que ha mandado la pelota a las nubes cuando tenía toda la portería para él en el descuento de la primera mitad.
El panorama ha cambiado por completo tras el paso por vestuarios. El Real Madrid ha salido dispuesto a ventilar el choque por la vía rápida, pero el equipo navarro ha mantenido el tipo durante los primeros minutos.
Hasta que de nuevo ha aparecido Bellingham para hacer una pared con Valverde en la corona del área y volver a anotar, en esta ocasión por debajo de las piernas de un desesperado Herrera.
A partir de ahí, ya todo se ha puesto cuesta arriba para los dirigidos por Bittor Alkiza –Jagoba Arrasate ha cumplido su segundo partido de sanción–, quienes, sin ya nada que perder, han adelantado líneas a la búsqueda de recortar distancias.
Lo ha intentado Rubén Peña con un lanzamiento buscando la escuadra (m.57) que ha sacado a mano cambiada Kepa y también ha podido llegar desde los once metros, pero el trencilla no ha querido sancionar un claro empujón de Carvajal a Budimir.
En esos momentos, la situación era inmejorable para un bloque merengue que se maneja mejor robando y corriendo que en juego estático. Y así han llegado las dos siguientes dianas locales, en sendos contragolpes en los que Vinicius, prácticamente desaparecido hasta ese momento, ha sacado a relucir su velocidad, primero marcando el tercero (m.65) y después asistiendo a Joselu (m.70).
El castigo ha podido ser peor, pues Cuadra Fernández sí que ha señalado pena máxima por una mano desplegada de David García, pero el cancerbero burgalés se ha encargado de refrendar su condición de parapenaltis deteniendo el lanzamiento de Joselu en el 83 y el posterior rechazo.
Al final, hay que quedarse con el primer tiempo de los rojillos y ahora recuperar fuerzas con el parón por los compromisos de selecciones para afrontar con energías renovadas la que sí es la liga del cuadro navarro.
Arrasate: «Derrota dolorosa»
Arrasate ha tildado de «derrota dolorosa» lo que ha acontecido en el Bernabéu, done «en el primer tiempo ha habido partido», no así en la segunda parte, «muy deficiente por nuestra parte».
«No estamos contentos y tenemos que pasar este mal trago juntos –ha incidido el entrenador vizcaino–. Hemos tenido un calendario complicado y ahora entramos en un mes muy importante para nosotros, con tres partidos en casa».
En ellos, ha apuntado que «tenemos que dar un paso al frente» y ha asegurado que «no creo que haya que olvidar las derrotas, porque seguro que de ello también sacamos conclusiones».
Así, ha analizado que «en el segundo gol no cortamos una pared y, con ese 2-0, la cabeza empieza a funcionar, haciendo cosas que quizá no debes y en este tipo de partidos, el Real Madrid es especialista», ha zanjado.
Ficha técnica:
Osasuna: Herrera, Areso, David García, Catena, Juan Cruz, Torró, Moncayola (Pablo Ibáñez, m.80), Aimar (Raúl, m.80), Rubén García (Arnaiz, m.72), Rubén Peña (Kike Barja, m.80) y Budimir (Chimy Ávila, m.72).
Real Madrid: Kepa, Carvajal (Lucas Vázquez, m.79), Tchouameni, Rüdiger, Mendy, Camavinga (Kroos, m.67), Valverde, Modric (Brahim, m.79), Bellingham (Ceballos, m.72), Vinicius (Rodrygo, m.72) y Joselu.
Árbitro: Cuadra Fernández (Comité balear). Amonestó a Rüdiger (m.40), Tchouameni (m.59), David García y Kike Barja (m.84).
Incidencias: 70.900 espectadores en el Santiago Bernabéu.