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La destrucción masiva de Gaza hace más imprevisible la invasión

La incertidumbre sobre el inicio de la invasión terrestre sobre la Franja de Gaza, cuyos preparativos ultima Israel, no frena los devastadores bombardeos por tierra, mar y aire contra el enclave, mientras la población civil continúa su éxodo hacia el sur.

Labores de rescate en un edificio destruido por las bombas israelíes en Deir al-Balah (centro).
Labores de rescate en un edificio destruido por las bombas israelíes en Deir al-Balah (centro). (M. FAEQ | AFP)

Israel continuaba ayer ultimando sus preparativos para la invasión terrestre del norte de Gaza, cuya población seguía escapando hacia el sur de la Franja, que sigue sufriendo bombardeos masivos que están arrasando el enclave y diezmando a sus habitantes.

Tras varias prórrogas del plazo a la población civil para que desaloje el norte del enclave, un portavoz del Ejército israelí aseguró el sábado por la noche que la ofensiva terrestre no comenzaría ayer por razones humanitarias. Los decenas de miles de soldados sionistas apostados junto a la frontera esperan una «decisión política» que les indicará cuándo empezar la invasión, precisaron los portavoces militares Richard Hecht y Daniel Hagari.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ayer presidió la primera comparecencia pública del nuevo «Gobierno de unidad», avisó de que sus tropas «desmantelarán» las milicias de Hamas.

Además, el jefe de las Fuerzas Aéreas, el general Tomer Bar, anunció que sus aviones «están facilitando las condiciones» para una posible invasión terrestre a gran escala. Y lo están haciendo con devastadores bombardeos masivos.

El ministro de Exteriores de Irán, Hussein Amir Abdollahian, advirtió de que «nadie podrá garantizar» el controli de la situación si Israel invade Gaza y sostuvo que Irán no se quedará como mero «espetador». Y aseguró que si se expande el conflicto en la región, «EEUU también sufrirá grandes pérdidas».

EEUU -que ha enviado un segundo portaaviones a la zona- avisó por canales privados a Teherán de que se abstenga de emprender cualquier iniciativa que agrave más la crisis.

Primeros matices

Este castigo colectivo a la población civil palestina empieza a generar tibias dudas en quienes mostraron su apoyo sin reservas a Israel subrayando su derecho a la defensa tras el ataque de Hamas del pasado día 7. El desplazamiento masivo de población y la perspectiva de una invasión terrestre en la asediada la Franja ha generado gran preocupación en la comunidad internacional, que pide abrir corredores humanitarios.

En Europa comenzaron ayer las tímidas llamadas a la contención. Los miembros del Consejo Europeo reconocieron el derecho de Israel a defenderse, pero subrayaron que la respuesta debe estar en línea con «el derecho humanitario e internacional» y que se debe «garantizar la protección de todos los civiles». Los Veintisiete fijaron, así, «la posición común de la UE» en un comunicado, previo a la cumbre extraordinaria que celebrarán mañana para abordar la crisis armada en Oriente Medio.

Por su parte, el ministro británico de Exteriores, James Cleverly, remarcó que Israel debe mostrar «moderación» en sus preparativos para invadir Gaza, lo que supone un cambio de tono. Instó al Ejército israelí a mostrar «disciplina» y evitar víctimas masivas.

Además, solicitó a Israel que «facilite la llegada de ayuda humanitaria» al enclave, en particular a los desplazados.

El presidente estadounidense, Joe Biden, trasladó el sábado a Netanyahu que EEUU trabaja con la ONU y los países de Oriente Próximo «para garantizar que los civiles inocentes tengan acceso a agua, alimentos y atención médica», y al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, su «pleno apoyo» a sus esfuerzos por llevar ayuda, «especialmente en Gaza».

La ayuda, procedente de varios países, se acumula en la frontera de Egipto con la Franja y no llega a ser introducida al territorio palestino, ya que el paso de Rafah, el único punto de salida de la Franja que no está bajo control israelí está cerrado pese a las presiones sobre El Cairo para que lo abra.

El presidente egipcio, Abdelfatah al-Sissi, denunció que Israel intenta «liquidar la causa palestina a costa de los países vecinos», en referencia al ultimátum para que los palestinos de la Franja se desplacen hacia el sur. Egipto no quiere una potencial oleada de cientos de miles de refugiados que difícilmente podrán regresar a su hogar. Pidió, además, garantizar la llegada de asistencia a Gaza, «asediada» y «reducida a cero» mediante un «castigo colectivo».

Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, estimó que la situación en Gaza ha alcanzado un punto límite. «El espectro de la muerte planea sobre Gaza. Sin agua, sin energía, sin comida y sin medicinas, miles de personas van a morir en Gaza. Clara y simplemente», insistió.

Por su parte, la relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, criticó que nadie más que ella, ni siquiera su secretario general, António Guterres, haya pedido desde la ONU un alto el fuego.

Contundencia de China

Después de que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, pidiera ayuda a su homólogo chino, Wang Yi, para evitar que otros países o grupos se involucren en esta guerra, Wang condenó las acciones de Israel al estimar que han ido «más allá del ámbito de la autodefensa» e instó a Tel Aviv a atender las peticiones internacionales de cesar su castigo colectivo a la población de Gaza, al tiempo que reclamó abrir negociaciones.

En una conversación con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, Wang afirmó que «China se opone y condena todas las acciones que dañan a los civiles porque violan la conciencia humana básica y las normas básicas del derecho internacional». E insistió en que la prioridad de Pekín es la seguridad de los civiles, la apertura lo antes posible de canales de ayuda humanitaria y la salvaguarda de las necesidades básicas de los gazatíes.

«China cree que la injusticia histórica contra Palestina ha durado más de medio siglo y no puede continuar. Todos los países amantes de la paz y de la justicia deberían hablar y exigir claramente la implementación de la ‘solución de dos Estados’ lo antes posible», concluye el comunicado, en el que se asegura que «China está dispuesta a trabajar con Arabia Saudí y otros países árabes para seguir apoyando la justa causa palestina de restaurar los derechos nacionales y hacer que la cuestión palestina vuelva al camino correcto de la ‘solución de dos Estados’ para lograr una solución integral, justa y duradera».

Más que en la guerra de 2014

Desde el viernes, miles de residentes huyen con sus pertenencias apiladas apresuradamente en remolques, carros, motos y autos, a través de las ruinas, en lo que la agencia humanitaria de la ONU ya califica de «desplazamiento masivo». Mientras, los bombardeos siguen arrasando Gaza, donde el balance de muertos alcanza ya los 2.450, al menos 740 de ellos niños, superando el saldo total de la guerra de 2014 que duró casi dos meses y que era hasta ahora la más cruenta vivida en el enclave.

Tel Aviv, por su parte, confirmó que más de 1.400 personas, al menos 286 de ellas militares, han muerto en Israel desde el comienzo de esta guerra y que al menos 120 fueron secuestradas y llevadas a la Franja como rehenes.