La III Asamblea de Mujeres Pensionistas, que ha tenido lugar en Seminarixoa, en Bergara, ha estado centrada en el sistema de cuidados y ha puesto de relieve la necesidad de que sean públicos, de buena calidad y profesionalizados.
Según han detallado en una rueda de prensa posterior a la reunión, han participado más de 130 mujeres del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, además de una representación de los sindicatos ELA, LAB, Steilas y ESK y del Movimiento Feminista de Euskal Herria.
De la asamblea, que se celebra anualmente, han valorado que «la resonancia emocional surgida del encuentro de tantas mujeres con vivencias y experiencias diversas ha generado un clima muy positivo para el debate y la participación».
Así, han aprobado un decálogo que recoge que «el derecho al cuidado debe ser universal» y «los servicios de cuidados deben ser de calidad», la necesidad de «cuidados para garantizar los derechos y la autonomía de las personas cuidadas» y «residencias y centros de día públicos, con gestión pública, donde lo que prime sea la calidad del cuidado».
Asimismo, reconoce la necesidad de que «el cuidado en casa debe ser profesionalizado, integral y de gestión pública», que haya «servicios de cuidado cercanos y con participación de la comunidad», unas «condiciones dignas y reconocimiento como profesionales de las trabajadoras de cuidados», que «el cuidado no puede ser una obligación de las mujeres» y, por ello, la «corresponsabilidad de los hombres» en estas tareas, así como una «pensión digna para todas las mujeres ya que han sido cuidadoras no reconocidas», haciendo hincapié en la reivindicación de una pensión mínima de 1.080€.
«A partir de esta asamblea vamos a poner aún más nuestra mirada y nuestra acción en el tema de los cuidados ya que no pueden depender solamente de las mujeres», han reivindicado. «Asimismo, queremos que las instituciones cumplan con su deber y, frente a la tendencia privatizadora de diputaciones y Gobierno Vasco les queremos decir alto y claro que no es ese el modelo de las mujeres pensionistas. Porque el descalabro del sistema de cuidados públicos no es casual, es la consecuencia de un proceso de privatización impulsado y favorecido por las propias instituciones».
También han mostrado su voluntad de apoyar «con ahínco» la de huelga general feminista de cuidados convocada para el próximo 30 de noviembre.
Por otro lado, las pensionistas han guardado un minuto de silencio «por los fallecidos por la guerra abierta desde Israel contra el pueblo palestino» y han recitado un poema de Itziar Rekalde.