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Donostia

Cruz Roja ayuda a 1.381 familias vascas por pobreza energética en 6 meses, más que en todo 2022

Cruz Roja ha atendido en el primer semestre de este año a 1.381 familias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en situación de pobreza energética, más que a lo largo de todo 2022, cuando ayudó a 1.019 hogares.

Cruz Roja ha atendido a 1.381 familias vascas en situación de pobreza energética.
Cruz Roja ha atendido a 1.381 familias vascas en situación de pobreza energética. (@CruzRojaGip)

La Cruz Roja ha alertado del paulatino incremento de la pobreza energética entre la población de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde en los primeros seis meses de este año ha atendido a 1.381 familias que están en situación de pobreza energética. La cifra supera los datos de 2022, cuando a lo largo de todo el año ayudó a 1.019 hogares.

En un comunicado, ha explicado que solo entre enero y junio de este año han sido atendidas 1.381 familias, de las cuales 646 residen en Bizkaia, 401 en Gipuzkoa y 334 en Araba. La actuación de la Cruz Roja consiste en atender necesidades urgentes, ofrecer ayudas para el pago de recibos, entregar kits de eficiencia energética y organizar talleres sobre ahorro doméstico.

Según sus datos, en la CAV la pobreza energética impacta en mayor medida entre las mujeres, que constituyen un 71,6% de volumen total atendido en el primer semestre.

Por rangos de edad, las personas entre 31 y 50 años son las que acuden en mayor medida a solicitar ayuda.

Además, se ha constatado un aumento de las solicitudes de nacionalidad española, que en el primer semestre alcanzan el 29,68% del total, siendo el colectivo con mayor demanda.

El proyecto de pobreza energética de la ONG, que presta esta ayuda gracias a la financiación del Gobierno de Lakua, ofrece a las familias una ayuda de 500 euros anuales ampliables a 1.000 euros en casos excepcionales para abonar las facturas pendientes de pago de luz, gas y agua, y evitar así cortes de suministro. De esta manera, Cruz Roja señala que logra cubrir, «en la medida de lo posible», las necesidades «básicas más inmediatas de aquellas familias que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad».

Para la organización, las 1.381 familias atendidas en el primer semestre de 2023 «constata que la pobreza energética no es algo coyuntural, sino estructural y que, además, va en aumento».