Los grupos de la oposición han criticado este miércoles la falta de concreción del ‘Plan de Salud de Euskadi 2030’, presentado por la consejera Gotzone Sagardui en el Parmento de Gasteiz. En palabras de Rebeka Ubera, de EH Bildu, «es humo».
«Es una declaración de principios y recopilación de planes», ha apuntado la parlamentaria soberanista, incidiendo en que el documento «carece de acciones, carece de indicadores, de plazos...». «Y no se especifica tampoco la dotación económica. Es un querer y no poder», ha añadido.
Y ha alertado de que «si no se concreta, va a seguir siendo imposible fortalecer Salud Pública, la gran desconocida que se confunde con la Asistencia». «En el propio documento se dice que se concretará más adelante. ¿Entonces, de qué nos sirve?», ha preguntado.
En el mismo sentido se ha pronunciado Jon Hernández, de Elkarrekin Podemos-IU, que ha advertido de que «al plan le faltan elementos de garantías para ser eficaz». En este sentido, ha anunciado que aprovecharán la sesión monográfica de hoy para presentar «acciones concretas y especificas».
El PP también ha censurado la ausencia de medidas concretas en un documento «genérico» de 101 páginas. «Compartimos que es difícil concretar todo, pero entendemos que la idea de que ‘la salud debe tener presencia en todas las políticas’ exige cierta concreción», ha indicado Laura Garrido.
Un plan sin medidas concretas
Sagardui ha tratado de responder a las críticas en el turno de réplica, aseverando que «un plan establece objetivos, establece líneas estratégicas, establece indicadores, establece recursos, pero no tiene necesariamente que contemplar acciones concretas. Las tenemos que ir desarrollando».
Ha explicado que el Plan de Salud cuenta con «70 medidas estratégicas, y creo que con ello ya se establece bien por dónde se pueden orientar las decisiones que tengamos que adoptar».
En cuanto a los objetivos del documento, la consejera ha destacado que el plan busca «potenciar el desarrollo en salud de los niños, niñas y adolescentes, que son el presente y el futuro».
«Sin duda, la mejor salud de niños y niñas redundará en mayor bienestar ahora y en una buena salud de adultos si aprenden hábitos saludables», ha manifestado antes de abogar por «fomentar el envejecimiento activo y de vida plena».
Asimismo, ha señalado que el plan tiene por objeto disminuir la «morbimortalidad evitable desde la promoción y adopción de hábitos saludables». «Todo ello como medida para prevenir las enfermedades evitables, asociadas a factores de riesgo como el consumo de tabaco o el sedentarismo», ha incidido.
Por último, ha apostado por «reducir las desigualdades en salud». «El ‘El plan de Salud de Euskadi 2030’ está enfocado a vigilar que su despliegue se adapte a las necesidades de la ciudadanía, que nadie se quede atrás», ha subrayado, sin explicar detenidamente cómo piensa cumplir con dichas metas.
La directora de Salud Pública, Itziar Larizgoitia, ha profundizado un poco más, dando cuenta de una decena de «objetivos generales para conseguir que Euskadi sea más saludable en 2030».
Entre ellos figura los cuatro retos citados anteriormente por Sagardui y «seis objetivos que se consideran instrumentales». «Es decir, que para poder alcanzarlos es necesario avanzar en lograr la sostenibilidad y excelencia en términos de calidad, organización y seguridad en los sistemas asistenciales sanitarios y sociosanitarios», ha matizado.
Así, ha hecho hincapié en la necesidad de «conseguir que las personas sean protagonistas y agentes activos de su salud», y de «invertir en la investigación e innovación, y en su aplicación en la mejora de los sistemas que inciden en la salud». Sin embargo, como le han reprochado los grupos, no ha dado cuenta de la inversión prevista.