Desde 2016 Ana Pontón es la portavoz del Bloque Nacionalista Galego. Electa por unas primarias que dentro de poco volverán a llevarse a cabo y para las que la coalición soberanista, integrada por varios partidos y que ya tiene cuatro décadas de existencia, tiene como absoluta favorita a esta diputada autonómica oriunda de Sarria (Lugo).

Pontón lideró el partido en su histórico sorpaso al PSOE en las autonómicas de 2020 y desde «O Bloque», como se lo llama informalmente en Galiza, creen que sin Feijóo en el camino tienen más posibilidades de lograr llegar a la Xunta, siempre en coalición con el PSOE. Con este partido, justamente, están negociando estos días el voto del escaño en Madrid que tiene Néstor Rego, representando a A Coruña.

En entrevista con NAIZ, Pontón recuerda que los socialistas han cumplido solo parcialmente lo pactado en la investidura votada en enero de 2020 y dice que su formación pondrá el foco en las inversiones, las infraestructuras y las transferencias pendientes de un Estatuto que todavía no se cumple en su totalidad.

El BNG mejoró los resultados en las generales pero tan solo en un 1,3% (obtuvo un 9,48%), cuando en las encuestas parecía que iba a ser bastante más. ¿Hubo mucho efecto del voto útil?

En las pasadas elecciones fuimos de las pocas fuerzas políticas fuera del ámbito de la derecha que consiguieron subir, pero no cumplimos las expectativas. Creo que el efecto del miedo a Vox y de la bipolarizacion que se produjo, tan fuerte, perjudicó las expectativas.

Esto no esquiva que tengamos que hacer una lectura interna para determinar cómo ser capaces de llegar a más electores y que confíen en nosotros para representarlos en las elecciones estatales. Para que Galiza tenga un mejor lugar en el Estado hace falta un BNG más fuerte. Históricamente en nuestro país se vota diferente en las generales y autonómicas.

Hace unos días dijo que al Gobierno español le sobra «un poco de soberbia» y que es «injusto» con Galiza. ¿Todavía se está lejos del ‘sí’ a la investidura?

Lo dije porque se había hecho público que un alto cargo del Gobierno decía que no se iba a transferir la AP9 a Galiza. Es un debate que tiene mucho peso porque es un agravio que autopistas parecidas hayan sido transferidas y estén libres de peaje y nosotros paguemos por 25 años más el peaje, además de que todos los partidos pedimos ese traspaso por unanimidad en el Parlamento.

Es una falta de respeto a los gallegos que una propuesta que sale de manera unánime del Parlamento sea ignorada, hay que respetar cuestiones de este tenor. Nosotros tenemos la mano tendida para la negociación y somos exigentes a la hora que se responda a las necesidades que tiene Galiza. Sería positivo un acuerdo de investidura porque eso implicará compromisos con las inversiones. Hay una deuda histórica con Galiza que debe ser saldada.

¿Y por qué lo que votan PP y PSOE en Galiza no es coherente con lo que sucede en Madrid?

Asistimos a una especie de teatrillo de las fuerzas estatales que es muy perjudicial contra Galiza. Lo que tienen que hacer es votar lo mismo en Santiago de Compostela y en Madrid. Ahí es donde marca la diferencia el BNG, nosotros siempre pondremos los intereses de los gallegos antes que nada y lo que defendemos en Galiza lo defendemos en Madrid, sobre todo con el trato discriminatorio que hemos sufrido.

El AVE, por ejemplo, ha llegado 30 años después que en otros territorios. El voto del BNG [para la investidura] tiene una línea roja, que es que se cumpla la palabra dada.

Ustedes apoyaron en 2020 la investidura de Sánchez. ¿Se ha cumplido la palabra?

De lo de 2020 se ha cumplido una parte, como la rebaja histórica de los peajes, se está dragando una de nuestras rías y se está empezando la electrificación de una línea de nuestro ferrocarril interior. Hay mucho margen para mejorar y seremos exigentes en el acuerdo de investidura, si es que llegamos a firmarlo, así como con su cumplimiento.

Es importante hacer respetar a este país y no vamos a permitir un trato de segunda. Lo que mejor habla de una fuerza política son los hechos, y es evidente que el PSOE no ha cumplido con su toda la palabra dada, no al cien por cien. A veces el PP y el PSOE son dos gotas de agua que se alternan en la discriminación a Galiza.

«A veces PP y PSOE son dos gotas de agua que se alternan en la discriminación a Galiza»

¿Cuáles son los dos o tres elementos centrales para ese apoyo?

Hemos trasladado al PSOE una serie de aspectos que introducimos a la negociación, como la mejora del autogobierno, porque 40 años después sigue sin cumplirse el Estatuto, hay mas de 70 ámbitos competenciales que deberían ser transferidos a Galiza.

Queremos un nuevo estatus de nación para Galiza y que las decisiones estén en manos de la ciudadanía gallega, pero en este marco al menos que se cumpla con el Estatuto, con la creación de la policía, con transferencias en el ámbito ferroviario o la costa.

También avanzar en las inversiones del Estado, en regeneración de las rías, la modernización del ferrocarril y la transferencia de la AP9 y que se actúe para liberar de peaje. Es una autovía muy importante para nosotros porque va de Vigo hasta Ferrol.

Usted ha reiterado: «No queremos ser más, pero no vamos a permitir que a Galicia se le trate como menos». ¿Cree que es algo del bipartidismo o también de la élite económica esa discriminación que señala?

Es una concepción que hay del Estado, el ‘madridcentrismo’, que ha adoptado para Galiza un papel subordinado y dependiente. Somos una zona que se especializó en la producción de la energía eléctrica durante el franquismo y quieren repetir ese expolio sin dejar un beneficio de ningún tipo, Un diseño discriminatorio de Galiza dentro del Estado que comparten el PP y el PSOE y lo tenemos que cambiar. Perdimos 200.000 personas que han emigrado en los últimos 14 años, perdemos industria, perdemos por tanto el futuro.

El diputado Rego dice que hay «colonialismo energético», por lo que produce Galiza para la península. ¿Puede explicarlo y decir cómo podría revertirse?

Galiza ha sacrificado una parte de su territorio muy importante, primero con los grandes embalses y ahora con la energía eólica, para suministrar alrededor del 40% al Estado español. Eso tiene un coste desde el punto de vista ambiental y social, y sin embargo los beneficios de la producción eléctrica no retornan al territorio.

Madrid es la gran consumidora de energía pero no produce. Creemos que tiene que haber una transición energética pero debe ser justa, no tenemos que sacrificar nuestro territorio por la energía que necesita Madrid. E ir a un modelo en que lo público tenga una parte del sector energético, una compañía 100% gallega que pueda participar en parques privados y también promover parques públicos, como se hace en otras partes de Europa pero aquí es una anomalía. Ya sabemos que las eléctricas tienen una silla en el Consejo de Ministros, gobierne quien gobierne. Además, la mitad de los parques de energía eólica marina se quieren poner en Galiza y nos preocupa la soberanía alimentaria por los caladeros de pesca, además del impacto ambiental. Antes de hacer todo esto hay que analizarlo muy bien y aquí están mandando las eléctricas y no el sentido común.

«Galiza se sacrificó primero con los grandes embalses y ahora con la energía eólica. Y aquí están mandando las eléctricas, no el sentido común»

La nueva ley del Litoral, aprobada por el PP de Galiza, usted dice que fue decidida «en un despacho en Madrid». ¿Por qué?

Galiza tiene casi 3.000 kilómetros de costa, la mitad del total del Estado, porque es una costa muy particular, y esta es una ley pensada en Madrid que no se adecúa a la realidad gallega, donde tenemos pueblos centenarios que viven en la costa del mar y los han dejado al margen de la ley. Es una concepción del litoral que nada tiene que ver con Galiza.

Rueda –el presidente de la Xunta– hizo esta ley que dijimos que iba a nacer coja porque primero había que hacer transferencias, existe un problema competencial. Creo que esto es lo que busca, porque Rueda tiene un perfil más bajo que Feijóo y poco nivel de conocimiento y me da la sensación que quiere ser un imitador de Ayuso y buscar una confrontación que tape los desastres de los últimos 14 años.

Usted conoce políticamente a Feijóo. Si hay repetición electoral y él gana, ¿qué le espera a la sociedad con él como presidente?

Espero que no haya repetición, sería darle una segunda oportunidad a la derecha, sería una mala estrategia y malo para las mayorías sociales. Yo lo que sé es lo que Feijóo ha hecho en Galiza, que la dejó peor de lo que la encontró, con una crisis demográfica más fuerte, una peor sanidad pública, con peores listas de espera y 28.000 empleos menos en la industria.

Finalmente, ¿habrá gobierno progresista o repetición?

Creo que el PSOE tiene una enorme responsabilidad y espero que tenga altura de miras. Tenemos la mano tendida, siempre con Galiza por delante. Con Galiza todo, pero sin Galiza nada.