Imanol se mostró muy enfadado tras la derrota del sábado en Anoeta contra el Barcelona (0-1), pero rechazó que en los últimos minutos influyera que Xavi recurriera en la segunda parte a tres internacionales con España –Pedri, Yamal y Ferrán– y uno con Brasil –Rafinha– antes del minuto 69 y el oriotarra solo a Aritz por un tocado Traoré antes del 79, cuando entró Momo Cho por Barrenetxea, con la sustitución de Carlos Fernández por Oyarzabal en el 83.
A pesar de tener en el banquillo a cinco jugadores que han costado 58 millones de euros solo en pagos por traspasos –Zakharyan (12), Odriozola (3), que además viene con una ficha muy alta por la que tenía en el Real Madrid–, Sadiq (22), Momo Cho (11) y Carlos Fernández (10)–, Imanol prefirió dejar sin hacer dos cambios y recurrió a Aritz antes que al lateral donostiarra, que había reaparecido el miércoles en la Copa contra el Buñol.
Y eso tras unas semanas en las que Mikel Merino no había jugado ni se había entrenado con normalidad por una sobrecarga muscular, con Ander Barrenetxea tocado, con Brais Méndez con una tarjeta amarilla –la quinta, con lo que, como Igor Zubeldia, no podrá jugar contra el Almería el sábado– y con todo el equipo de gala cansado después de realizar un gran partido contra el Barcelona con el despliegue físico al que obliga la presión alta en campo rival.
La decisión de Imanol de colocar a Mikel Oyarzabal de delantero centro ante la poca aportación de Sadiq y Carlos Fernández, que solo han marcado un gol entre los dos en Liga y Champions, y el gran rendimiento de Barrenetxea y Kubo deja a Momo Cho como único recambio del primer equipo en las bandas en ataque.
Dos apuestas sin rendimiento inmediato
El joven francés apenas ha aportado en Liga un gol en el último partido de la pasada temporada ante el Sevilla y la asistencia del marcado por el delantero nigeriano en su debut ante el Atlético de Madrid. Inquieta tan poco que Araujo, su marcador, que se limitó a defender con Barrenetxea, se lanzó a buscar el gol de la victoria en el tiempo añadido tras realizar otro disparo pocos minutos antes sin oposición.
Imanol también habla maravillas de Arsen Zakharyan, pero apenas ha jugado como titular en Liga o Champions la primera parte contra el Mallorca antes de ser el primer sustituido al descanso. El ruso tampoco ha sido utilizado para dar un respiro a sus centrocampistas y ha entrado en los últimos partidos en banda. Brais Méndez solo ha dejado de jugar 24 minutos en sus once partidos de titular en Liga y 13 en los tres de Champions. Solo descansó de salida en Valencia.
Son dos apuestas importantes por el desembolso económico por jugadores muy jóvenes de 19 y 20 años que no han tenido rendimiento por ahora en el campo y tampoco Imanol termina de confiar en Beñat Turrientes, de 21, que es el suplente que mejor ha jugado esta temporada, para dar descanso a Mikel Merino a pesar de que lleva cinco partidos como titular y en tres de ellos su equipo ganaba con él en el campo.
Hay demasiada diferencia entre el rendimiento de los titulares en las seis posiciones más adelantadas y los recambios. Eso lleva a Imanol a apostar por ellos en los partidos importantes, pero en el encuentro que más rotaciones introdujo la Real ganó en Valencia y en el fútbol actual de los cinco cambios es difícil mantener el nivel con once jugadores contra un rival que explota mejor sus sustituciones, como pasó el sábado.
Una historia que se repite
Exprimir al máximo a los titulares sin una aportación buena del banquillo ha provocado que la Real haya bajado su nivel en los últimos minutos de los partidos y ha perdido en el tiempo añadido dos puntos ante el Celta y el Rayo y uno contra el Barcelona. Además se escaparon dos contra el Inter en el minuto 87 y con el Girona en el 72 y uno en el Metropolitano en el 89. El Granada recortó dos goles en los minutos 83 y 99 y el Getafe también marcó en el 92.
Son ocho goles encajados y ocho puntos perdidos a partir del minuto 83. Es un problema que ha impedido sumar los nueve en la Champions a pesar de ser muy superior a sus rivales hasta los últimos minutos del partido jugado contra el Inter y, lo que es peor, solo 19 en la Liga, cuando por juego y ocasiones en la mayor parte de los encuentros ha merecido sumar muchos más.
Pero dolió más que nunca la derrota con el Barcelona, que hasta los últimos minutos no había generado nada y tuvo dos ocasiones, una muy clara de Gavi, antes de que Araujo marcara en una acción en la que nadie presiona a Gundogan con un centro del campo titular cansado.
«No ha sido el tema físico»
Imanol rechazó tras el partido que el problema estuviera donde parece al ser preguntado por los dos cambios que no realizó: «No hemos bajado el pistón, han sido tres minutos y por una situación puntual que ya he hablado en el vestuario. Estábamos muy, pero que muy, bien, y no ha sido el tema físico. Hasta ese minuto 90 el equipo ha seguido haciendo lo mismo que desde el 0 hasta el 90».
Sí admitía el problema de los puntos perdidos en los finales de los partidos. Más contrariado que nunca y con una cara que reflejaba su estado de ánimo repetía una y otra vez el mismo mensaje: «Tenemos que estar muy enfadados y ser autocríticos. No es la primera vez que pasa. Estoy cansado de escuchar a muchos entrenadores que repiten lo bien que jugamos, sobre todo cuando perdemos, y muchas veces cuando somos mejores que ellos. Ya no me vale».
«De lo que se trata es de jugar como hemos jugado para ganar y hay que ganar cuando haces un partido así. Entiendo que el aficionado se pueda ir medianamente orgulloso, pero yo como entrenador y el equipo hacemos autocrítica porque son ya muchos partidos que hemos jugado como para ganar y no lo hemos hecho», añadía.
Y tienen que aprender Imanol y los jugadores la lección rápido porque el miércoles espera en Anoeta un partido contra el Benfica a las 18.45 en el que la Real se aseguraría el pase a los octavos de la Champions League si gana y el Inter se impone al Salzburgo.
Tendrá que analizar si repite el once de gala, con el cambio de Traoré por Aritz si no se recupera, o si deja algún titular en el banquillo para tener más recambios de garantías para que la historia no vuelva a repetirse, cuando además luego solo hay tres días antes de visitar al Almería el sábado en Liga.