La reelección de Pedro Sánchez, con una mayoría inédita hasta la fecha por su composición, está en marcha en el Congreso español. El líder del PSOE defiende los acuerdos con el soberanismo y la Ley de Amnistía, largamente madurados desde el 23 de julio. El ya casi presidente ha llegado al escaño entre una cerrada ovación de su grupo, puesto en pie, que intentaba subrayar la unidad del PSOE frente a los cantos de sirena de la derecha.
Sánchez ha dejado claro desde el principio su intención de quitar hierro a una sesión a la que las derechas intentan dar alto voltaje. Así, ha arrancado reconociendo el «derecho a manifestarse» contra la Ley de Amnistía, siempre que sea «de forma pacífica», pero remarcando a la vez que será presidente en cumplimiento de la legalidad y gracias a la mayoría conseguida.
La amnistía ha sido abordada en la parte final del discurso, encuadrándola primero en una continuidad histórica: «En la discordia no puede haber prosperidad. Lo hicieron nuestros abuelos y debemos hacer lo mismo, para apostar por un futuro de reconciliación y de concordia».
Sánchez ha reprochado al PP que contribuyera a «incendiar» Catalunya y lo ha contrastado con la situación actual
Tras esta introducción, el candidato ha abogado por «hablar claro: Hay que reconocer que en Catalunya hay muchas personas que creen que estarían mejor siendo independientes. Nosotros creemos en la unidad, pero ¿cómo conseguirla? Puede intentarse por la vía de imposición o por la vía del entendimiento y del perdón. El PP ya probó la primera receta y solo consiguió que el número de independentistas batiera récords históricos, se incendiaran las calles y Europa mirara esto con estupor. Fue la mayor crisis territorial y constitucional de nuestra historia», ha reprochado al Ejecutivo Rajoy y sus sucesores en el partido. «Nadie puede sentirse orgulloso de aquello», ha zanjado.
«No conviene ir por ese camino. ¿Qué hemos hecho nosotros? Todo lo contrario, hemos apostado por la vía del diálogo y del perdón, por la unidad y no por la fractura. Con eso, la Constitución se cumple estos cinco años en todos los territorios de nuestro país. No hay camino más seguro. Los puentes nunca debieron romperse. La convivencia ha vuelto a las calles», ha asegurado.
A quienes rechazan la amnistía, les ha dicho que «las circunstancias son las que son y hay que hacer de la necesidad virtud». Y les ha lanzado una pregunta: «¿Qué prefieren los ciudadanos, la Cataluya de 2017 o la Catalunya de 2023? ¿Cuál es mejor para los ciudadanos?».
«La amnistía será buena para la economía del país», ha añadido Pedro Sánchez, al tiempo que reprochaba a las derechas que en realidad esto les importe bastante poco y lo que quieran es evitar transformaciones en clave de izquierdas.
Trump, Milei, PP y Vox...
Hasta esa fase final de su discurso, Sánchez ha saltado por encima de la cuestión central del proceso de negociación para comenzar aludiendo a las transformaciones en marcha a nivel planetario: cambio climático, feminismo, movimientos migratorios... Aqui ha demandado «el alto el fuego en el ataque de Israel sobre Gaza». Ha rechazado textualmente «la matanza indiscriminada de palestinos en Gaza y Cisjordania». Su primer compromiso, así lo ha presentado Sánchez, ha sido «trabajar en Europa para reconocer al Estado palestino».
Siguiendo por esa vía, y en el mismo tono «comprensivo», ha citado que los miedos a todas las transformaciones en marcha en el mundo pueden devenir en «rabia» y engordar «propuestas reaccionarias». Ha citado los casos de Estados Unidos o Argentina y ha insertado ahí la encrucijada del Estado español: «O la democracia proporciona seguridad o la inseguridad acabará con la democracia. Hay que afrontar todas esas transformaciones desde la justicia social».
Frente al intento del PP de presentar a Sánchez como un riesgo para Europa, el candidato ha remarcado que el peligro real está en su aliada, la ultraderecha
Esta parte del discurso ha venido a dar réplica indirecta al intento del PP de internacionalizar la cuestión situando a Sánchez como un enemigo de la democracia en Europa al estilo del Gobierno húngaro o el anterior de Polonia. Núñez Feijóo se reunió para ello con corresponsales extranjeros el miércoles. Frente a ello, Sánchez ha trasladado a la UE el mensaje de que el gran riesgo es la extrema derecha, que ha cuadruplicado sus votos en ese espacio, hasta el punto de que «un 27% de los europeos viven gobernados por fuerzas reaccionarias».
Dicho esto, ha cargado contra el PP, por «sumarse a ese club» con los acuerdos con Vox en cinco gobiernos autonómicos. «Pacto de la ignominia», le ha llamado. Ha dedicado varios minutos a enumerar medidas concretas tomadas por esos ejecutivos contra personas LGTBI+, migrantes y ciudadanía en general, lo que no ha gustado nada a esas dos bancadas, que le han interrumpido constantemente.
Transporte gratuito a jóvenes y desempleados
Entrando en anuncios, Pedro Sánchez ha destacado ocho compromisos pactados con Sumar, que se traducirán en medidas concretas como transporte gratuito para jóvenes y personas desempleadas, en coordinación con autonomías y ayuntamientos.
También encajan aquí la extensión de la rebaja del IVA a los alimentos, el impulso a la reducción de las listas de espera vía acuerdos con las autonomías que las gestionan o un plan por la salud mental «para que haya nadie que necesite ayuda sicológica y no pueda tenerla». Ha anticipado también más recursos para situaciones de dependencia e impulso a las pensiones, esto último muy en genérico.
«Los ricos, lo siento, pero tienen que pagar más impuestos de los que pagan ahora», ha apostillado en este bloque.
En materia de Igualdad, ha prometido una Ley de Representación Paritaria para «romper los techos de cristal». Y en paralelo, más permisos de maternidad y paternidad, y una reforma del Estatuto de los Trabajadores para facilitar la conciliación.
ERC avisa a Sánchez de que «no tiene alternativas»
En su turno de palabra, el diputado de ERC, Gabriel Rufián, ha enumerado las veces que representes del PP han alertado de que «España se rompe», desde la legalización del PCE a la oficialidad del catalán en el Congreso. Así, se ha dirigido a Feijóo para explicar que «la única cosa que comparten votantes del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG es frenarles a ustedes». Del mismo modo, y esta ocasión hablándole a Pedro Sánchez, ha explicado que solo es presidente por quién tiene enfrente. «Eso no habla muy bien tampoco del señor Sánchez», ha reflexionado.
Rufián también ha puesto en valor las contrapartidas conseguidas por ERC a cambio de la investidura de Sánchez, si bien durante su intervención ha quitado hierro a la conseguida amnistía. «Sabemos que la diferencia entre que usted escuche a García-Page o que escuche a Zapatero depende de la fuerza que tengamos, para obligarle que escuche al segundo y no al primero», ha advertido a Sánchez, antes de recordarle que «no tiene alternativas», en alusión a la desaparición de un partido bisagra como Ciudadanos.
El discurso de Sánchez pone a Junts en alerta
Más miradas ha centrado la intervención de la diputada de Junts per Catalunya, Míriam Nogueras, después de que en las últimas horas se haya filtrado el «malestar» de la formación independentista con el discurso de Sánchez, a tenor de la falta de referencias a Catalunya, así como su relato del procés y por entender la amnistía como un «perdón», tal como le han trasladado esta tarde al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán.
En un discurso hecho íntegramente en catalán, Nogueras no ha terminado de aclarar si votarán a favor en la investidura de este jueves (una abstención forzaría segunda votación el sábado), y ha hecho referencia a ese malestar. «Un consejo: con nosotros no trate de tentar a la suerte. El suyo no ha sido un discurso valiente», le ha reprochado a Sánchez, aclarando que «era la oportunidad de respetar el marco» que habían acordado. «Para decir y hacer lo mismo que los últimos cuatro años, Junts no le hace ninguna falta», ha añadido.
Esto, ha manifestado Nogueras, pondría en juego la estabilidad de la próxima legislatura, con la mirada puesta en dos puntos del acuerdo: el reconocimiento nacional de Catalunya y la ampliación del autogobierno, con una mención directa a «la gestión del 100% de los impuestos que se recaudan en Catalunya».
Feijóo y su Ley de lealtad constitucional
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha comenzado su intervención defendiendo las movilizaciones contra la Ley de Amnistía y hablando de una supuesta «injerencia rusa». Y ha señalado que la investidura se realizará a través de un ejercicio de «corrupción política», hablando de «pactos vergonzantes».
«Sánchez ha comprado el apoyo firmando cheques que todos pagaremos», ha añadido antes de advertir de que «nadie había llegado tan lejos para ayudar a los propósitos independentistas», ha aseverado, y ha acusado al PSOE de recurrir al «gran comodín», en alusión a la necesidad de hacer frente la extrema derecha.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, carga contra la Ley de Amnistía, habla de «corrupción política» y advierte de una supuesta «injerencia rusa»
«Y el gran mantra es por la reconciliación. Dice que hay que mejorar la convivencia, pero equiparán el 155 a un acto de venganza. Eso es impropio ya no de un presidente sino de un diputado. La convivencia solo existe si hay respeto a la ley», ha aseverado.
A su juicio, «la soberanía nacional no necesita mediadores. Y nos revelamos contra la idea de asumir que España es una Estado opresor». «Los españoles no tenemos que pedirles perdón», ha dicho, insistiendo en que «Sánchez es el problema». «Mientras usted siga en la escena política España estará condenada a la división». «A usted la historia no le amnistiará», ha apuntado.
En alusión a EH Bildu, Feijóo ha hablado de un «pacto encapuchado» con EH Bildu. También se ha dirigido al PNV, incidiendo en que «lo que les diferencia a ustedes de la época de Ibarretxe es que al menos él tenia un plan».
Por último, ha anunciado que el PP propondrá una Ley de lealtad constitucional: «Su exposición de motivos aludirá expresamente a la impunidad generada por la Ley de Amnistía y su contenido perfilará un reencuentro con el derecho de las conductas vinculadas al golpe al Estado de 2017».
En su respuesta, Sánchez ha afirmado que «no se rompe España ni se quiebra la Constitución». «Hemos apostado por cuatro años de convivencia y progreso», ha aseverado, remarcando que el problema del PP es que «no aceptan el resultado electoral cuando no coincide con aquello que ustedes quieren».
«El señor Feijóo es un falso moderado. Presume de moderado pero es el dirigente de la derecha que ha ido más lejos con la ultraderecha», ha añadido tras citar los acuerdos alcanzados por el PP con Vox. «Usted no es presidente de Gobierno porque la mayoría de ciudadanos ha votado en contra de que usted y el señor Abascal formen gobierno».
En la réplica, Feijóo ha asegurado que «Abascal demuestra más altura de miras que usted».
Abascal sigue hablando de un «golpe»
El presidente de Vox ha sido precisamente el siguiente en intervenir, y ha comenzado hablando de un «golpe de Estado», afirmando que el Congreso no puede aprobar una Ley de Amnistía que, a su parecer, no tiene cabida en la Constitución de 1978.
Ha acusado a Sánchez de «negociar para aguantar en el sillón que no le corresponde». «Le acusó de liquidar la convivencia pacífica y de tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe», ha declarado.
«Van ustedes a presidir un gobierno ilegal», ha añadido, y ha sacado a colación el ataque a Alejo Vidal-Quadras, sin reparar en que nada tiene que ver con la investidura.
Asimismo, ha defendido la ilegalización de Junts y ERC antes de abandonar el hemiciclo junto al resto de diputados de la extrema derecha.
La presidenta de la Cámara, Francina Armegol, ha anunciado la retirada de las alusiones al golpe del diario de sesiones.
Díaz habla de una «legislatura del tiempo de vida»
La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha tomado la palabra tras la espantada de Vox. Ha hablado de un «momento histórico», y ha respaldado la Ley de Amnistía.
«Con la amnistía gana la democracia, con el acuerdo ganamos la posibilidad de que Cataluña sea también una solución para el conjunto de España», ha destacado, y ha lanzado un mensaje al PP: «No nos van a dar lecciones de democracia ni de constitucionalismo».
«Dejen de frivolizar», ha indicado, afirmando que Feijóo es un «constitucionalista a tiempo parcial», poniendo como ejemplo el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. «Que usted nos hable de corrupción es cuando menos inquietante».
Díaz ha repasado las medidas sociales adoptadas durante la pasada legislatura, y ha recordado algunas de las decisiones más polémicas aplicadas por el PP durante la etapa de Mariano Rajoy, como fue el incremento de un impuesto regresivo como es el IVA. «Sería bueno que ustedes se aplicaran el dialogo social».
Díaz: «Queremos mas tiempo de vida, de disfrute, de cuidados, mas tiempo para ser felices y lo vamos a hacer porque donde se aplican estas recetas ha aumentado la productividad»
En cuanto al acuerdo con el PSOE, ha afirmado que esta va a ser «la legislatura del tiempo de vida», en alusión a la reducción de la jornada laboral a 37 y media semanales. «Queremos mas tiempo de vida, de disfrute, de cuidados, mas tiempo para ser felices y lo vamos a hacer porque donde se aplican estas recetas ha aumentado la productividad», ha manifestado.
También ha reclamado el Estatuto del Becario, pasos hacia una fiscalidad progresiva y «un nuevo contrato social que nos haga iguales en la libertad y libres en la igualdad». En este sentido, ha abogado por implementar políticas feministas y por defender los derechos del colectivo LGTBI.
Ha citado diferencias con el PSOE, entre las que figura la prestación por hijo a cargo, de 200 euros mensuales hasta los 18 años. Y ha insistido en que, en materia de Industria, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no puede depender de Hacienda.
Las discrepancias se dan, asimismo, en política internacional. «No hemos dudado en Ucrania, le pedimos en nombre de Sumar que no dudemos en Palestina». «Tenemos la posibilidad de hacer más», ha dicho, y ha propuesto llamar a consultas a la embajadora israelí, imponer un embargo a la compraventa de armas o defender la sanciones a Israel. Y ha exigido también el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática.
Sobre Cultura, ha afirmado que «vamos a continuar desarrollando el Estatuto del Artista, otorgando más derechos a los creadores». «La censura se combate con más derechos», ha subrayado.
Y ha pronunciado un mensaje final dirigido a la ciudadanía: «Tenemos un grave problema como país con la derecha. Estamos ante una derecha que ya no es conservadora, es una derecha rupturista y ha cambiado su agenda publica. Es agresiva y belicista, deslegitima al adversario, no acepta que gobiernen lo que han ganado democráticamente. No ofrece soluciones, y niega la emergencia climática, la violencia machista y la desigualdad social».
En su turno de respuesta, Sánchez ha puesto en valor el Gobierno de coalición, «y en este contexto es aún más importante, porque tenemos gobiernos autonómicos y ayuntamientos del PP con Vox». «Es importante que sigamos la agenda de reformas y tejamos alianzas», ha declarado, haciendo hincapié en que «lo que nos jugamos es mucho».
En lo que se refiere a Palestina, ha criticado la «respuesta absolutamente desproporcionada de Israel que no esta alineada con el derecho internacional humanitario». Ha pedido un alto el fuego humanitario y la celebración urgente una conferencia internacional de paz. Cabe destacar su silencio sobre el Sahara.
La derecha pincha en la calle y el TS
En la calle se han reproducido muestras de malestar, más pintorescas que masivas, por parte de quienes deseaban un gobierno de derechas pese al resultado electoral y deploran los acuerdos con el soberanismo.
Horas antes de la sesión de investidura, el Supremo ha rechazado la petición de Vox para suspender cautelarmente la convocatoria, como derivación de la querella que ha interpuesto la ultraderecha con Sánchez y Carles Puigdemont por pactar la amnistía.
Si las previsiones se cumplen, aunque todo depende de lo que se extienda Sánchez en las réplicas, EH Bildu primero y PNV después intervendrán el jueves. La votación se produciría a mediodía o primera hora de la tarde, y en ella se espera que Pedro Sánchez sea reelegido con 179 síes, más que otros presidentes anteriores como Calvo Sotelo, González en 1989 y Zapatero en 2008.