PNV y PSE siguen dando pasos en las instituciones en las que gobiernan para que el Museo Guggenheim desembarque en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Quedan años de tramitación, aunque quienes cuestionan el proyecto no parecen dispuestos a quedarse de brazos cruzados.
Sin duda, la decisión de la Dirección de Costas de rebajar la protección de la franja litoral a 20 metros, cuando antes era de 100, es el hito más importante aunque no el único pues la Diputación presidida por Elixabete Etxanobe continúa movilizando todos los recursos en sus manos mientras en ayuntamientos como el de Murueta, gobernado por los jeltzales, se trabaja en la modificación del Plan General para encajar el polémico proyecto.
No hay discusión sobre la necesidad o no de levantar una segunda sede del Guggenheim en Bizkaia, tal y como diferentes agentes y ciudadanía en general demandan. Tampoco se responde al emplazamiento de siete consistorios que reclaman transparencia y un debate para consensuar un modelo de desarrollo para Busturialdea.
Es un tema que «incomoda» a pocos meses de una nueva cita con las urnas, conscientes sus promotores que quedan años de tramitación y proyectos asociados que ejecutar como la demolición de la cubertera Dalia, la otra sede del proyecto junto a los astilleros de Murueta.
En una reciente comparecencia en Juntas Generales, Imanol Pradales, diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, expuso que el proyecto se encuentra en una fase inicial, que se centra en la tramitación del cambio de uso de los suelos. El Gobierno foral también colabora en que los consistorios de Forua, Gernika-Lumo y Murueta modifiquen su planeamiento urbanístico.
En este último municipio, por ejemplo, es necesario que los terrenos del antiguo astillero pasen de la calificación de industrial a equipamental. El avance del nuevo Plan General se encuentra hasta el 1 de diciembre en periodo de alegaciones.
El papel de Lakua
Queda pendiente, además, la modificación del Plan Territorial Parcial (PTP) de Gernika-Markina, que necesita del plácet del Ejecutivo de Lakua.
Hace trece años, el Ejecutivo que presidió Patxi López cuestionó la ubicación del Guggenheim en Urdaibai, al estimar que era una «hipoteca» para la Reserva de la Biosfera. El PNV pospuso sus planes hasta que Unai Rementeria apostó abiertamente en 2021 por el actual proyecto, con sedes de Gernika y Murueta. Lo cierto es que ha habido momentos en que los planes de Diputación y Ejecutivo, controlados por los jeltzales, no han sido coincidentes.
Ekologistak Martxan considera que la insistencia en «revivir» este proyecto, modificándolo dos veces, lleva a plantear «si la construcción de estos dos museos no sería el primer paso para la urbanización encubierta de toda la comarca dado que se van a modificar los planes de ordenación que dificultan el sobre urbanismo que se ha dado en otras poblaciones a lo largo de la costa de Bizkaia».
Tras los grandes titulares ofrecidos en campaña electoral por la entonces aspirante a diputada general y algunos anuncios posteriores que muestran la decidida voluntad política de Sabin Etxea de seguir adelante, a pesar de la importante movilización que tuvo lugar el pasado 28 de octubre en las calles de Gernika, PNV y PSE tratan de que el asunto no acapare titulares en los medios de comunicación y realizar una gestión más discreta. Etxanobe ha intentado minimizar las afecciones.
Los socios de los jeltzales evitan el protagonismo, aunque sin duda el paso dado por el Ministerio de Transición Ecológica es por el momento el mayor aval con el que cuenta el proyecto, al margen de los 40 millones de euros que ha inyectado el Ejecutivo español tras las negociaciones con el PNV para que aprobasen los presupuestos de 2023. Esa partida, según se acordó, se destinará a la regeneración y recuperación de la marisma en el plazo de seis años. La Diputación también tiene consignados otros 40 millones.
La asesoría neoyorquina Cooper Roberston, encargada de redactar un informe sobre necesidades y costes del proyecto de ampliación del Guggenheim a Urdaibai, ha cifrado en casi 130 millones de euros su coste.
Que los condicionantes que rodean a la Reserva de la Biosfera no son para el PNV un obstáculo para seguir adelante con el proyecto era conocido, no así la apuesta del Gobierno de Pedro Sánchez. En la campaña a las elecciones forales, la candidata a diputada general por el PSE, Teresa Laespada, manifestó que aguardaba a que el Ministerio de Transición Ecológica se pronunciase y la decisión ha sido rebajar la protección del solar de los antiguos astilleros de Murueta. Los ecologistas daban por hecha esa decisión viendo la sintonía entre PNV y PSE.
Nuevo deslinde a estudio
Zain Dezagun Urdaibai no da la batalla por perdida y ha presentado hace unos días un escrito a la Dirección de Costas solicitando la revisión de la línea de deslinde marítimo terrestre vigente desde 2004, que incluye partes sustanciales de las marismas y marjales ganadas en los últimos años al estuario del río Oka, en los términos municipales de Murueta, Forua y Gernika-Lumo, y en menor incidencia Kortezubi. Inicia la vía administrativa, antes de acometer la judicial con la que busca que se cumpla la ley.
La asociación en defensa del medio ambiente de Busturialdea señala en particular el espacio colonizado en 1943 por los astilleros, «que ocupaba en su origen 0,95 hectáreas y ahora ha arrasado y contaminado 4,2 hectáreas del humedal». Apunta a otras zonas al oeste de la línea férrea Zornotza-Bermeo, «que se inundan con las mareas normales».
Asimismo, menciona, las 5,9 hectáreas ocupadas por la depuradora de Gernika-Lumo y las instalaciones deportivas con edificaciones anexas del complejo Urbieta, «edificadas no solo sobre las vegas y marjales de Santana, sino encima de uno los brazos del río Oka en esta zona marismeña, sin que nos conste concesión estatal ninguna, y con unos usos humanos de alta intensidad en plena zona de especial protección, exclusión total y protección europea de aves. Zona esta que se pretende legalizar, cuando desde el Ayuntamiento de Gernika-Lumo se ha actuado en contra de las normas vigentes por la vía de hecho desde 1979».
Zain Dezagun Urdaibai incide en que los proyectos de obras en el litoral deben incorporar una evaluación de los efectos del cambio climático, presentando quienes consigan la futura concesión proyectos de regeneración y lucha contra el cambio climático correspondiente al uso de que se trate. En el caso del Guggenheim Urdaibai, entienden que se está obviando el aumento del nivel de mareas y regresión de la costa que se prevé.