La Fiscalía de Gipuzkoa, la familia de Santi Coca y el Ayuntamiento de Donostia han retirado este miércoles sus acusaciones contra uno de los cinco procesados por la muerte de Santi Coca, fallecido tras recibir una paliza en el exterior de una discoteca donostiarra el 26 de abril de 2019.
Inicialmente, los cinco procesados se enfrentaban a una petición de veinte años de cárcel por «asesinato» por parte de la Fiscalía y de la acusación particular que ejerce la familia de Santi Coca, mientras que la acusación popular, que ejerce el Ayuntamiento de Donostia, pedía quince años para cada uno de ellos.
No obstante, durante la novena jornada del juicio con jurado que se sigue por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa, todas las acusaciones han modificado sus conclusiones provisionales y han retirado sus cargos contra uno de los procesados, quien ha quedado absuelto en esta misma sesión, en la que, sin esperar a su conclusión, ha acudido a abrazarse con varios de sus familiares presentes entre el público.
En este mismo trámite de conclusiones definitivas, las tres acusaciones han modificado también el delito por el que acusaban a los otros cuatro encausados a los que ahora responsabilizan de un delito de homicidio con la agravante de superioridad por el que piden quince años para cada uno de ellos, entre otras penas accesorias.
Antes de que las partes expusieran sus conclusiones definitivas, los cinco acusados han negado haber participado en la agresión que acabó con la vida de Santi Coca.
Un sexto inculpado se encuentra huido de la justicia y no está siendo juzgado en esta vista.
Modificación del relato de la Fiscalía
En este mismo momento del juicio (próximo ya al fin de la vista oral que tendrá lugar el próximo viernes con los informes de las partes tras la jornada de descanso de mañana), la Fiscalía también ha modificado su relato de los hechos que, a su entender, sucedieron cuando el acusado que está fugado habría comenzado a pegar a Santi Coca tras haber recibido previamente un golpe de este en el exterior de la mencionada discoteca.
El Ministerio Público considera que los otros cuatro inculpados se habrían unido luego «a su acción agresiva» de forma que, «con golpes y patadas», presuntamente condujeron a la víctima contra una pared de la sala de fiestas donde «cayó al suelo».
La Fiscalía sostiene además que, «asumiendo que le podían causar la muerte», los encausados le habrían «golpeado violentamente con patadas en diversas partes del cuerpo, entre las que se encontraba la cabeza», valiéndose de «su superioridad numérica» y del hecho de que el perjudicado «se encontraba en el suelo», una circunstancia que a su entender también «disminuyó sus posibilidades de defensa».
Graves lesiones cerebrales
De esta manera, los golpes recibidos habrían ocasionado «graves lesiones cerebrales» a Coca, ya que «hicieron que se rompieran vasos del espacio subaracnoideo» y presuntamente le causaron una hemorragia cerebral «generalizada», tras la que falleció dos días más tarde.
Las defensas de los cuatro acusados han mostrado su disconformidad con este relato de lo sucedido (que sí han dado por bueno el resto de acusaciones) y han reclamado la libre absolución de sus clientes.
Todos ellos habían defendido previamente su inocencia ante el jurado, frente al que han negado haber participado en la agresión a la víctima, aunque respondiendo únicamente a las preguntas de sus letrados.
En concreto, el joven que presenció una primera agresión de Coca hacia el huido de la Justicia a la que este «respondió» luego, tras lo que se montó «un barullo de mucha gente empujando y agarrándose», en el que también había «amigos de Santi y una chica», si bien él se vio «empujado» hacia «un costado».
Ha recordado también que al ver a la víctima en el suelo, el grupo se abrió y se separó, y él intentó llamar a una ambulancia aunque no pudo hacerlo porque no tenía batería en el móvil y pidió a un tercero que lo hiciera.
«Una pelea entre dos personas»
El procesado ha opinado asimismo que los hechos fueron «una pelea entre dos personas» que ocurrió en «cuestión de segundos», sin que nadie de los presentes pudiera pensar que «iba a pasar lo que desgraciadamente sucedió».
El segundo inculpado ha comentado que él no vio cómo se produjo la primera agresión entre Coca y el huído de la Justicia, pero luego advirtió un grupo de gente entre el que estaba el ahora huido y acudió «a separar».
No obstante, ha recalcado que el no participó en la agresión, porque sólo tenía la intención de «ayudar» e incluso en un momento dado llegó a «recoger» del suelo al huído de la Justicia.
El tercer encausado, primo del anterior, ha detallado que él vio a «muchas personas que se estaban pegando» y que su allegado fue a «levantar» al huído de la Justicia, que se encontraba «sobre Santi». Luego lo dejó junto a una pared distante unos metros, momento en el que, como ha relatado, él se aproximó para ayudar a su familiar porque el otro estaba «muy violento» y «no podía con él».
Otro imputado ha relatado un incidente previo a la agresión que tuvo con un amigo del grupo de Coca a quien había quitado un paquete de tabaco, si bien ha explicado que mientras regresaba a donde estaba para devolvérselo vio en las proximidades al huído de la Justicia lanzando «un puño» aunque él no se quiso «involucrar».
Ha explicado que luego se montó un «tumulto», del que él se mantuvo apartado, sin participar «en ningún momento».
Finalmente, el joven que ha sido absuelto este mismo miércoles, ha detallado que cuando llegó al lugar de los hechos «ya no había pelea», aunque sí escuchó los «gritos de una chica» y llegó a ver todavía un «barullo de gente» y a «un chico en el suelo», si bien él siempre se mantuvo «al margen».