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Muere Henry Kissinger, una profunda huella de EEUU en el mundo

Henry Kissinger ha fallecido esta pasada noche a la edad de 100 años. Desde 1969 hasta 1977, como consejero de Seguridad Nacional y posteriormente en la Secretaría de Estado del Gobierno estadounidense, fue una de las personas más influyentes en el devenir geopolítico mundial.

Henry Kissinger, con el dictador chileno Augusto Pinochet en 1976
Henry Kissinger, con el dictador chileno Augusto Pinochet en 1976 (Wikipedia)

A la edad de 100 años ha fallecido Henry Kissinger (Fürth, Alemania), una de las personas más influyentes en el devenir geopolítico mundial en el contexto de la Guerra Fría, especialmente a partir del año 1969, primero como consejero de Seguridad Nacional y posteriormente en la Secretaría de Estado del Gobierno de Richard Nixon, y en el mismo cargo bajo la presidencia de Gerald Ford, hasta 1977. Posteriormente, fue consejero de Ronald Reagan y de George W. Bush.

También fuera del Gobierno de EEUU mantuvo una intensa actividad como fundador de la consultoría Kissinger Associates, a la que se unió la firma McLarty Associates; fue directivo y asesor de las empresas The Hollinger Group y Gulfstream Aerospace, rector de la Universidad de Georgetown y asesor general del Gobierno de Indonesia. Así mismo, fue uno de los miembros fundadores del discreto, por oscuro, Club Bilderberg.

Realpolitik

Aplaudido por su política de distensión con la URSS y por iniciar relaciones diplomáticas con China y, de paso, «ganar terreno» a la Unión Soviética en su pugna geopolítica, haciendo de la realpolitik principal característica de su itinerario, también contribuyó a la finalización de la guerra de Vietnam después asolar ese país y la vecina Camboya. Por el acuerdo de alto el fuego de 1973 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz junto al vietnamita Le Duc Tho, quien renunció a él porque la guerra continuó. Kissinger aceptó el premio «con humildad».

No fueron sus únicas intervenciones determinantes. En la guerra indo-paquistaní de 1971 se posicionó en contra de la India, que acababa de firmar un tratado de amistad con la URSS, y a favor de Pakistán, aliado de China, que reprimió la revuelta de Pakistán Oriental, actual Bangladesh, con un balance de tres millones de muertos.

En Latinoamérica, el Gobierno estadounidense no reparó en medios para asegurar el predominio de la derecha. No solo respaldó, sino que también alentó dictaduras en Chile, Argentina y Uruguay. Su secretario de Estado estuvo al tanto de la Operación Cóndor (1975-1989), un plan de coordinación de operaciones de represión y terrorismo de estado entre las dictaduras del Cono Sur con el apoyo la CIA.

En 1973, el respaldo de EEUU y casi todo Occidente a Israel en la guerra de Yom Kippur, frente a Egipto y Siria, tuvo como consecuencia el embargo petrolero a los países que apoyaron a Israel. Ante la crisis que esa represalia provocó, la prioridad de Kissinger fue poner fin a la guerra para levantar el bloqueo económico de la OPEP.

Sáhara, Timor y Cuba

A finales de 1975 el Sáhara Occidental fue invadido por la Marcha Verde marroquí bajo supervisión del secretario de Estado de EEUU, cuya obsesión por evitar la expansión soviética le empujó a firmar un pacto con el rey Hassan II y con el «hermano» de éste, el rey español Juan Carlos de Borbón (en la jefatura del Estado español por enfermedad del dictador Franco), cuyo objetivo era garantizar el apoyo estadounidense a su reinado. Aquel pacto dejó el Sáhara Occidental a merced de Marruecos y Mauritania en contra del claro dictamen de la ONU.

En diciembre de ese mismo año, tres días después de una reunión entre el dictador Suharto y Kissinger, militares indonesios invadieron Timor Oriental, recién independizado de Portugal, a pesar de la denuncia de la Asamblea General de la ONU. Estados Unidos vendió armas al Gobierno de Indonesia, al que también había apoyado en la brutal represión anticomunista que causó tres millones de muertos.

Respecto a Cuba, Kissinger no fue especialmente beligerante, hasta que en 1976 planeó una venganza en toda regla por la intervención cubana en ayuda del Gobierno de la recién independizada Angola contra el FNLA y UNITA, que contaban con el apoyo del régimen zaireño de Mobutu Sese Seko, de la Sudáfrica del apartheid y del Gobierno estadounidense. El plan de Kissinger consistía en el bombardeo de la isla y en un bloqueo terrestre «despiadado» que finalmente, tras la victoria electoral de Jimmy Carter, no pudo llevar a cabo.

El pasado año (2022), en su intervención en el Foro de Davos no se tuvo en cuenta su vasta experiencia cuando mostró su postura favorable a la diplomacia y la negociación para abordar el conflicto ruso-ucranio y contraria a la expansión de la OTAN, en su último alarde de realpolitik.

Fue alabado sobre todo por la derecha más neoliberal y también denunciado por varias asociaciones, sin que ninguna iniciativa para procesarlo por sus implicaciones en golpes de estado y en la brutal represión de varias dictaduras tuviera éxito. Sí fue procesado por el asesinato del comandante en jefe del Ejército chileno, René Scheider, pero en 2006 la Corte Suprema estadounidense sentenció que su responsabilidad fue política y no criminal.

Reacciones de la UE, Rusia, China, Israel

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha ensalzado la figura de Kissinger, cuya «estrategia y excelencia en diplomacia  han dado forma a la política global a lo largo del siglo XX. Su influencia y legado seguirán resonando hasta bien entrado el siglo XXI».

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha definido al fallecido como un «ser humano amable y mente brillante que, a lo largo de cien años, dio forma a los destinos de algunos de los acontecimientos más importantes del siglo».

Sin salir de Europa, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha subrayado que  «el nombre de Henry Kissinger está unido de forma inseparable de una postura pragmática en política exterior, lo que en su momento hizo posible lograr una reducción de las tensiones internacionales y lograr los acuerdos más importantes entre la Unión Soviética y Estados Unidos, que contribuyeron a fortalecer la seguridad global».

«Ha fallecido un diplomático muy destacado, un estadista sabio y visionario, que durante muchas décadas disfrutó de una merecida autoridad en todo el mundo», ha resumido el líder ruso en un telegrama enviado a la viuda.

Cabe recordar que Kissinger propuso el año pasado que Ucrania aceptara regresar al status quo de 2014, lo que supondría renunciar a la anexionada península de Crimea y parte del Donbás, lo que fue rechazado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Desde otro gigante como China, su portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, ha destacado que «el pueblo chino recordará con afecto a Kissinger y su importante contribución a las relaciones entre China y Estados Unidos. Fue un pionero que se preocupó por desarrollar nuestras relaciones».

El presidente israelí, Isaac Herzog, ha recordado que Kissinger fue «un adolescente judío que huyó de los nazis y se convirtió en un gigante que dio forma a la política mundial con sus propias manos y mente».

«Toda la familia de naciones se siente bendecida hasta el día de hoy por los frutos de los procesos históricos que él dirigió, incluido el establecimiento de las bases del acuerdo de paz de Israel con Egipto», ha remarcado.